¿Qué es un frente frío?
Se trata de una franja de inestabilidad que se forma cuando una masa de aire frío se acerca a una masa de aire caliente. El aire frío, más denso, genera una cuña y se mete por debajo del aire cálido y menos denso.
Los frentes fríos se desplazan rápidamente, son fuertes y pueden ocasionar perturbaciones atmosféricas como tormentas de truenos, chubascos, tornados, vientos fuertes y cortas tempestades de nieve antes del paso de un frente frío.
Dependiendo de la época del año y de su localización geográfica, los frentes fríos pueden venir en sucesión de 5 a 7 días.
En los mapas del tiempo, los frentes fríos están marcados con el símbolo de una línea azul de triángulos que señalan la dirección de su movimiento.
¿Qué es una ola de frío?
Aunque no
existe una definición precisa del término, podemos decir que una ola de frío es
una situación atmosférica que produce temperaturas extremadamente bajas en
relación con la media de la época provocada por la invasión de una masa de aire
frío y que suele durar más de un día. Se forma por la invasión de masas de aire
muy frío y su extensión puede ser de centenares o de miles de kilómetros
cuadrados.
Pero, ¿qué valor tienen que alcanzar las temperaturas para poder considerarse
una ola de frío? ¿Cuántos días tienen que mantenerse? ¿Qué superficie tiene que
verse afectada?
Al no existir una definición “oficial”, cualquier explicación sobre el tema
debe empezar por fijar los umbrales que se van a emplear, lo que condicionará
los resultados.
En invierno es normal que haga frío y no podemos hablar de ola de frío, cuando
las temperaturas, aún siendo bajas, o incluso muy bajas, sean relativamente
habituales en el periodo invernal de la zona. Por lo tanto, al fijar los
umbrales de temperatura, ha de considerarse que los valores “normales” de las
mismas difieren mucho de unas zonas a otras, y esto hace que no se pueda
establecer el mismo límite para todas las estaciones meteorológicas y también
que unos umbrales demasiado laxos darían como resultado que el número de episodios
de olas de frío de cada invierno, fuese muy elevado, perdiendo la condición de
excepcionalidad, mientras que si son demasiado restrictivos, podrían pasarse
por alto episodios que para parte de la población, sí que deberían ser
catalogados como ola de frío.
Tipología
Las masas de
aire que pueden producir olas de frío se pueden clasificar en dos tipos, según
dónde se formen:
Masas de aire ártico y antártico o siberianas. Son las más fuertes. Se
originan en las proximidades de los polos, sobre las aguas heladas del océano
Ártico y los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida. Se caracterizan
por sus bajas temperaturas y un bajo contenido de humedad. Son de nubosidad
escasa y poca probabilidad de lluvias. Son masas de aire muy estables y a
medida que se trasladan hacia las latitudes más bajas, se transforman
dependiendo de las zonas por las que pasan. Cuando su trayectoria es
continental, experimentan pocos cambios y no ocasionan grandes nevadas. Cuando,
por ejemplo, afectan a Europa occidental a finales de invierno o inicio de
primavera, pueden inestabilizarse cuando pasan por el océano Atlántico y
ocasionar grandes nevadas y fuertes descensos de las temperaturas.
El manantial del aire ártico continental se sitúa en la Rusia europea, en el
norte de Escandinavia. Es la más fría y más seca y es la masa siberiana típica.
Masas de aire polar. Tienen menos intensidad. No se forman en los polos
sino en zonas alejadas de estos, situados entre los 55 y 70 grados de latitud.
Son masas de aire frías, secas, y de estratificación estable. Suelen formase
nubes, pero no llueve porque mantienen la misma humedad que tenían en su
origen. Si se desplazan sobre el océano Atlántico o Pacífico, la masa sufre más
cambios. En contacto con aguas frescas se forman bancos de niebla o nubes
estratiformes que desprenden lluvias débiles. En contacto con zonas más
cálidas, la capa de aire inferior de la masa se va calentando, lo que genera
movimientos dentro de la masa, dando lugar a nubes cumuliformes y precipitaciones
de tipo tormentoso.
