A las 15:07:58 horas (UTC), alrededor de las 08:08 horas (hora local) del 29 de agosto de 2019, los residentes en Oregón, se llevaron un buen susto al registrarse un terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter frente a la costa. El terremoto se produjo a unos 294 kilómetros /177 millas) de Bandon, Oregón, donde residen unas 3.115 personas, y 414 kilómetros (258 millas) de Salem, donde residen unas 164.549 personas, y a solo 10 kilómetros de profundidad.
Según el EMSC, el terremoto se localizó en 43.62ºN, 127.97ºW y el NTWC descartaba la posibilidad de que generara un tsunami.
No hay residentes en un radio de 100 kilómetros.
Según ha explicado el Director de la Red Sísmica del Noroeste del Pacífico en la universidad de Washington, el terremoto fue causado por un deslizamiento en una falla frente a la bahía, conocida como Zona de Fractura Blanco, y según afirman, no tiene relación alguna con la archiconocida falla de Cascadia, que según dicen hace tiempo que ya debería haber registrado un terremoto de gran intensidad en el Noroeste del Pacífico.
Además, descartan que este evento esté relacionado con un enjambre de seísmos que han tenido lugar a lo largo de la placa tectónica de Cascadia y que ha estado liberando energía en la costa del Noroeste del Pacífico durante la última semana a 10 días.
Según explica, este tipo de deslizamientos no son percibidos por los humanos, pero sí que han sido registrados por los equipos de monitoreo en la Olympic Peninsula, en el noroeste del estado de Washington, así como el movimiento desde Eugene hasta las montañas Siskiyou, a lo largo de la frontera de Oregón con California.
Precisamente, según el Director de la Red Sísmica, hace dos días que cesaron los deslizamientos en Cascadia, después de una semana muy activa. Pero, añade que desconocen lo que la naturaleza tiene previsto en un futuro.
Los sismólogos afirman que la posibilidad de que se produzca un gran terremoto y tsunami en el Noroeste del Pacífico y en la Zona de Subducción de Cascadia, durante los próximos 50 años es de un 10 a un 14%, y añaden que es una buena idea estar preparados, contar con una mochila de emergencias en casa y en el trabajo con agua y comida, y planificar puntos de reunión para después de un terremoto.
Imagen. Crédito: EMSC