
Puede que pienses que esta información no te afecta porque tienes previsto almacenar medicamentos en tu despensa y kit de emergencias, pero no sabes cuánto tiempo durará esta situación y tampoco si te sorprenderá lejos de tu preciado stock. Podría llegar el día en que te quedes sin medicamentos o que no dispongas de uno específico que te haga falta. O puede que la situación de emergencia te sorprenda muy lejos de tu almacén.
La naturaleza nos brinda multitud de plantas que actúan como antibióticos. Saber reconocerlas y conocer sus propiedades, sin lugar a dudas será un conocimiento muy necesario durante una emergencia. Para que puedas adquirir unos conocimientos básicos que podrían resultar muy útiles para tu salud en determinadas circunstancias, no te pierdas el contenido de nuestro artículo.
Orégano
El orégano, y especialmente el aceite altamente concentrado de orégano, es un antibiótico excelente. Su ingrediente activo, el carvacrol, o cimofenol, posee potentes propiedades microbianas.
Lo mejor de todo es que el aceite de orégano ataca específicamente los microbios extraños y dañinos, dejando los microbios beneficiosos y naturales intactos. Además, no provoca una resistencia a los antibióticos, como sí que sucede con muchos antibióticos.
Para asegurarte que el aceite de orégano que utilizas tiene el efecto que buscas, tendrás que conseguirlo con un contenido de carvacrol de al menos el 70%.
Toma el aceite de orégano en cuanto se manifiesten los primeros síntomas. Si lo tomas de este modo, el orégano puede usarse para disminuir bastante la gravedad de tu resfriado y gripe.
Te recomendamos este aceite de orégano, por su pureza, ya que contiene un mínimo de un 86% de Carvacrol y menos de un 2% de Timol, y por su calidad.
Aprende a reconocer esta planta.
El orégano es una hierba perenne que forma un pequeño arbusto que puede llegar a medir 70 centímetros de alto (es el de la fotografía de este artículo).
Sus tallos son cuadrados, pilosos y aromáticos, a menudo con una tonalidad de color rojiza. Se ramifican en la parte superior y tienden a deshojarse en las partes más inferiores.
Las hojas son ovales, pecioladas, dentadas o enteras. Las superiores son de menor tamaño que las inferiores. Pueden medir de 2 a 4 centímetros, con bordes enteros o ligeramente dentados y con vellosidad en el haz.
Tallos y hojas están recubiertos y son ricos en aceite esencial que, cuando se frota, desprende un olor muy característico (aroma a orégano).
Las flores son diminutas, bilabiadas, de color blanco, rosado o violáceo. Pueden llegar a medir hasta 7 milímetros.
El fruto de esta planta contiene diminutas semillas en su interior.
La esencia aromática de esta planta, compuesta por un estearópteno y dos tipos de fenoles, principalmente carvacrol, y en menor proporción, timol, se encuentra en glándulas repartidas por toda la planta.
Su aceite esencial carece de compuestos fenólicos.
Raíz de jengibre
La raíz de jengibre, muy utilizada en la cocina como especia, se puede añadir a muchos platos, o se puede tomar como suplemento.
Dentro de la familia de aceites que contiene se encuentran algunos tipos como el limoneno, citronelal y el canfeno, además del gingerol que le aporta ese sabor picante que lo caracteriza.
En cuanto a las vitaminas, es rico en vitaminas B y C, además de ser rico en minerales como el aluminio, calcio, fósforo y cromo.
Según un estudio científico, el jengibre es un agente antibacteriano muy efectivo que puede ser utilizado para tratar un número amplio de infecciones. Se trata de un potente antiinflamatorio, especialmente útil en las enfermedades inflamatorias como, por ejemplo, la neumonía, gota y artritis reumatoidea.