El aire polar marítimo procede del atlántico septentrional y alimenta al sector
posterior de las borrascas frontales.
El aire polar continental nace en Europa central y occidental.
Umbrales de alerta
En España existe una complicación para el establecimiento de los umbrales de alerta para una ola de frío, pero se consideran los siguientes:
Descenso de al menos 6ºC en 24 horas. Depende de la zona que se trate, la temperatura mínima deberá ser una u otra:
Temperatura mínima alcanzando un umbral de 0ºC en el litoral de la Península y de Baleares, Ceuta y Melilla.
Temperatura mínima alcanzando un umbral comprendido entre 0ºC y los -5ºC en las zonas cuya altitud se halle entre el nivel del mar y los 200 m.
Temperatura mínima alcanzando un umbral comprendido entre -5ºC y los -10ºC en las zonas cuya altitud se encuentre entre los 200 y los 800 m.
Temperatura mínima alcanzando un umbral inferior a -10ºC en las zonas cuya altitud se halle comprendida entre los 800 y los 1200 m.
Para altitudes superiores, al igual que con las nevadas, no se establecen umbrales ya que se supone que la población ya está acostumbrada o bien no son zonas pobladas.
La zona americana de las cataratas del Niágara el 9 de enero de 2014. Las cataratas se encuentran parcialmente congeladas por el vórtice polar que ha provocado un descenso importante de las temperaturas (imagen de Michael Muraz, por cortesía del NOAA).
¿Qué son las tormentas de invierno?
Una tormenta de invierno puede ser desde una nevada moderada de unas horas, a una ventisca con condiciones cegadoras de nevadas intensas y que dure varios días. Algunas tormentas de invierno pueden llegar a ser lo suficientemente duraderas como para afectar a amplias regiones, mientras que otras solo afectan una zona determinada. Muchas tormentas de invierno vienen acompañadas de temperaturas bajas y nevadas intensas, que pueden disminuir la visibilidad considerablemente.
Consecuencias de las olas de frío y tormentas de invierno
El peligro
de una ola de frío y de las tormentas de invierno varía de un sitio a otro, sin
embargo, se viva donde se viva, es posible que en alguna ocasión, se sufra una
ola de frío de algún tipo que pueda poner la vida en riesgo.
En invierno, los eventos climáticos pueden ser sorprendentes por su intensidad
o por su duración. Las nevadas intensas o la lluvia helada pueden durar varios
días, las ventiscas y los vientos helados convertirse en un riesgo para las
personas y para las propiedades, pudiendo interrumpir servicios esenciales o
actividades en la región.
Muchas tormentas de invierno vienen acompañadas por temperaturas peligrosamente
bajas y, en ocasiones, por vientos intensos, hielo, aguanieve y lluvia helada.
Una de las preocupaciones de este clima extremo es que puede interrumpir el
suministro eléctrico, y por lo tanto, la calefacción en muchos hogares, así
como las telecomunicaciones y servicio de transportes y comunicaciones. A veces
durante horas, o durante días.
Las nevadas intensas y el frío extremo pueden dejar toda una región
inmovilizada, aislada e incomunicada.
El Servicio Nacional de Meteorología de los Estados Unidos califica las
tormentas de invierno como “asesinas” porque la mayoría de las víctimas
mortales causadas se encuentran indirectamente relacionadas con la tormenta. En
su lugar, las personas pierden la vida en accidentes de tráfico en carreteras
heladas y por hipotermia, al exponerse demasiado tiempo al frío.
Es muy importante prepararse bien para el invierno antes de que llegue.
¿Cómo se forman las tormentas de invierno en los Estados Unidos?
Las tormentas de invierno derivan su energía del choque de dos masas de aire de diferentes temperaturas y niveles de humedad. Por lo general, se forman cuando una masa de aire frío, seco, aire canadiense, se mueve al sur e interactúa con una masa de aire húmeda y cálida desplazándose hacia el norte desde el golfo de México. El punto donde se reúnen estas dos masas de aire, se denomina como frente. Cuando el aire cálido avanza, se monta en el más denso, la masa de aire frío, para formar un frente cálido. Si ninguno de los dos avanza, se forma un frente estacionario.
