Según la Dirección General de Protección Civil y Emergencia de España, un incendio forestal es aquel fuego que se extiende sin control por terreno forestal que no estaba destinado a arder.
El fuego es
un elemento natural que forma parte de las catástrofes naturales que modelan
nuestro entorno. Sin embargo, también puede ser provocado, tanto voluntaria
como involuntariamente. Su intensidad y recurrencia causa efectos dramáticos
sobre nuestro suelo, en algunos casos, con efectos irreversibles. Una de las principales
consecuencias de los incendios son las inundaciones, la desertificación y la
muerte de especies animales y vegetales. En un incendio forestal el fuego se propaga sin control sobre la vegetación en los bosques y las zonas áridas y semiáridas. La combustión de la vegetación forestal nos obliga a realizar su extinción.
Los incendios forestales son una de las fuerzas destructivas más fuertes del planeta. Mientras que, en ocasiones, son causados por relámpagos, la mayoría de ellos son provocados. Cada año se queman enormes extensiones de terreno en todo el mundo, con consecuencias no sólo para la zona donde tienen lugar, sino para todo el planeta.
Para que se produzca este tipo de fuego, tienen que darse tres elementos, llamados el “triángulo de fuego”: combustible, calor y oxígeno. Si falla alguno de ellos, no se produce el incendio.
Tipos de incendios forestales
Con base en
el estrato al que queman.
Incendio superficial. El fuego se propaga en forma horizontal sobre la
superficie del terreno, afectando a combustibles vivos y muertos, compuestos
por pastizales, hojas, ramas, pequeños árboles, troncos, humus, etc. que se
encuentran desde la superficie del suelo y hasta 1,5 metros de altura. Son los
incendios más comunes.
Incendio subterráneo. El fuego se inicia en forma superficial,
propagándose bajo el suelo mineral debido a la acumulación y compactación de
los combustibles, así como por su acumulación en los afloramientos rocosos en
donde se encuentran mantillo, raíces, hojas y otros materiales vegetales.
Incendio de copa o aéreo. Se inicia en forma superficial transformándose
a de copa o aéreo debido a la continuidad vertical de los combustibles del
suelo hacia la copa de los árboles. Su propagación es tanto de copa en copa en
los árboles, como en la vegetación superficial. Esta clase de incendios
consumen la totalidad de la vegetación, son extremadamente destructivos y
peligrosos, así como difíciles de controlar.
Estos incendios a su vez, se dividen en:
Antorcheo. Paso de fuego de superficie a fuego de copas, pero solo de
forma puntual en algunos pies.
Copas pasivo. Es el fuego que avanza por las copas de los árboles
acoplado y dependiente de un fuego de superficie, si se extingue este se
detiene el de copas.
Copas activo. Es el fuego que avanza por las coronas de los árboles
independientemente de la superficie. Solo se puede atacar de forma indirecta y
suele necesitar un viento mayor de 30 kilómetros por hora y proximidad de copas
(alta densidad aparente de copas y largas copas).
Pero, los incendios no solo son forestales, también tienen lugar en las
viviendas y son extremadamente peligrosos. Lo mejor que puede hacer es disponer
de un detector de humos en casa, comprobar de forma regular que siguen
funcionando y tener un extintor (así como aprender a usarlo).
Según el tamaño:
Grandes incendios forestales. Se definen como aquellos que de manera
continuada muestran un comportamiento que queda fuera de la capacidad del
sistema de extinción, ya sea por las elevadas longitud de las llamas, por las
altas velocidades de propagación o por la presencia de actividad de fuego en
las copas.
Los umbrales que los hacen GIF quedan a criterio de: longitud de llama > 3
m, velocidad de propagación >1,2 km/h, y actividad de copas igual o mayor a
fuego pasivo de copas.
Estos incendios no son muy frecuentes pero son un gran problema, ya que
calcinan superficies enormes en pocas horas o días.
Pequeños incendios forestales. Son aquellos que no alcanzan las
características para ser un GIF (Gran Incendio Forestal).
