Existen zonas más propensas que otras a los terremotos, sin embargo, no te confíes. No siempre podrás saber si te encuentras en un lugar de riesgo sísmico. Teniendo en cuenta que los movimientos sísmicos son imposibles de predecir, es importante que tanto tú como tu familia estéis preparados de antemano.
Durante un terremoto de gran intensidad es posible que escuches un rugido sordo, como un tren o camión en movimiento, que aumenta de forma gradual. Puedes sentir cierto mareo o puedes sentir un zarandeo intenso y violento. Un segundo o dos más tarde, puede que sientas el temblor y tengas dificultades para mantenerte en pie o moverte a otra habitación. La clave para sobrevivir a un terremoto y reducir el riesgo de sufrir heridas se basa en la planificación, preparación y práctica de lo que harías si sucede.
Antes del Terremoto
Comprobar estabilidad y seguridad.
Un paso importante en la preparación de un terremoto es inspeccionar tu casa y los alrededores para localizar posibles riesgos y tomar medidas. Recuerda retirar cualquier elemento que pueda caerse o romperse durante un terremoto y sus réplicas.
He aquí algunas cosas básicas:
- Comprobar elementos peligrosos en cada habitación.
- Ventanas, espejos, cristales… Que puedan romperse.
- Libros, cintas de videos, etc. Que puedan caerse.
- Chimeneas y unidades de aire acondicionado que puedan caerse o desplazarse.
- Áreas que puedan bloquearse por la caída de elementos.
- Asegurar elementos.
- Protege tus electrodomésticos de gran tamaño con cables flexibles o cables trenzados.
- Instala tus conexiones de agua y gas con elementos flexibles. Esto disminuirá las posibilidades de que se produzca un incendio.
- Engancha los aparatos de aire acondicionado, especialmente los que estén situados en alto.
- Termo de agua. El termo de agua suele pesar considerablemente cuando está lleno. Durante un terremoto, si se encuentra sobre el suelo, puede volcar. El movimiento puede causar daños en tuberías de agua y gas cercanas y provocar un incendio. Asegura el termo para que no se pueda mover.
- Asegura cualquier elemento que esté colgado para que no se pueda caer.
- Pon topes a lo que tengas expuesto en estanterías para que no se puedan desplazar durante un seísmo.
- Coloca las cosas pesadas en la parte inferior de las estanterías.
- Engancha tus muebles y estanterías a la pared para que no se puedan mover.
- Añade un raíl de madera o metal en el interior de las estanterías abiertas para evitar que los objetos se puedan deslizar o caer.
- Asegura las puertas de los armarios para que no se puedan abrir durante un seísmo.
- Retirar elementos peligrosos.
- Retira los cuadros y espejos que tengas sobre tu cama. Durante un terremoto, pueden caerte encima.
- Materiales peligrosos.
- Identifica los materiales peligrosos como solventes, materiales tóxicos, pintura, lejía, etc. Ponlos en contenedores que no puedan romperse y sitúelos en zonas seguras y bien ventiladas. Aléjalos de cualquier almacén de agua y fuera del alcance de los niños y de las mascotas.
- Examinar la estructura y seguridad de tu casa.
- Si tu casa es de madera, probablemente resistirá los daños de un terremoto, especialmente si se trata de una estructura de una sola planta.
- Contacta con un técnico que pueda asesorarte sobre cómo reforzar la seguridad de la estructura y cimientos de tu casa.
- Aprende a desconectar la luz y el agua, y a apagar el gas.
- Aprende a desconectar la caja de fusibles y enseña a tu familia a hacerlo.
- Aprende a desconectar el gas. Recuerda que es posible que para reanudar el servicio necesites la ayuda de un profesional.
- Aprende a cerrar la llave de paso general de agua.
- Enseña a toda tu familia cómo hacer esto.
Plan de Evacuación.
Si se produce un terremoto, podría ser que tengas que abandonar la zona una vez haya transcurrido el seísmo. Si planificas y practicas un plan de evacuación, sabrás responder mejor y más rápido a las señales de peligro o seguir las indicaciones de las autoridades.
Tómate un tiempo con tu familia para trazar un plan de evacuación.
Planifica una segunda salida como alternativa. Si necesitaras algún tipo de equipamiento como una escalera, tenla a mano.
Indica dónde se encuentra tu kit de emergencia (con agua, alimentos, primeros auxilios, etc.).
Planificar y practicar.
Planificando y practicando lo que harías durante un terremoto, tú y tu familia aprenderéis a reaccionar correctamente y de forma automática cuando empiece un temblor. Durante un seísmo, la mayoría de las víctimas y heridos se producen por el derrumbe de materiales y la caída de objetos pesados.
Comprueba qué zonas son seguras en cada habitación de tu casa. Si tienes niños/as, practica con ellos para que aprendan cuáles son.