¿Cómo se forman las ventiscas?
Una ventisca
es una tormenta de invierno de larga duración acompañada de vientos muy fuertes
y nevadas muy intensas.
Para que se forme una ventisca hace falta que se cumplan tres circunstancias:
aire frío en la superficie, mucha humedad y elevación. El aire cálido debe
subir por encima del aire frío.
¿Qué es una tormenta de nieve?
Una tormenta
de nieve es cuando el trueno y el rayo es producen durante una tormenta de
nieve. Suele tener lugar con mayor frecuencia a finales del invierno o
principios de la primavera.
Para que se forme una tormenta de nieve, debe haber una masa de aire frío sobre
una masa de aire cálido, así como humedad más cerca del suelo. Pueden comenzar
como si fueran una tormenta de verano. En ocasiones, pueden llegar a ser
intensas.
¿Qué es la lluvia helada?
Es lluvia que cae sobre una superficie con una temperatura bajo cero. Esto hace que se congele a las superficies tales como árboles, automóviles y carreteras, formando un esmalte de hielo. Incluso pequeñas acumulaciones de nieve pueden ser un peligro importante.
El lago Michigan, situado frente a Chicago, completamente congelado durante el vórtice polar que afectó al país. 7 de enero de 2014 (imagen de Edward Stojakovik, por cortesía del NOAA).
¿Qué se considera como aguanieve?
Son gotas de agua que se congelan en gránulos de hielo antes de llegar al suelo. Suele rebotar al caer en la superficie y no se pega a los objetos, sin embargo se puede acumular como la nieve y convertirse en un peligro para los conductores.
¿Qué es una tormenta de hielo?
La tormenta de hielo se produce cuando la lluvia cae y se congela inmediatamente en el impacto. Las comunicaciones y el suministro eléctrico puede verse interrumpido durante días, e incluso pequeñas acumulaciones de hielo pueden causar riesgos extremos a los conductores y peatones.
¿Cómo se forma una tormenta de hielo?
Las tormentas de hielo se forman cuando una capa de aire cálido se encuentra entre dos capas de aire frío. La precipitación helada se derrite mientras cae en la capa de aire cálida y después vuelve a congelarse en la capa fría sobre el suelo. Esto provoca una lluvia helada o un cristal de hielo.
¿Quién se encuentra más en riesgo con las tormentas de invierno y las olas de frío?
Según la
estadística, el 70% de las muertes por una tormenta de invierno son causadas
por accidentes relacionados con la circulación. Una cuarta parte de las
pérdidas de vidas humanas por tormentas de invierno son el resultado de
personas que han quedado atrapadas en la tormenta y más del 50% de estas
muertes son varones.
Las tormentas de invierno y las olas de frío causan condiciones difíciles para
conducir por nevadas que disminuyen la visibilidad, frío extremo, carreteras
heladas, avalanchas, árboles y tendidos eléctricos caídos, etcétera. También
pueden verse interrumpidos los servicios eléctricos, de agua potable, las
líneas de comunicación y las carreteras, lo que puede impedir el acceso de los
servicios médicos y de emergencias, así como camiones de suministros.
Es importante prepararse antes de una tormenta de este tipo, saber lo que hacer
durante la misma y después de ella.
¿Cuáles son los riesgos principales?
Una tormenta
de invierno, o una ola de frío, puede durar varios días y venir acompañada de
vientos fuertes, lluvia helada o hielo, nevadas intensas, y por temperaturas
muy frías.
Las personas pueden quedar aisladas en sus casas, sin utilidades ni otros
servicios.
Las nevadas intensas y las ventiscas pueden dejar a conductores atrapados en
sus vehículos. Intentar caminar en busca de ayuda en una ventisca puede ser una
decisión mortal.
Las tormentas de invierno y las olas de frío pueden hacer que conducir y
caminar sea un riesgo extremo.