Por su parte, la Dirección General de Protección Civil de España distingue dos
tipos de incendios según su tamaño:
Conatos: menores de 1 hectárea.
Incendios: de superficie igual o superior a 1 hectárea, y dentro de estos, los
grandes incendios que superan las 500 hectáreas.
Según el elemento que rige el incendio:
Combustible, gas, topográfico, conducido por viento y hambriento.
Fases de un incendio
Un incendio
tiene tres fases distintivas:
1. Iniciación. Es el comienzo del incendio producido por causas naturales o
mayoritariamente por la acción del hombre.
2. Propagación. Es la extensión del incendio por la vegetación cercana.
La propagación del fuego dependerá de las condiciones atmosféricas, de la
topografía del terreno en el que se produzca y de la vegetación presente en el
mismo. Suele tener lugar en climas secos o subsecos, como el Mediterráneo,
donde la vegetación sufre estrés hídrico y algunas especies vegetales como los
pinos contienen resinas que ayudan a que el incendio se propague mejor y sea
más virulento. Además, también poseen mecanismos de adaptación al fuego como
las piñas serótinas.
3. Extinción. Es la finalización del incendio por causas naturales (lluvia o
falta de vegetación) por la acción humana (labores de extinción).
Las causas
En España,
más de un 96% de los incendios forestales están causados por el ser humano.
El foco de calor que origina la primera ignición del material vegetal
combustible puede tener distintos orígenes:
Natural: los rayos o los volcanes. Los rayos, son la causa natural
principal.
Humano: Principalmente la utilización de las zonas forestales como lugar
de trabajo (ganadería, agricultura y trabajos forestales), así como lugar de
ocio; pueden provocar que por negligencia, accidente o, en ocasiones
intencionadamente, tenga lugar un incendio. La quema de rastrojos y restos
forestales, las colillas arrojadas por fumadores, los fuegos piroctécnicos, las
chispas de frenado de ferrocarril, las chispas de líneas eléctricas, accidentes
de vehículos, etcétera, o de carácter intencionado con diversas motivaciones
por parte del autor.
Sea cual sea el origen, lo cierto es que si no se combate a tiempo, puede
generar grandes pérdidas en el medio ambiente, en bienes materiales e incluso
en personas y animales.
¿Cuáles son los problemas de los incendios?
El problema
fundamental es la falta de prevención. Este factor, junto con el abandono rural
y otras dificultades estructurales, ha generado un aumento de incendios
forestales altamente peligroso, no solo para la biodiversidad, sino también
para la seguridad de la población. Además, la mayor frecuencia e intensidad de
las olas de calor y el aumento de las temperaturas contribuye a una mayor
frecuencia e intensidad de los incendios forestales.
España es el país de la Unión Europea más afectado por los incendios
forestales. Otros países del Mediterráneo como Portugal, Grecia, el sur de
Francia o Italia también los sufren especialmente. A pesar de ello, no existe
una política forestal comunitaria.
¿Cuáles son los Niveles de Gravedad Potencial de un Incendio Forestal?
Según la
directriz básica de Planificación de Protección Civil de Emergencia por
Incendios Forestales en España, en función de:
las condiciones topográficas de la zona donde se desarrolle el o los incendios
simultáneos,
la extensión y características de las masas forestales que se encuentren
amenazadas,
las condiciones del medio físico e infraestructuras (cortafuegos, red viaria,
reservas y puntos de agua, etc.),
las condiciones meteorológicas reinantes (viento, temperatura, humedad
relativa),
los posibles peligros para personas no relacionadas con las labores de
extinción y para instalaciones, edificaciones e infraestructuras.
Se realizará una evaluación de los medios humanos y materiales necesarios para
la extinción y, en todo caso, la protección de personas y bienes, en relación
con los efectivos disponibles.
Tomando como fundamento esta valoración, se realizará una previsión de la
gravedad que la situación comporta, de acuerdo con la siguiente escala:
Nivel 0: Referido a aquellos incendios que pueden ser controlados con los
medios de extinción previstos en los respectivos planes y que, aún en su
evolución más desfavorable, no suponen peligro para personas no relacionadas
con las labores de extinción, ni para bienes distintos a los de naturaleza
forestal.
