El volcán Masaya lanza cenizas hacia Ticuantepe (Nicaragua).
El volcán Masaya, situado en Nicaragua, ha lanzado pequeñas cantidades de cenizas volcánicas hacia la municipalidad de Ticuantepe, el 15 de octubre de 2019. Afortunadamente el viento desplazó gran parte de la ceniza acumulada. Sin embargo, sigue soplando viento del sudeste al noroeste, por lo que las autoridades de Protección Civil afirman que es urgente monitorear e investigar la situación.
Según han explicado las autoridades, en el caso de que el volcán entre en una actividad eruptiva en las condiciones climáticas actuales, podría verse afectada la ciudad de Managua, por la caída de gases y materiales piroclásticos.
El volcán Masaya lanza cenizas hacia Ticuantepe (Nicaragua). A las 16:55 horas (hora local), del 21 de julio de 2019, se produjo otra pequeña erupción en el cráter Santiago, del volcán, que emitió una pluma de gases y cenizas volcánicas, desplazadas en dirección noroeste y oeste. Se ha depositado una fina capa de ceniza cerca del volcán y el viento ha hecho que cayera parte en las comunidades cercanas, incluyendo Arenal, Panamá e Ignacio, según informó INETER.
Durante las visitas realizadas al lugar, el 21 y 22 de julio de 2019, los vulcanólogos confirmaron que las emisiones partieron de un respiradero en la base del cráter.
El volcán Masaya es una caldera ubicada en Masaya, Nicaragua, a 20 kilómetros al sur de Managua
El volcán Masaya es una caldera ubicada en Masaya, Nicaragua, a 20 kilómetros al sur de Managua. Su parque nacional es una de las 78 zonas protegidas de Nicaragua. El complejo volcánico está compuesto y asentado como un grupo de calderas y cráteres, de los cuales el más grande es la caldera y volcán en escudo Las Sierras.
La caldera del volcán se formó hace 3.500 años por una erupción basáltica de 8 km³. Dentro de esta caldera se ha formado un nuevo complejo basáltico de erupciones principalmente en varios respiraderos semi-circulares que incluyen los conos Masaya y Nindiri.
El volcán suele emitir grandes cantidades de gases de dióxido de sulfuro (desde el cráter Santiago) y los vulcanólogos intentan estudiar mejor el comportamiento del volcán y evaluar el impacto de la lluvia ácida y su potencial para provocar problemas de salud.
El volcán ha estado frecuentemente activo desde tiempos de los Conquistadores españoles, cuando un lago activo de lava propició la extracción de oro derretido del volcán.
Fotografía. Crédito: Jaime Incer