
La Tierra está en constante movimiento y los cambios geológicos se suceden cada día y en cada momento, sin embargo, normalmente tienen lugar prácticamente de forma imperceptible y tardan muchos años. Por ejemplo, el curso de un río o el nacimiento de una montaña pueden tardar miles de años.
¿Qué es una falla?
En geología, una falla es una fractura plana o discontinuidad en un volumen de roca, a través de la cual se ha producido un desplazamiento significativo a lo largo de las fracturas como resultado del movimiento de masas de rocas.
Las grandes fallas dentro de la corteza de la Tierra son el resultado de la acción de las fuerzas de las placas tectónicas, siendo la más larga la que conforma los límites entre las placas, como las zonas de subducción o las fallas en transformación. La liberación de energía asociada con el movimiento rápido en fallas activas es la causa de la mayoría de los terremotos.
Falla originada después del hundimiento de la tierra en la planicie del Triángulo de Afar en África (imagen por cortesía de http://service.spiegel.de/ y el Programa de Volcanismo Global).
El Geólogo Dereje Avalew y sus colegas de la Universidad de Addis Abeba fueron testigos de un evento natural sin precedente. Durante su desplazamiento a las planicies del Triángulo de Afar en África, la tierra tembló bajo sus pies, se abrió y la grieta avanzó a pasos agigantados, hasta detenerse.

El suelo se hundió 100 metros en las zonas de las fallas que avanzan a lo largo de una extensa parte de la región (imagen por cortesía de http://service.spiegel.de/ y el Programa de Volcanismo Global).
De forma inusual, las grietas que se han producido en el Triángulo de Afar en África han roto el suelo del desierto provocando un hundimiento de 100 metros en el suelo.
Imagen del triángulo de Afar (por cortesía de la NASA).
Al mismo tiempo, los científicos pudieron observar magma subiendo desde lo más profundo, comenzando a formar lo que se convertirá en el suelo basáltico de un océano. Presumiblemente, no pasará mucho tiempo para que el Mar Rojo inunde la región y el océano que nazca romperá África en dos.

Situación del Triángulo de Afar en África (imagen por cortesía de http://service.spiegel.de y el Programa de Volcanismo Global).
El Triángulo de Afar, que cruza Etiopía, Eritrea y Djibouti es la construcción más grande del planeta. Tres placas tectónicas se cruzan en este lugar con las placas de África y Arabia, separándose de dos líneas de fallas, a una media de un centímetro al año.
Christophe Vigny del Centro Geológico de París (por cortesía del Departamento de la Tierra-Océano-Atmósfera)
Según un informe del equipo de científicos de Christophe Vigny del Laboratorio Geológico de Paris, publicado en el 2006 en el Periódico de Investigación Geofísica, mientras las dos placas se separan, el suelo se hunde facilitando un espacio para el Mar Rojo y el Golfo de Aden.
Una tercera grieta se encuentra al sur, separándose no lejos del Lago Victoria. Una parte de la falla se dirige hacia el este, la otra hacia el oeste del lago. Ambas ramas de esta tercera grieta se están separando a una media de un milímetro por año.
Nuevas fallas se van abriendo, cambiando la orografía del terreno (imagen por cortesía de http://service.spiegel.de/ y el Programa de Vulcanismo Global).