Además, se ha descubierto que el jengibre es muy efectivo en tratar infecciones gástricas como la diarrea bacteriana. No solo es capaz de matar los microbios que causan estas infecciones, sino que también trata los síntomas, por lo que alivia las náuseas y la inflamación. Especialmente útil durante el embarazo, así como para superar las dificultades de la quimioterapia.
Es altamente recomendable para personas con problemas digestivos como flatulencia o gastritis. Un protector de estómago bueno (aunque, al parecer, no puede sustituir la medicación específica para ello).
Si eres una persona friolera o tienes problemas para mantener tu temperatura corporal, ten presente que el jengibre te puede ayudar a aumentar tu calor corporal debido a un componente calorífico muy potente.
Si quieres perder peso, también te puede servir porque ayuda a acelerar el metabolismo y si lo que necesitas es un afrodisíaco natural, se recomienda tomarlo en forma de bebida casi a diario.
Aunque no elimina que tengas que tomarte tu medicación para el corazón, posee beneficios para los problemas cardiovasculares, porque ayuda a regular el bombeo del corazón y mejora la circulación de la sangre.
El jengibre puede ayudar a reducir los niveles de estrés, favorecer el sueño y a combatir la migraña. Disminuye los problemas musculares y calma los dolores menstruales.
Sus efectos parecen inhibir el crecimiento de las células cancerígenas en la zona del cáncer, por lo que es conocido por ser beneficioso para prevenir el cáncer de colon. También refuerza las defensas.
Aplicado directamente sobre la piel, combate heridas leves y quemaduras provocadas por una insolación.
Tomarlo es bien fácil, ya que se puede utilizar en muchos platos, consumirlo fresco, crudo, en polvo con el té o licuado en forma de bebida. También lo puedes conseguir en cápsulas o como raíz de jengibre pero en cápsulas.
Aprende a reconocerlo.
El jengibre es una planta perenne de la familia de las Zingiberáceas de hasta 1,8 metros de altura que tiene tallos subterráneos. Los tallos son rojizos de aspecto de hojas.
Las hojas son lineares, lanceoladas, de 5 a 25 centímetros de largo y de 1 a 3 centímetros de ancho. Los tallos son más cortos que los tallos con hojas. Las flores, de color blanquecino, están dispuestas en espigas.
El fruto es una cápsula con semillas lustrosas negras, arilo blanco y lacerado.
Saúco
Posiblemente cuando lo conozcas, ya no quieras prescindir de ello porque puedes usar casi todo del saúco para tu bienestar. El extracto líquido de saúco, probablemente sea el antibiótico natural más efectivo para tratar la gripe. De hecho, está documentado que se utilizó hace unos 150 años, durante un brote muy grave de gripe para salvar numerosas vidas en los Estados Unidos.
El extracto líquido de saúco debe tomarse de forma oral en cuanto se manifiesten síntomas de resfriado o de gripe. No evitarás sentirte afectado por la enfermedad en algún grado, pero reducirá drásticamente su gravedad, haciendo que manifiestos síntomas más leves y que la duración del resfriado o de la gripe sea más corto.
Además, el saúco es muy útil para reducir la fiebre y aliviar la tos. En procesos gripales y de resfriados, se recomienda tomar 1 cucharadita de flores de saúco por taza, 3 tazas al día. Se puede combinar junto con tomillo, eucalipto, romero, melisa, menta y hierba Luisa). Su infusión también puede estimular la lactancia.
Por su alto contenido en sales potásicas, es uno de los diuréticos más efectivos de la fitoterapia. Sus flores son excelentes para las infecciones urinarias, inflamación de riñón y para quienes tienen piedras en el riñón.
Por su parte, las bayas del saúco solo deben consumirse cuando están maduras. Poseen un alto contenido en azúcares, ácido cítrico, málico, vitaminas y polifenoles antioxidantes. Con ellas se elaboran jarabes laxantes y depurativos para las neuralgias, dolores de cabeza y ciática.