Durante el Terremoto
La clave principal cuando se produce un terremoto es intentar no moverte y protegerte inmediatamente de la mejor manera posible, allí donde te encuentres. Por lo tanto, en cuanto empiece el seísmo: agáchate al suelo de inmediato. Los terremotos pueden llegar a ser tan violentos y repentinos que no te permitirán correr, incluso ni tan siquiera moverte. Por ello, probablemente te hagan caer al suelo. Nunca sabes si lo que estás experimentado es un terremoto leve o si se va a producir uno de gran intensidad, así que debes reaccionar siempre del mismo modo: protegiéndote.
En la mayoría de las ocasiones, reducirás las posibilidades de sufrir heridas si haces lo siguiente:
Agáchate, cúbrete y agárrate
Estudios de heridos y muertes causados por los terremotos a lo largo de las últimas décadas han mostrado que es mucho más probable resultar herido/a por la caída de objetos o por objetos que han salido volando (como televisores, lámparas, vallas publicitarias, ladrillos, etc.) que morir en un edificio derrumbado. Por lo tanto:
Agáchate
Quédate quieto/a donde estés y agáchate hasta estar a “cuatro patas”. Esta posición te protegerá de que puedas caerte al suelo, permite que estés a una baja altura y que puedas gatear a un refugio cercano.
Cúbrete
Cubre tu cabeza y cuello con un brazo o mano. Si hay una mesa consistente cerca, gatea hasta ella y ponte debajo. Te puede facilitar un espacio con aire si el edificio se derrumbara. Si la mesa bajo la que has buscado refugio se mueve, intenta moverte con ella. Si no hay ningún sitio cerca que pueda servirte como refugio, gatea hasta una pared interior (alejada de ventanas y cristales).
Permanece sobre tus rodillas e inclínate hacia adelanta para proteger tus órganos vitales.
Agárrate y permanece
Agárrate y permanece quieto/a hasta que cese el movimiento sísmico. Si estás debajo de algún material que te protege, permanece agarrado a ello con una mano, preparado/a por si tuvieras que moverte hacia otro refugio mejor. Si no cuentas con un refugio, protege tu cabeza y cuello con los brazos y las manos y ponte junto a una puerta resistente.
El propósito principal de esta regla de tres es el de protegerte de lo que pueda caer o haya salido volando y aumentar tu “habitáculo” de supervivencia si la estructura en la que te encuentres finalmente se viniera abajo. El espacio bajo una mesa robusta suele permanecer incluso si se derrumba el edificio, y es capaz de soportar varias plantas sobre ella.
El colapso de un edificio es una probabilidad menor. Si bien suelen verse imágenes de edificios derrumbados por un terremoto, y es una imagen bastante preocupante, lo cierto es que la mayoría de los edificios no se caen por un terremoto y pocos lo hacen en su totalidad. En algunas zonas, propensas a sufrir terremotos, la construcción de edificios suele cumplir una normativa para que sean estructuras resistentes a ciertos terremotos. Y los equipos de rescate están entrenados para conocer cómo se colapsan estos edificios e identificar posibles “habitáculos” de supervivientes.
La única excepción de la regla de tres es si estás en una región donde no existe construcciones supervisadas por un ingeniero, y si te encuentras en una planta baja de un edificio de adobe que no está reforzado y cuyo tejado es pesado. En ese caso, recomendamos que salgas inmediatamente fuera, a un espacio abierto. Esto no se puede aplicar, bajo ningún concepto a edificios resistentes a terremotos.
Las paredes interiores y los marcos de las puertas son las que menos suelen derrumbarse y podrían servir para refugiarte de objetos que puedan caer. Si no tienes otro sitio donde protegerte, hazlo en una esquina interior o marco de puerta, lejos de ventanas y cristales.
- Aléjate de ventanas y vidrios que puedan romperse u objetos que puedan caerte encima, así como de armarios que puedan abrirse.
- Recuerda: si te encuentras en el interior: quédate en el interior. No intentes salir del edificio. Muchas personas resultan heridas en las entradas de los edificios por la caída de escombros.
- Coge algo para proteger tu cabeza y la cara de los objetos que puedan caer.
- Si se va la luz, utiliza linternas con batería. No uses velas, ni cerillas durante ni después de un terremoto. Si hubiera una fuga de gas, podría producirse una explosión.
- Si te encuentras en la cocina cuando se produce el terremoto, apaga el horno y cúbrete rápidamente.
En un edificio alto.
- Busca refugio bajo una mesa consistente, lejos de ventanas y de paredes exteriores. Quédate en el interior del edificio. Puede que el suministro eléctrico se interrumpa y que los aspersores de emergencia se pongan en marcha. NO uses los ascensores.
