El Supertifón Lekima azotó el sudeste de China a primera hora del sábado, descargando lluvias torrenciales, acompañadas de fuertes vientos, que interrumpieron el suministro eléctrico, derribaron miles de árboles, y forzaron a más de 1 millón de personas a abandonar sus hogares.
Las zonas más castigadas por “Lekima” han sido Taizhou, Wenzhou y Ningbo, pero la mayor tragedia ha tenido lugar en la municipalidad de Wenzhou, que se encontró en el paso de la tormenta cuando entró en tierra por la noche y donde se calcula han muerto al menos 18 personas y 16 personas han desaparecido, tras producirse un corrimiento de tierras en la región. Al menos 200 casas en Zhejiang han quedado destruidas, así como 66.300 hectáreas de cultivos. Además, cerca de 3 millones de personas se han quedado sin suministro eléctrico.
La monstruosa tormenta había tocado tierra unas horas antes en Wenling City, con vientos máximos de 187 kilómetros por hora y se suponía iba hacia la costa este de Shanghái, donde se esperaban más lluvias torrenciales.
Las autoridades han pronosticado lluvias torrenciales en las provincias de Fujian, Anhui, Zhejiang y Jiangsu. Se han activado alertas por inundaciones repentinas, corrimientos de tierras y deslizamientos, provocados por las lluvias extremas.
Solo en la provincia de Zhejiang, se han cancelado cerca de 300 vuelos y los servicios del ferry y de trenes se han cancelado, como medida de precaución.
Más de 250.000 personas han sido realojadas en Shanghái, donde el tren de alta velocidad, que une la ciudad con uno de sus aeropuertos, ha sido suspendido. Más de 110.000 personas se encuentran alojadas en refugios.
China activó una alerta roja al aproximarse la tormenta el viernes, antes de bajarla al naranja, cuando el viento cesó un poco el sábado por la mañana. Antes de esto, a su paso por Taiwán el viernes, Lekima había causado nueve heridos y la cancelación de 500 vuelos.
Fotografía2 Crédito: RT