Para la piel sirve para: urticaria, conjuntivitis, detener el sangrado de la nariz, eliminar manchas de la cara, cubrir las canas y para cuidar el cutis.
Hay que tener presente que no se pueden consumir las semillas, por contener propiedades tóxicas.
Aprende a reconocerlo.
El saúco es un arbusto o árbol mas bien pequeño. Los tallos son leñosos, de color marrón grisáceo. Sus hojas son pinnadas con 5 – 9 folíolos. Cada hoja puede tener de 5 a 30 centímetros de largo y los folíolos tienen márgenes serrados. Presenta grandes grupos de flores olorosas, de color blanco o crema, que se suelen abrir a finales de la primavera y que son seguidas de pequeños grupos de bayas de color negro, rojizo o rojo. Los frutos son carnosos. Cuelgan hacia abajo cuando están maduros y en su interior contienen 3 semillas diminutas.
¿Cómo preparar jarabe de saúco?
El jarabe de saúco no es difícil de preparar. Solo tienes que exprimir los frutos maduros y colar las semillas. Recoge el jugo resultante y añádale el mismo peso en azúcar. A continuación, lo cueces 10 minutos. Toma 2-3 cucharadas al día.
Si prefieres comprarlo preparado, prueba la eficacia del jarabe de saúco.
Sus flores
Debes saber que las flores del saúco son comestibles. De hecho, hoy en día se utilizan mucho para aromatizar platos como galletas, ensaladas, macedonias, helados, etc.
Ten mucho cuidado con las semillas y los frutos que no son maduros del saúco porque son altamente tóxicos. No se han establecido dosis seguras para el consumo del saúco durante el embarazo y la lactancia. Además, las hojas, los tallos y la corteza son venenosas. Ten muy presente sus propiedades diuréticas.
Canela
Mencionar la palabra canela, posiblemente te haya hecho pensar automáticamente en los postres, debido precisamente a su amplio uso en pasteles, dulces, etc. Además de emplearse para sazonar y adornar otro tipo de platos. Suele usarse en la cocina en numerosos países y con fines muy diversos.
Sin embargo, posee propiedades muy interesantes para cuidar tu salud y la de los tuyos. Es útil para las enfermedades digestivas, facilita la digestión de los alimentos, evita la flatulencia, abre el apetito y, si la tomas junto con fruta o con alimentos dulces, es hipoglucemiante. Además, es conocida porque mejora la capacidad cognitiva y regula el metabolismo.
La canela sirve también para las enfermedades respiratorias porque posee propiedades antisépticas, expectorantes y antiinflamatorias.
Como bien indicamos en el titular de este artículo, es un antibiótico natural excelente por su riqueza en aceites. Combate las infecciones vaginales producidas por hongos o levaduras, los hongos en las uñas, el mal aliento y las enfermedades cardiovasculares. Cuenta con propiedades que favorecen la circulación de la sangre y previenen la mala circulación, además de combatir el colesterol malo.
Para combatir las infecciones fúngicas, otra opción es aplicar aceite de canela en la zona infectada. Resulta ser una excelente manera de tratarlas.
La canela también es efectiva incluso para matar el E. Coli, una bacteria peligrosa y difícil de erradicar, causa de varias enfermedades graves.
Te ayuda a reforzar tu sistema inmunológico, de forma que puedas combatir mejor las enfermedades. Para conseguir los mejores beneficios antibióticos de la canela, puede que prefieras usarla pura como suplemento.
Como puede suceder con todo, si tomas en exceso, puede ser perjudicial o incluso tóxica y provocar efectos secundarios. En dosis elevadas incluso puede provocar dificultades respiratorias, entre otros.
Por desgracia, el uso de la canela está completamente desaconsejado en el embarazo y en la lactancia. Su uso estimula los movimientos del útero, por lo que podría provocar un aborto. Parece ser que posee propiedades anticonceptivas, por lo que no deberías consumirla si pretendes quedarte embarazada.
