Tras el terremoto, el Centro de Advertencias de Tsunamis del Pacífico advirtió que se había registrado un tsunami, activando alertas por tsunami en Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador.
La costa más cercana al epicentro del seísmo, en México, también fue advertida de la alerta ante el peligro de que alcanzaran olas de tsunami .
Se esperaban olas de entre 0,3 y 1,0 metro en las islas Cook, Ecuador, Fiji, la Polinesia francesa, Guatemala y Kiritabi.
El pronóstico era de olas de olas de 0,3 metros en Australia, Vietnam y Japón, e incluso Filipinas activó una alerta por tsunami en su costa Este.
Según ha explicado el Jefe del Servicio Mareográfico de la universidad Nacional Autónoma de México, 15 minutos después del terremoto que sacudió las costas de Chiapas, se produjeron olas de dos a tres metros de altura. Por lo tanto, se produjo un tsunami alcanzando hasta tres metros, mientras que en otros sitios solo llegó a los dos metros. Afortunadamente, no tuvo una amplitud tan grande, salvo en Puerto Chiapas, Salina Cruz y en Acapulco, lugares que se vieron más afectados.
Las olas de tsunami tuvieron lugar en horarios diversos, según la zona y velocidad en la que abordaron las regiones, aunque llegaron primero a los lugares más cercanos como Puerto Chiapas, para posteriormente llegar a Huatulco antes que a Salina Cruz y después a Puerto Ángel. Minutos después, llegaba a Acapulco y a Zihuateanejo.
El experto destacó la importancia de monitorear el comportamiento de las olas durante las siguientes 12 horas al terremoto y recomendó estar atentos a cualquier réplica de importancia que pueda producir algún otro tsunami.