Nivel 1: Referido a aquellos incendios que pudiendo ser controlados con los
medios de extinción previstos en el Plan de Comunidad Autónoma, se prevé por su
posible evolución, la necesidad de la puesta en práctica de medidas para la
protección de las personas y de los bienes que puedan verse amenazados por el
fuego.
Nivel 2: Referido a aquellos incendios para cuya extinción se prevé la
necesidad de que, a solicitud del órgano competente de la Comunidad Autónoma,
sean incorporados medios estatales no asignados al Plan de Comunidad Autónoma,
o puedan comportar situaciones de emergencia que deriven hacia el interés
nacional.
La calificación inicial de la gravedad potencial de los incendios, en los
niveles anteriores, será efectuada por el órgano competente de la Comunidad
Autónoma. Dicha calificación podrá variar de acuerdo con su evolución, el
cambio de las condiciones meteorológicas, etc.
Se denominarán de nivel 3 aquellos incendios en que habiéndose considerado que
está en juego el interés nacional así sean declarados por el Ministro del
Interior.
¿Qué soluciones hay?
Según
explican desde MWF, mejorar la gestión forestal preventiva es la clave. Hay que
reducir la cantidad de biomasa (con la recogida de leña, una producción
sostenible de energía, etc.) siempre teniendo en cuenta el funcionamiento de
los ecosistemas y la necesidad de respetar la diversidad estructural del
bosque, etc.
Resulta fundamental desarrollar modelos Selvícolas (es decir, la gestión de
masas forestales) que imiten al máximo el funcionamiento de la naturaleza,
favorezcan la diversidad genética y específica y reduzcan la densidad de
arbolado. Así, nuestros bosques serán menos vulnerables a los incendios, las
plagas, enfermedades, etc.
Es necesario crear bosques mixtos, más abiertos, con especies autóctonas que
conformen paisajes que permitan su aprovechamiento y mantengan su valor
ambiental.
¿Qué hacer con los bosques después del fuego?
Los incendios no se acaban cuando se apagan las llamas. Es desde ese momento que hay que recuperar lo ardido y hacer lo posible para evitar que vuelva a suceder.
Para restaurar los terrenos incendiados hay que cumplir plazos de ejecución, realizar un seguimiento y evaluación, incorporar el conocimiento científico disponible y promover procesos de participación para que la población local se implique en el futuro de los nuevos bosques.
Mientras no se restauren los bosques adecuadamente y estos se sigan abandonando, seguiremos condenados a padecer incendios forestales.
¿Cómo afrontar un incendio forestal?
Cada vez hay más y más personas que hacen sus casas en lugares cercanos a árboles, cerca de bosques, en zonas rurales, o en lugares montañosos remotos. Estos residentes disfrutan de la belleza de un medioambiente natural precioso, pero también afrontan un gran peligro con los incendios forestales.
Cada año se producen numerosos incendios forestales, algunas casas sobreviven, otras no. Las casas que sobreviven en su mayoría lo hacen porque sus dueños se prepararon para afrontar un incendio de este tipo.
Los incendios forestales suelen comenzar de forma desapercibida, avivados por rayos o accidentes. Se extienden rápidamente, gracias a la quema de árboles, maleza y casas. Prepárese para afrontar un posible incendio forestal en su zona. Porque más vale prevenir que lamentar.
Según explican desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencia de España, los Planes de Autoprotección de Empresas, núcleos de población aislada, urbanizaciones, campings, etc, que se encuentren ubicados en zonas de riesgo, así como de asociaciones o Empresas con fines de explotación forestal, establecen las actuaciones a desarrollar con los medios propios de que dispongan, para los casos de emergencia por incendios forestales que puedan afectarles.
Estos planes tienen las siguientes funciones básicas:
Complementar las labores de vigilancia y detección previstas en los Planes de ámbito superior.