El aceite esencial de canela solo debe administrarse bajo supervisión médica debido a sus contraindicaciones.
Aprende a reconocerla.
El árbol de la canela se conoce como canelo. Se trata de un árbol de hoja perenne, de 10 a 15 metros de altura que procede de Sri Lanka, aunque cultivado suele ser más pequeño. Su corteza es marrón grisáceo. Su tallo es leñoso. Las hojas tienen forma ovalada y puntiaguda, de color verde brillante por su cara superior. Sus flores son hermafroditas, de color blanco o amarillo verdoso y recubiertas de pelos. Suelen ser de unos 0,5 centímetros y se agrupan en panículas. El fruto es una baya larga elipsoidal, de color muy oscuro, azulado-negro, con solo una semilla en su interior.
Equinácea
La equinácea ha sido utilizada desde hace miles de años, especialmente por los indios norte-americanos para curar las heridas provocadas por las flechas y las mordeduras de serpientes. Es desinfectante y bactericida, por lo que sirve para evitar los resfriados y es un remedio eficaz contra la gripe. Estimula el sistema inmunológico y combate las infecciones de todo tipo, siendo utilizada como solución en enfermos de cáncer debilitados por someterse a radioterapia o quimioterapia.
Cuando se desarrollaron los antibióticos se perdió su uso bastante, aunque parece estar repuntando de nuevo, máxima cuando, según un estudio llevado a cabo por la universidad de Giessen, la equinácea ha demostrado ser capaz de inhibir el virus de la gripe A.
Además, es eficaz frente a los problemas digestivos, mientras que alivia los síntomas en la epidermis, como por ejemplo los causados por herpes, hemorroides, picaduras, eccemas, heridas, etc.
Su poder antiinflamatorio resulta útil para tratar lesiones musculares y en los tendones, como, por ejemplo, tendinitis o bursitis.
¿Cómo tomarla?
La forma más frecuente es en extracto seco y fluido, en cápsulas y en infusiones, aunque también se presenta en cremas, lociones e incluso en apósitos.
En forma de cápsulas, te recomendamos guardar en tu despensa y kit médico de emergencia para un año. Además, es apta para vegetarianos y para veganos.
En las infusiones se utilizan las hojas y el extracto seco de la raíz. En caso de resfriado se recomienda tomar unas cinco tazas de té al día e ir reduciendo a medida que vayan remitiendo los síntomas.
Las infusiones de equinácea son beneficiosas para algunas afecciones, pero, para obtener su poder inmunoestimulante es aconsejable utilizar extractos como comprimidos, tinturas o cápsulas.
En zumo o tintura se puede utilizar para tratar problemas en la piel como heridas, acné, llagas en la boca, etc.
No se recomienda tomarla junto con bebidas con cafeína y teína. Y tampoco se recomienda tomarla mas de dos meses.
La equinácea está contraindicada en el embarazo, lactancia y hepatopatías. Se recomienda no emplear en: tuberculosis, esclerosis múltiple, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, colagenopatías y otros desórdenes inmunológicos.
Aprende a reconocerla.
La equinácea es una planta herbácea de hoja estrecha, nativa de Norteamérica. Se trata de una planta con raíz negra y picante que puede alcanzar el metro de altura. Sus hojas son enteras y lanceoladas, con tres nervios. Las flores tienen lígulas estrechas y de color rosa o púrpura. Las flores internas son tubulares y de color amarillo pálido.
De esta planta se suele utilizar principalmente la raíz y la parte aérea cuando está en plena floración.
Continuará próximamente con nuestro artículo: “Las 11 plantas que necesitas como antibióticos” – 2ª parte”
En todos estos casos, es necesario que el médico evalúe la conveniencia del uso y administración de cualquiera de los productos antes mencionados. Incluso podría ser necesario que supervise el tratamiento. Consulta antes con un especialista si puedes consumir estos productos de forma segura.
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