El huracán “Dorian”, ha entrado en tierra en Elbow Cay, en islas Ábaco, en el noroeste de Bahamas a las 16:40 horas (UTC) el 1 de septiembre de 2019, como un destructivo y peligroso huracán de máxima categoría: la 5. Con vientos máximos sostenidos de 298 kilómetros por hora (185 millas por hora), y ráfagas de hasta 354 kilómetros por hora (220 millas por hora), Dorian se ha convertido en el huracán más potente en tocar tierra en Bahamas en su historia moderna. El ojo del huracán hizo su segunda entrada a las 18:00 horas (UTC) en isla Gran Ábaco, cerca de Marsh Harbor, y continúa en su avance hacia la costa este de Florida, donde podría llegar a última hora del 2 de septiembre.
A las 11:00 horas (hora local), las 15:00 horas (UTC), las islas Ábaco se encontraban bajo condiciones catastróficas, azotadas por el segundo huracán más potente del Atlántico desde 1950.
A las 21:00 horas (UTC); su centro se ubicaba a 150 kilómetros de Freeport, en Grand Bahama, con vientos máximos sostenidos de 295 kilómetros por hora (185 millas por hora) y una presión barométrica central de 910 hPa.
Dorian se desplaza hacia el oeste a tan solo 7 kilómetros por hora (5 millas por hora), lo que supone un movimiento muy lento que podría perdurar durante un día o dos.
En su camino, el núcleo de este excepcionalmente peligroso huracán, se desplazará cerca o por encima de la isla de Gran Bahamas, el 2 de septiembre de 2019, acercándose después, peligrosamente, hacia la costa este de Florida.
Aunque se prevé que el huracán experimente algunas fluctuaciones en intensidad, Dorian seguirá siendo un huracán catastrófico durante los próximos días. Sus vientos huracanados se extienden hasta una distancia de 75 kilómetros (45 millas) de su centro y vientos de fuerza tropical hasta los 220 kilómetros (140 millas).
Según los informes preliminares, al parecer, se han registrado daños materiales importantes en Ábacos, y aunque habrá que esperar a que el huracán se aleje de las islas para poder conocer el verdadero alcance de los daños, todo hace sospechar que los daños serán cuantiosos.
En principio, Cruz Roja calcula que 13.000 viviendas han quedado destruidas y se habla de la primera víctima mortal, un niño de 7 años que habría muerto en isla Ábaco, cuando el huracán tocó tierra el domingo. Su hermana ha sido dada por desaparecida.
El Primer Ministro de las Bahamas ha informado que los daños causados por el huracán no tienen precedentes y que, desgraciadamente, se pueden ver los cuerpos sin vida de víctimas flotando en las aguas.
En la isla de Nueva Providencia, una de las más conocidas de las Bahamas, se ha producido un apagón eléctrico masivo y completo.
Los refugios en la isla se encuentran a su máxima capacidad, aunque muchos de los residentes más pobres se han refugiado en las iglesias en Marsh Harbour, donde probablemente se queden sin provisiones y sea difícil alcanzarles para suministrarlas. Otras personas, desgraciadamente, decidieron afrontar el huracán en sus casas, viviendas que lo más probable es que no pudieran soportar el impacto del huracán.
La situación es catastrófica y extremadamente peligrosa. Salir a las calles no es para nada seguro.
Según ha pronosticado el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, la marejada ciclónica, unida a la marea alta, inundará las zonas costeras y se desplazará tierra adentro en la costa de Florida.
El Gobernador de Florida ha informado el domingo que, si bien los meteorólogos prevén que el huracán gire más hacia el norte, el ojo de este peligroso huracán podría tocar tierra en cualquier lugar a lo largo de la costa Atlántica de Florida. Por lo tanto, no hay que bajar la guardia. Incluso si la tormenta permanece frente a la costa y no toca tierra, probablemente causará inundaciones importantes.
Al menos cuatro condados han empezado a evacuar las comunidades costeras y otros seguirán su ejemplo.
Las dos Carolinas, Carolina del Sur y Carolina del Norte, han declarado el estado de emergencia. El Gobernador ha pedido encarecidamente a la población que se prepare y que siga las noticias locales para permanecer al día sobre cualquier cambio en el tiempo.
Debido a la potencia y al desplazamiento errático de este huracán, cualquier posible escenario es posible, por lo que toda la región debe estar preparada.
El Centro Nacional de Huracanes sugiere que la tormenta podría tocar cierra cerca de Cape Fear, en N.C., el jueves o viernes, aunque para entonces, es posible que la fuerza del viento haya disminuido.
Imagen del huracán Dorian sobre las Bahamas a las 18:40 horas (UTC) del 1 de septiembre de 2019. Crédito: NOAA/GOES-East, RAMMB/CIRA; TWA.