
Katrina, un nombre que se le asignó a una tormenta tropical en el 2005 y que marcaría un antes y después, resultó el huracán más potente de la historia de los Estados Unidos.
En primer lugar, afectó al sur de Florida como un huracán de categoría 1. Ya por entonces, se pudo apreciar su fuerza al causar fallecidos y daños materiales.
Cuando entró en el Golfo de México, sus aguas cálidas le aportaron la energía suficiente como para convertirse en un huracán extremadamente peligroso y mortal de categoría 5.
Las autoridades comenzaron a estudiar las posibles rutas del huracán alertando a la población de la gravedad de la situación y emitiendo una orden, en principio, voluntaria de evacuación, que terminaría siendo de obligado cumplimiento.
Evacuar toda una ciudad, conlleva su tiempo. La mayor parte de la población, ajena al verdadero peligro que se avecinaba, había pospuesto su partida para el último momento. Cuando Katrina alcanzó la categoría 5 y amenazaba con entrar en tierra con una categoría cercana al 5, faltaban pocos días para su llegada y la población en masa, decidió abandonar la ciudad.

A las 16:20 horas, horas antes de la llegada de Katrina, el cielo oscureció y el viento cobraba fuerza. Veinte minutos más tarde, la visibilidad se vio reducida considerablemente y parecía de noche.
Muchos se quedaron sin gasolina, otros estaban atrapados en largas colas que parecían no terminar nunca. Katrina había perdido fuerza y se había convertido en un huracán de categoría 3, aunque de gran fuerza. Su llegada se iba acercando y todavía había un gran número de personas atrapadas en las carreteras. El cielo comenzaba a oscurecerse y el viento presagiaba su llegada.
Muchas personas habían optado por quedarse en sus casas, bien por falta de medios para salir de la ciudad, bien porque – simplemente – no tenían la menor intención de abandonar sus hogares.
El mundo estaba pendiente de los acontecimientos.
Su paso fue desolador y catastrófico. Luisiana, el Mississippi, Florida, Georgia y Alabama sufrieron el impacto y las consecuencias de su fuerza.
Los árboles caían sobre las casas y los automóviles y causaban importantes daños en las viviendas.
En un principio, parecía que no iba a ser tan grave como se esperaba. Algunos habitantes informaban de árboles caídos, tendidos eléctricos en el suelo, … Sin embargo, lo peor no tardaría en llegar.
Las bombas de achique no pudieron evitar que el agua entrara en la ciudad después de que el muro de contención se rompiera en diferentes puntos.

Cuando se produjo una brecha en el muro de contención que mantenía la ciudad de Nueva Orleáns seca, un peligro mayor estaba a punto de convertir el paso de Katrina en una verdadera tragedia. Las bombas que achicaban agua dejaron de funcionar y el agua se abrió paso hacia la ciudad.
Casas flotantes, barcos, vehículos… aparecieron en los sitios más insospechados, arrastrados por la fuerza del agua.
Algunos barcos incluso obstruían las carreteras haciendo imposible el tránsito y la llegada de ayuda.
Las casas, en algunas zonas, quedaron prácticamente cubiertas por el agua y las personas que se refugiaban en ellas, se encontraban atrapadas en sus buhardillas.

En la primera fotografía se puede apreciar cómo el agua ha subido considerablemente, mientras que en la segunda fotografía de Buckaneerville, apenas se ven los techos de las casas.
Los servicios de salvamento tuvieron que comprobar, casa por casa, si quedaban supervivientes a los que pudieran asistir. Una tarea difícil y peligrosa. El agua estaba contaminada, todavía había personas que se negaban a abandonar sus casas… Y podía haber miles de personas necesitando ayuda.

