A lo largo de los últimos años, aumentan los avistamientos de cielos rojos al atardecer, la Luna roja, polvo rojo, e incluso un halo rojo alrededor de Venus.
Es importante tener en cuenta que el polvo rojo que estamos viendo en la Tierra en estos momentos, no es un signo de que el reverso de los polos es un fenómeno inminente. El polvo rojo que es lo suficientemente pesado como para convertir los ríos en color rojo sí es algo que sucederá en las últimas fases antes del reverso de los polos, pero antes de que tenga lugar este hecho, solamente una leve capa de polvo rojo caerá sobre la Tierra, más beige que rojo.
Por supuesto, que existe una caída constante de polvo rojo que entra en nuestra atmósfera procedente de la amplia estela del Planeta X, que ha aumentado el número de Lunas rojas, de ocasos, y de alguna que otra acumulación de polvo rojo por aquí y por allá, pero la mayor cantidad de polvo rojo caerá en los momentos anteriores al reverso de los polos, y será rápidamente identificable como tal.
Sin embargo, no hay que dejarse llevar y pensar que todo lo anómalo de color rojo sea causado por el Planeta X… Existen otros motivos por los cuales los ríos pueden tornarse rojo, como sucedió en China…
Los residentes creían tener el río más saludable de su región porque no había fábricas a lo largo de su orilla, sin embargo, en una población del condado de Cagnan, el agua se tornó de color rojo y olía mal.
Nadie sabía qué había podido provocar que el color del río cambiara tan drásticamente, cuando siempre habían podido beber agua del río o pescar en él sin problemas. Pero, los expertos en medio ambiente pronto tomaron muestras del agua y explicaron que sospechaban que un líquido de color rojo había sido vertido de una fábrica de tintes, aunque no sabían que hubiese alguna en la zona.
Igualmente, la marea roja es un fenómeno bien conocido que tiene lugar por la floración de algas que convierte el color del mar en rojo. Incluso la savia de algunos árboles puede ser roja debido a una alteración en su sistema inmunológico.
En ocasiones, los sistemas climáticos atrapan el polvo de la Tierra que se desplaza en ellos y termina cayendo en lugares extraños. Curiosamente, en el Glaciar Taylor, en la Antártica, se observó agua de color roja, debido a que había polvo rojo atrapado de un reverso de los polos anterior.
Se supone que el color rojo del agua del glaciar se debe a unos microbios de color rojo que pueden vivir en el contenido alto en hierro de un lago que hay bajo el hielo. Si el color rojo procede del color de los microbios o del hierro, no importa, ya que el hierro es el ingrediente principal. Y, ¿de dónde viene ese hierro de color rojo?
Existe un polvo rojo que procede de la masiva estela o cola que viene tras el Planeta X durante sus desplazamientos. La estela, que contiene lunas, rocas, grava, polvo y gases, es la razón por la cual el Planeta X es descrito por los testigos de un reverso de los polos como un dragón, una criatura mítica con una larga y torcida cola.
Esta cola o estela, se formó cuando el sistema solar se estaba formando, pero principalmente se formó al atrapar polvo del cinturón de asteroides; acumulando en cada pasaje más y más escombros en su campo gravitacional y por su empuje magnético. El polvo rojo es la razón por la que el Planeta X aparece de color rojo a pesar de ser un planeta compuesto principalmente de agua.
Este polvo rojo se encuentra cargado y no cae en la superficie del Planeta X debido a su gravedad, ya que se encuentra afectado por el campo magnético del planeta que lo mantiene suspendido en el aire.
Cuando el Planeta X entró en el interior del sistema solar en 2003, la fuerza de repulsión con el Sol aumentó y lo ralentizó hasta el punto de casi detenerlo, mientras que su estela seguía moviéndose, pasando el Sol, y empezó a afectar a la Tierra que se encontraba en el otro lado del Sol en ese momento. Fue cuando se empezaron a dar los primeros avistamientos de personas que veían el efecto del polvo rojo, aunque todo se explicaba oficialmente como polvo en suspensión del Sáhara.
La estela o cola no ha dejado de flotar hacia nosotros, desde entonces, y se puede apreciar en ocasiones, porque los campos magnéticos de ambos planetas están interactuando y la nube de polvo cargado fluye a lo largo de esas líneas. Existe un gran magnetismo y la estela se ve atrapada en un inmenso flujo de partículas entre la Tierra y el Planeta X.
Así que, en el año 2004, cuando el Planeta X doblaba el Polo Sur del Sol, la cola cargada no apuntaba hacia la Tierra, pero se encontró unida al Sol como sucede con dos magnetos que se encuentran próximos entre sí. Hasta principios del año 2005, cuando el Planeta X subió gradualmente a la eclíptica y comenzó a moverse hacia la Tierra. Esto resultó en el retorno de ocasos rojos y cielos rojos, conforme el Polo Norte del Planeta X dio media vuelta al cambiar de estar alineado con el Polo Sur del Sol a estarlo con el Polo Norte.
Desde el año 2014, el Planeta X se ha desplazado y se encuentra cada vez más cerca de la Tierra. Su estela apunta más directamente en nuestra dirección, en oposición a la izquierda, donde se observó en los últimos años.
Con el paso del tiempo, podrán verse más cielos rojos, polvo rojo y lunas rojas, hasta que lleguemos a las últimas fases antes del reverso de los polos, en el que el polvo rojo en gran cantidad y pesado, convertirá los ríos y los estanques en rojo y le dará al agua un sabor amargo, debido a la carga de óxido de hierro que lo compone. Esto supondrá que el gigante magnético, el Planeta X, estará en el centro de esta atracción magnética. En el extremo de la estela se encuentra el polvo que no tiene una gran carga, y por lo tanto, no tiene tanto contenido de óxido de hierro, ni tampoco tiñe de rojo.