Han muerto dieciocho personas por Acinetobacter en Japón.
Durante un periodo de dos años, hasta el mes de agosto de 2019, murieron un total de dieciocho personas en un hospital en la prefectura de Osaka, en Japón, como consecuencia de infecciones resistentes a medicamentos.
Una de las víctimas, un hombre de 71 años de edad, desarrolló síntomas de una enfermedad causada por su infección con la bacteria resistente a medicamentos, Acinetobacter, antes de fallecer. La Institución, el Hospital Hanna, en Daito, prefectura de Osaka, no informó del caso de este hombre hasta siete meses más tarde, a pesar de que las instituciones médicas están obligadas a informar acerca de pacientes que hayan desarrollado síntomas de enfermedades infecciosas en los centros de salud.
Han muerto dieciocho personas por Acinetobacter en Japón. El Centro de Salud Shijonawate, que tiene jurisdicción sobre el Hospital, ha advertido severamente a la institución. Como consecuencia de ello, el Director del Hospital ha pedido disculpas sobre el incidente mencionando que: “Deberíamos haber considerado la posibilidad de una infección en el hospital. No éramos completamente conscientes del peligro de la bacteria. Es inexcusable”.
Informe del hospital por las dieciocho personas muertas infectadas por Acinetobacte
Según el hospital, y otros implicados, 19 pacientes ingresados, entre 58 y 97 años, estaban infectados por Acinebacter, que es altamente resistente a los antibióticos. De ellos, 18 murieron mientras que el otro aún permanece hospitalizado.
En agosto de 2019, un médico externo que había recibido el encargo del hospital para examinar el brote de otra enfermedad infecciosa, descubrió que al menos un paciente se había visto infectado por Acinetobacter. Esto ha forzado al hospital a investigar los casos de infecciones con la bacteria en los últimos cinco años.
El hospital entonces ha confirmado que solo un paciente infectado con la bacteria había sido diagnosticado con tuberculosis, cada dos meses, desde agosto de 2017.
Gracias al análisis de los genes de la bacteria, el hospital ha concluido que fueron infectados por la bacteria dentro de la institución. No obstante, el hospital falló en identificar la trazabilidad de la infección.
En enero de 2019, el hospital diagnosticó al hombre de 71 años con neumonía, que empeoró como resultado de los síntomas provocados por la infección por Acinetobacter. Murió dos semanas más tarde. El médico a su cargo, se disculpo por su muerte a su familia alegando que murió de una bacteria que les cuesta tratar. Sin embargo, el médico falló en compartir información del caso con otros facultativos o de informar del caso al centro de salud hasta que la infección se hizo pública.
El médico dijo que desconocía que tenía que informar de un caso de este tipo
Durante una inspección interna, el médico dijo que desconocía que tenía que informar de un caso de este tipo. Mientras tanto, el hospital ha explicado que no confirmó ninguna relación causal entre la infección y las muertes de los otros 17 pacientes. El hospital no tenía obligación bajo la ley de prevención de enfermedades infecciosas de informar de los casos de los otros 17 pacientes porque nunca desarrollaron síntomas causados por su infección por la bacteria. En el caso de que las personas que se ven infectadas tuvieran su sistema inmunológico debilitado, podrían morir, por ejemplo, de neumonía.
Se han producido numerosos casos de infección por la bacteria en el hospital. En el año 2018, el hospital universitario de Kagoshima, en la ciudad sudoeste de Kagoshima, anunció que ocho pacientes ingresados habían fallecido tras verse infectados por la bacteria. El Hospital Hanna mantiene una unidad de tuberculosis con 123 camas, el ala más grande para pacientes con la enfermedad en Japón.
El Acinetobacter es un género de bacterias Gram-negativas que pertenece al filo Proteobacteria, extremadamente resistente a los antibióticos. Pueden sobrevivir en superficies secas durante un mes y suelen ser portados en la piel por los trabajadores de salud, lo que aumenta las posibilidades de que los pacientes sean colonizados y que se contaminen los equipos médicos.
Fotografía. Crédito: Silas Camargo Silão en Pixabay