Una estrella que los astrónomos calculaban mantenía 2,5 millones de veces el brillo del sol, ha desaparecido misteriosamente, dejando a los astrónomos completamente estupefactos.
El año pasado, desapareció sin dejar rastro. Se sospecha que haya podido desaparecer en un agujero negro, sin que se haya producido ninguna explosión supernova, aunque sería la primera vez que descubren cómo una estrella gigante termina su existencia de esta manera, según explicaba el estudiante de doctorado Andrew Allan, del Trinity College en Dublín, Irlanda y su equipo.
La estrella se encontraba a unos 75 millones de años luz de nuestro planeta, en la galaxia enana Kinman, en la constelación de Acuario. Otros astrónomos habían estudiado ya esta enorme estrella entre los años 2001 y 2011. Sus observaciones sugirieron que la estrella se encontraba en un momento cercano a su fin, pero nunca se convirtió en una supernova.
En el año 2019, Andrew Allan y su equipo querían investigar más acerca de cómo este tipo de estrellas masivas labraban su fin, pero su sorpresa fue que incluso con el Telescopio Más Largo (VLT) de la ESO, no pudieron encontrar ninguna pista de la que fue su existencia. Estaban completamente estupefactos. Había desaparecido. ¿Qué había sucedido? Era realmente muy inusual que una estrella de estas características tan impresionantes pudiera desaparecer sin sufrir ninguna explosión como supernova. Sin embargo, por mucho que se esforzaron, tanto ellos como otros astrónomos, nadie ha podido encontrarla.
A partir de ahí, por supuesto, se han barajado distintas teorías como que haya podido perder su brillo hasta no hacerla visible, pero seguir ahí; o que realmente se haya perdido en el interior de un agujero negro. Teorías se pueden crear varias, ¿verdad?
Curiosamente, hace poco, los astrónomos admitían haber presenciado cómo un agujero negro colisionaba con un objeto que, en realidad, no podía existir. Pero, lo que era ese “objeto”, nadie lo podía precisar. Eso sí, parecía ser dos veces y medio tan grande como el sol.
Parece que el cielo sigue guardándonos muchas sorpresas…
Enlace a video (página externa a AlertaTierra.com)
Crédito: European Southern Observatory (ESO)
Si quieres leer la investigación de Andrew Allan y su equipo, te informamos que ha sido publicado en el Monthly Notices del Royal Astronomical Society.