Organizar los medios humanos y materiales disponibles, para la actuación en emergencias por incendios forestales hasta la llegada e intervención de los Servicios Operativos previstos en los planes de ámbito superior.
Preparar la intervención de medios ajenos en caso de emergencia
Garantizar seguridad, y la eficaz evacuación del personal que puedan verse amenazadas por el fuego.
Los Planes de Autoprotección han de ser elaborados por las urbanizaciones, núcleos de población, campings y otras instalaciones ubicadas en zonas de peligro (que, a su vez, son determinadas por las CCAA). La aprobación de dichos Planes la realizan los Ayuntamientos que los han de incorporar, como anexo, a su Plan Local de Emergencia.
Los consejos que le vamos a dar a continuación desde AlertaTierra.com son un mero resumen, una introducción a las medidas que puede tomar para afrontar un incendio forestal con mayores garantías. Si desea informarse con mayor amplitud y prepararse para esta situación, le invitamos a consultar nuestro plan de preparación de emergencias. Un documento imprescindible que no puede faltar en su biblioteca personal.
Antes de un incendio forestal:
Antes de un incendio forestal debe preparar un kit de emergencia y trazar un plan de comunicaciones para su familia.
Utilice materiales resistentes al fuego o no combustibles para el tejado y estructura exterior de la casa. También puede cubrir los materiales del tejado de su casa o de la fachada con productos no inflamables, productos químicos preparados para retrasar su combustión.
Plante árboles que no aviven la combustión. Por ejemplo, los árboles de madera dura son menos inflamables que el pinto, el árbol de hoja perenne y los eucaliptos.
Limpie regularmente el techo y las canaletas.
Inspecciones chimeneas al menos dos veces al año. Límpiela al menos una vez al año.
Ponga un detector de humos y alarma en cada nivel de su casa, especialmente cerca de los dormitorios. Compruebe su funcionamiento cada mes y cambie las pilas al menos una vez al año.
Aprenda a usar un extintor de incendios e informe a su familia de dónde está ubicado.
Mantenga una escalera a mano para subir al tejado, al igual que herramientas como una pala, una sierra de mano, etc.
Piense en instalar persianas protectoras resistentes al fuego.
Retire todo lo que esté alrededor de la casa que pueda arder, por ejemplo, barbacoas, leña acumulada, mobiliario… Deje un espacio o barrera de defensa de 9 a 30 metros alrededor de su casa, libre de elementos que puedan arder con facilidad. Si se encuentra en una zona de pinos, debe dejar al menos 30 metros de seguridad alrededor de su casa.
Planifique sus necesidades de agua.
Lleve a cabo simulacros para saber cómo actuar.
Durante de un incendio forestal:
Si las autoridades le piden que evacúe la zona, hágalo de inmediato y llévese su kit de emergencia. Cierre la casa aléjese del fuego.
Si aún no le han dicho que se marche, y tiene tiempo para preparar su evacuación, tenga a mano lo siguiente:
Ropa y calzado que le proteja. Ropa de lana, guantes, un pasamontañas para taparle la cara.
Cierre ventanas, puertas, salidas de animales… Retire cortinas. Cierre todas las persianas para disminuir el calor.
Apague el gas natural y propano.
Ponga en marcha el sistema de riego automático.
Ponga una escalera junto a la casa.
Desconecte cualquier puerta de garaje automática, pero asegúrese que puede abrirla de forma manual y cierre todas las puertas de garaje.
Si tiene algo de valor que pueda mojarse, échelo a la piscina.
Encienda las luces exteriores y deje la luz en cada habitación de la casa, para que sea visible en caso de humo.
Después de un incendio forestal:
No vuelva a casa hasta que las autoridades autoricen que puede regresar a su casa.
Durante varias horas después del incendio, manténgase atento a una posible reactivación.
Si detecta humo o llamas al entrar en el edificio, salga de inmediato.
Tire cualquier alimento o bebida que se haya visto expuesta al fuego o al humo.
No beba agua del grifo. Podría estar contaminada.
Mantenga la calma y si se encuentra bien, intente ayudar a los demás.
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