Numerosos hogares destrozados y personas que se marchaban con lo mínimo imprescindible, camino hacia lo desconocido.
A los considerables daños causados por el agua y el viento, se unieron los incendios y los tornados que habían asolado urbanizaciones enteras destruyendo todo a su paso.
Durante más de doce días, los servicios de salvamento, acompañados por voluntarios, rastrearon casa por casa en busca de supervivientes que todavía estaban encerrados en sus casas sin recibir ayuda. Y es que, 11 días después, todavía había víctimas sin atender.
La ciudad comenzó a sufrir incendios y pillaje. La población carecía de lo básico: comida y agua potable. El caos se había hecho dueño de Nueva Orleáns.
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Estado exterior de parte del Superdome después de Katrina. El agua de la ciudad rodeó el estadio y estuvo a punto de causar una tragedia de incontables proporciones.
Miles de supervivientes fueron conducidos al Superdome, que había resistido el huracán con mucho esfuerzo y que se encontraba sin recursos ni servicios para la población.
Pero, no sólo las personas se habían visto afectadas por el devastador huracán.
El número total de víctimas mortales causadas por el paso del huracán Katrina, en base a los informes emitidos por los cinco diferentes estados afectados, se calculó en 1.336. Luisiana contabilizó 1090 fallecidos, Mississippi, 228; Florida, 14; Georgia, 2 y Alabama 2.
El número total de víctimas mortales causadas directamente por el huracán, aunque sin duda elevado, se desconoce y seguramente nunca podrá saberse a ciencia cierta. Obviamente, la cifra mayor de muertos tuvo lugar en el estado de Luisiana, debido a la inundación de Nueva Orleáns.
No obstante, a lo anterior, Katrina fue superada en el número de víctimas mortales por el huracán Galveston que en el año 1900 sesgó la vida de más de 8.000 personas en Texas. Como resultado de las estadísticas, Katrina se sitúa como el quinto huracán más importante de los Estados Unidos.
En cuanto a los daños materiales causados por el huracán, Katrina dejó a miles de personas sin hogar y sin negocio, sin vehículo, sin barco de recreo… Y numerosas ciudades sufrieron considerables daños. Miles de personas tuvieron que refugiarse y abandonar sus casas y las autoridades y servicios de auxilio se vieron completamente colapsadas.
El oleaje y fuerza del agua fue tal que muchos de los barrios y urbanizaciones quedaron completamente aniquilados. Algunos, con tan solo los cimientos. Lugares que se tardarán años en volver a construir.
Al sur de Florida, algunas áreas que pudieron evitar la catástrofe de Katrina, se habían tenido que enfrentar a fuertes vientos huracanados y a la destrucción de los tornados. También la agricultura sufrió daños en Georgia. Además, durante el azote de Katrina, más de tres millones de personas se quedaron sin suministro de energía eléctrica, algunas durante semanas.
La alerta de huracán, en un principio, para Luisiana se emitió 44 horas antes de su llegada a Nueva Orleáns. Sin embargo, muchas personas decidieron quedarse y enfrentarse a lo que – debieron pensar era un huracán de menor fuerza. Haber sobrevivido a Katrina resulta un regalo teniendo en cuenta los considerables daños y muertes que causó.
Actores y actrices de renombre internacional comenzaron una campaña para recaudar fondos para las víctimas. El mundo entero se movilizó y respondió a la petición de ayuda de los Estados Unidos.
Katrina definitivamente fue uno de los huracanes más terribles de la historia de los Estados Unidos… Al menos, hasta la fecha en que tuvo lugar.
Enero de 2006.
Bibliografía:
- Centro Nacional de Huracanas. Predicción de huracanes. (página en inglés) http://www.nhc.noaa.gov
- Laboratorio Oceánico y Meteorológico del Atlántico (página en inglés) http://www.aoml.noaa.gov
- Homeland Security Department, for kids (págine en inglés) http://www.fema.gov/
- Instituto Finlandés de Investigación Marina (página en finlandés e inglés) http://www.fimr.fi/
- Instituto Nacional de Meteorología de España http://www.inm.es