El lunes, el gigantesco socavón de Tampa, en Florida, se tragaba la séptima vivienda y se prevé que otras tres caigan en el agujero, que sigue aumentando de tamaño.
El pasado domingo eran dos las casas que caían en sus profundidades, y otras dos en la noche del viernes. Cuando se formó, el 14 de julio de 2017, se tragó otras dos viviendas y un barco.
Desde que apareció de la nada, y de forma repentina, sigue aumentando de tamaño y ahora se mantiene en unos 7,6 metros de ancho por unos 80 metros de largo.
Los operarios habían vertido tierra para estabilizarlo, y una vez estabilizados los extremos, esperaban retirar los escombros.
Las autoridades tenían previsto crear una rampa, como la de los barcos, para poder trabajar desde ella, que estaría flotando sobre el agua del socavón. Sin embargo, en la noche del viernes, se derrumbaron los flancos del socavón, aumentando su tamaño de nuevo.
Todos los trabajos que había planificados tuvieron que ser cancelados.
El portavoz del Ayuntamiento no quiere admitir que el socavón está aumentando de tamaño sin una investigación geológica y ni siquiera afirma que el agujero se pueda considerar un socavón. De hecho, su explicación es que la tierra se fue erosionando por el agua subterránea, hasta que cedió.
Los ingenieros creen que la solución se encuentra en verter rápidamente basura en la zona para crear un banco resistente que pueda mantener firmes todos los lados del agujero.
Los gastos de este socavón son millonarios, aunque afortunadamente, nadie ha resultado herido.
La fotografía corresponde al socavón el 19 de julio de 2017, cuando se había engullido dos viviendas el 14 de julio y un barco. Crédito: Loren Elliot / Tampa Bay Times, via Associated Press).