Las temperaturas extremadamente bajas y la acumulación de nieve, y en ocasiones
las inundaciones costeras, pueden ser condiciones peligrosas.
El paso de una tormenta de invierno o de una ola de frío y sus consecuencias
puede afectar a una región o zona durante días.
¿Qué es un vórtice polar?
El vórtice
polar es una amplia zona de bajas presiones y aire frío que rodea ambos polos
de la Tierra. Siempre se encuentra cerca de los polos, pero se debilita en
verano y se intensifica en invierno. El término “vórtice” se refiere al flujo
de aire que se desplaza en dirección a las agujas del reloj y que ayuda a
mantener el aire frío cerca de los Polos.
Muchas veces, durante el invierno en el Hemisferio Norte, el vórtice polar se
expande, enviando aire frío hacia el sur con la corriente. Suele suceder en
invierno y estar asociado con olas de frío polar históricas.
En Estados Unidos han tenido lugar algunas tormentas invernales de este tipo,
que han sido registradas como históricas: en 1977, 1982, 1985, 1989 y en enero
de 2014.
Una ola de frío causada por el desplazamiento hacia el sur del vórtice polar
ocasionará temperaturas mucho más extremas que una simple ola de frío. Por lo
tanto, es necesario extremar las precauciones en estos casos.
¿Cómo afrontar el frío?
Los consejos
que le vamos a dar a continuación son un mero resumen, una introducción a las
medidas que puede tomar para afrontar una ola de frio con mayores garantías. Si
desea informarse con mayor amplitud y prepararse para esta situación, le
invitamos a consultar nuestro plan de preparación de emergencias. Un
documento imprescindible que no puede faltar en su biblioteca personal.
Antes de una tormenta de invierno o de una ola de frío.
Elabore un plan de emergencia y prepare un kit de emergencias para su coche y
para su casa. Incluya un kit de primeros auxilios, comida de emergencia que no
necesite cocinado o refrigerado, agua embotellada, una radio que funcione con
pilas (y pilas extra), una linterna, ropa de abrigo y mantas, medicamentos
extra, comida para bebés, combustible para estufas o leña, un extintor de
incendios, comida extra y alojamiento cálido para mascotas.
Durante la tormenta de invierno o de una ola de frío.
Quédese en el interior y abríguese. Cierre las habitaciones que no vaya a
utilizar para evitar derrochar calor.
Coma con frecuencia, porque los alimentos proporcionan energía y producen su
propio calor.
No se olvide de beber mucha agua.
Abríguese, pero con ropa que no pese demasiado. Evite abrigarse demasiado.
Si no tiene más remedio que salir al exterior, abríguese con más capas de ropa,
guantes, bufanda y gorro. Tenga cuidado con los síntomas de hipotermia.
Recuerde mantenerse seco. Siempre debe cambiarse rápidamente y ponerse ropa
seca si se ha mojado.
¿Qué es una hipotermia?
Sucede cuando la temperatura del cuerpo se encuentra anormalmente baja. Entre las señales que pueden manifestarse se encuentran los temblores incontrolables, la pérdida de memoria, desorientación, incoherencia, habla interrumpida, y cansancio. Requiere una atención médica de inmediato. Si no es posible conseguir un médico, hay que calentar el cuerpo LENTAMENTE.
Si no tiene más remedio que conducir en estas circunstancias, lleve un móvil cargado y un cargador o batería extra. Siempre debe salir con el tanque lleno. No se olvide de decirle a alguien a dónde va y qué camino piensa seguir. Si se queda atrapado, podrán dar la alerta. Si se queda atrapado en el vehículo, espere a que vengan a ayudarle a menos que la visibilidad sea buena. Utilice mapas, mantas, lo que tenga a mano para mantenerse caliente.
Después de una tormenta de invierno o de una ola de frío.
Evite conducir hasta que la carretera vuelva a estar en condiciones. Evite cansarse en exceso. Los infartos suelen producirse por retirar nieve. Asegúrese también de que sus vecinos están bien.
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