El evento del que fueron testigos los Geólogos en el Desierto de Afar, el 26 de septiembre de 2005, fue la primera prueba de este proceso. Una semana de movimientos sísmicos sucedieron a los hechos y durante los siguientes meses, cientos de grietas se abrieron en el suelo, extendiéndose a lo largo de una zona de 552 kilómetros cuadrados.
Según el Geólogo Tim Wright, de la Universidad de Oxford: “La Tierra no ha parado de moverse desde entonces. El suelo sigue abriéndose y hundiéndose y terremotos de poca intensidad siguen sacudiendo la región constantemente”.
Desde que tuvo lugar la primera falla en la zona en septiembre de ese año, científicos procedentes de Italia, Francia, Estados Unidos y el Reino Unido, han acudido en varias ocasiones al lugar. Según la geóloga, Cynthia Ebinger, de la Universidad de Londres, se están sucediendo nuevas fallas. Fueron testigos de fumarolas tan calientes como 400º C, escucharon magma en ebullición y pudieron oler ácido sulfúrico. Las grietas más extensas tienen una profundidad de docenas de metros y cientos de metros de largo. También se observan trazas de erupciones volcánicas.
En algunas zonas, las fallas se han abierto bajo una fina capa de ceniza volcánica que cubre la región. Al no haber ceniza en las fisuras, se sobreentiende que las grietas se abrieron después de las erupciones volcánicas, por lo que la mayoría tuvieron lugar a finales de septiembre o en octubre de 2005. Según testigos locales, una nube de ceniza negra, procedente del Volcán Dabbahu, oscureció el cielo durante tres días.
Un nuevo suelo oceánico en la superficie de la Tierra
El magma
basáltico ha subido a la superficie a través de varias grietas. “Por el
momento”, explica Ayalew, “la lava parece no subir más. Sin embargo, una serie
de erupciones recientes han dejado capas nuevas de lava basáltica sobre la
superficie de la tierra. Es exactamente el mismo tipo de lava que es expulsada
por los volcanes que se encuentran bajo el océano, un proceso que suele empujar
lentamente sedimentos de lava anteriores”.
El proceso acaba de comenzar en el Triángulo de Afar y los científicos, por
primera vez en la historia, podrán ser testigos del nacimiento de una nueve
superficie oceánica.
El origen del magma de África parece ser una corriente gigantesca de rocas
fundidas que asciende a la superficie desde las capas interiores de la Tierra y
se está filtrando a través de la placa del continente Africano como una
antorcha. Es un proceso iniciado hace treinta millones de años cuando la lava
irrumpió en el continente por primera vez, separando la Península Arábiga de la
Africana y creando el Mar Rojo.
En la actualidad, le toca el turno al Triángulo de Afar y se está hundiendo
rápidamente. Extensas áreas ya se encuentran a más de 100 metros bajo el nivel
del mar. Por el momento, las tierras altas alrededor de la Depresión de Denakil
evitan que el Mar Rojo invada e inunde estas zonas, pero la erosión y el
movimiento de las placas tectónicas están reduciendo continuamente la altura de
esta barrera natural. La Depresión de Denakil, situada al este de Afar ya
es presa de inundaciones y cada inundación, va dejando una capa de sal.
África perderá su cuerno
La cadena
volcánica que discurre por unos 6.000 kilómetros al este del Sistema de Fallas
Africano apoyó la rotura del continente. En algunas zonas alrededor del Sistema
de Fallas, la corteza de la Tierra ya se ha abierto, dejando espacio al magma
que hay debajo. Desde el Mar Rojo hasta Mozambique en el sur, se han formado
decenas de volcanes, siendo los más conocidos el Monte Kilimanjaro y el Monte
Nyiragongo.
Estas montañas activas, algún día se hundirán en el mar. Los geólogos han
estimado que en unos 10 millones de años, el Sistema de Fallas de África será
tan grande como el Mar Rojo. Cuando esto suceda, África perderá su cuerno.
Hawái
El 15 de
octubre de 2006, se formó una nueva falla en la costa noroeste de Hawái. Ese
mismo día, tuvo lugar un terremoto de magnitud 6.7 en la escala de Richter. Los
científicos intentan averiguar si fue la falla la que provocó el movimiento
sísmico.
Los resultados del estudio se han publicado en diciembre de 2006 en una reunión
de la Unión Americana de Geología.
La falla, en la Placa oceánica, ocupa una extensión de unos 14 kilómetros de
longitud y se encuentra a unos 56 kilómetros bajo la superficie del mar, mucho
más profundo que donde suelen originarse los terremotos en esa zona.
El temblor originó una serie de eventos en cadena, incluidos temblores de menor
intensidad de magnitud 6.0 y más de 80 réplicas en un período de 24 horas.
Provocó deslizamiento de tierras, cortes de luz y daños menores en edificios de
la zona noroeste de Hawái.
Para una isla compuesta por una cadena volcánica, cualquier tipo de onda de
energía y temblor provocado por un terremoto puede interactuar con las cámaras
magmáticas que se convierten en lava eruptiva. Sin embargo, el temblor de
octubre no sólo no causó importantes cambios en los volcanes de la zona, sino
que redujo la actividad de todos ellos, excepto de uno: Mauna Loa, que
incrementó su actividad.
Según parece, el terremoto fue causado, no por la actividad volcánica, sino por
el fondo de los volcanes, es decir, por el hecho de que continúan adquiriendo
peso al acumularse más lava en su superficie.
Bibliografía:
Fema (página
en inglés) http://www.fema.gov
Enciclopedia
Wilkipedia.
Service
Spiegel (página en alemán e inglés) http://service.spiegel.de/
Centro
Geológico de París, Departamento de la Tierra-Océano-Atmósfera (página en
francés) http://www.geologie.ens.fr
Noticias de
Etiopía (página en inglés) http://ethiopia.wwnews.org/
Programa de
Volcanismo Global (página en inglés) http://www.volcano.si.edu
MSNBC – (en
inglés): http://www.msnbc.msn.com