A finales de la semana pasada, la crisis energética en China empeoró. Los precios del carbón han alcanzado un nuevo récord histórico a medida que el frío llega desde el norte, lo que ha provocado que los precios del carbón hayan subido hasta marcar cifras históricas.
La situación se ha complicado tanto que, desde el mes de septiembre se han puesto en marcha racionamientos de energía en al menos 17 de las más de 30 regiones de China continental. Esto ha obligado a algunas fábricas a suspender la producción, así como a interrumpir las cadenas de suministro.
Según informa Reuters, la escasez de carbón, los altos precios del combustible y el auge de la demanda industrial posterior a la pandemia han provocado una escasez generalizada de energía en el país.
Las tres provincias nororientales de Jilin, Helongjiang y Liaoning, se encuentran entre las más afectadas por esta escasez de energía el mes pasado y varias regiones del norte de China, incluidas Mongolia Interior y Gansu, han empezado a utilizar calor para pasar el invierno, que se lleva a cabo fundamentalmente utilizando carbón, para hacer frente a la escasez de energía, y afrontar un clima más frío de lo habitual.
El domingo, 17 de octubre, las temperaturas en Beijing bajaron por debajo de los 0ºC (32ºF) hasta los 0,2ºC (31,6ºF) a las 06:44 horas (hora local), estableciendo un nuevo récord para mediados de octubre.
Se espera que la escasez eléctrica continúe hasta principios del próximo año. Al mismo tiempo, analísticas y comerciantes pronostican una caída de un 12% en el consumo de energía industrial en el cuarto trimestre, ya que el suministro de carbón se queda corto y los gobiernos locales dan prioridad a los usuarios residenciales.
¿A dónde conduce todo esto? ¿Será que también en China sufrirán apagones eléctricos como se ha pronosticado en Europa?
Fotografía. Crédito: TropicalTidbits, GFS