Si te encuentras en el interior de un lugar donde hay muchas personas
- Si te encuentras en el interior de un edificio donde hay muchas personas (por ejemplo, de un centro comercial) no te precipites hacia las salidas. Otros/as harán lo mismo. Aléjate de estanterías que contengan objetos que puedan caerse. Si puedes, cúbrete y agarra algo que pueda servirte como escudo de protección de los objetos que puedan caer.
Si te encuentras en el exterior.
- Si te encuentras en el exterior, aléjate de los edificios y de los cables. El mayor peligro es la caída de objetos justo a las salidas de los edificios y de las paredes exteriores.
- Una vez que te encuentres en un lugar abierto, permanece ahí hasta que cese el seísmo.
Automóviles.
- Si te encuentras en un automóvil en marcha, para lo más rápido que puedas y en un lugar seguro. Pon el freno de mano. Aléjate del cableado eléctrico y de los puentes. Enciende la radio para escuchar cualquier parte de emergencias. Aunque el coche se mueva durante el seísmo, puede ser un buen lugar para mantenerte a salvo hasta que cese el temblor.
- Cuando reinicies la conducción, ten especial atención a la carretera. El terremoto puede haber causado grietas, caída de escombros, de cableado, etc.
Como sucede con todo, la práctica es la que hace la perfección. Para que puedas estar preparado/a para protegerte de forma inmediata cuando empiece a producirse un seísmo, practica “Agáchate, Cúbrete y Agárrate”. Haz un simulacro al menos una vez al año.
Lo que no debes hacer durante un terremoto
Hace tiempo que se publicó una fotografía sobre una casa derrumbada por un terremoto cuyo marco de la puerta de acceso era lo único que restaba en pie. Esta fotografía se hizo tan viral que las personas creyeron que ponerse bajo el marco de una puerta era el lugar más seguro donde protegerse si se producía un terremoto. Sin embargo, en las casas y edificios más modernos, las puertas no son más seguras y no te protegerán de objetos voladores o caídos. Así que ¡ponte debajo de una mesa!
¡No corras al exterior! Intentar correr durante un terremoto es una reacción peligrosa, ya que el suelo se está moviendo y con mucha facilidad podrías resultar herido/a por la caída de escombros o de cristales. Correr al exterior es especialmente peligroso porque podrían caer ladrillos, cristales, o cualquier otro elemento que se haya visto desprendido durante el seísmo. Estás mucho más seguro/a en el interior de donde te encuentres y debajo de una mesa resistente.
Después del Terremoto
Ten en cuenta que pueden producirse réplicas. Aunque la mayoría serán menos intensas que el terremoto principal, algunas pueden ser lo suficientemente fuertes como para causar más daños o derrumbar estructuras que hayan quedado debilitadas.
Debido a que los efectos de un seísmo pueden incluir incendios, fugas químicas, deslizamientos de tierras, rotura de presas, e incluso olas grandes (tsunami), procura informarte escuchando la radio o viendo los avisos emitidos en la televisión.
Heridos.
Comprueba si se han producido heridos. No intentes trasladar a los heridos, especialmente si han perdido la consciencia, a menos que la situación sea de riesgo extremo por cables eléctricos sueltos, inundación, u otro peligro inminente.
Las heridas internas, en ocasiones no son apreciables, pero podrían ser graves y ser un peligro para la vida de la persona. Si alguien ha dejado de respirar, tendrás que llevar a cabo los primeros auxilios y llamar a emergencias.
Suministros.
Un terremoto puede dañar el cableado eléctrico, causar una fuga de gas, interrumpir el suministro de agua…
Si hueles a gas:
- Abre las ventanas.
- Cierra la válvula del gas.
- No enciendas ningún aparato eléctrico ni enciendas la luz.
- Sal al exterior.
- Informa de la fuga.
- No vuelvas a entrar en el edificio hasta que las autoridades te lo permitan.
Si los cables están sueltos y podrían causar un cortocircuito o provocar un incendio:
- Desconecta la caja de fusibles.
Si han resultado dañadas las tuberías de agua:
- Cierra la llave de paso principal.
Otras precauciones
- No enciendas la chimenea. Es necesario comprobar que no haya sufrido daños.
- Antes de usar el aseo o los grifos, comprueba que no se han producido daños en las tuberías.
- No toques los cables.
- Si los medicamentos han quedado desperdigados, recógelos. Especialmente si son líquidos inflamables.
- Aléjate de todo tipo de teléfonos, a menos que sea para llamar a los servicios de emergencias.
- Aléjate de las zonas que hayan sufrido daños.
- Escucha las noticias por radio y sigue las instrucciones de los servicios de emergencias.
Si tienes que marcharte de tu casa.
Llévate tu mochila de emergencias.
Imagen. Crédito: SEMA