
Tanto si cuentas con tu propia despensa y kit médico de emergencia, como si no lo tienes, esta información podría serte de gran utilidad. Porque no sabes cuánto tiempo durará esta situación y tampoco si te sorprenderá lejos de tu preciado stock. El día que te haga falta algún medicamento y no tengas, saber reconocer las plantas que actúan como medicamentos y conocer sus propiedades, podría ser crucial para tu supervivencia.
Tomillo
Es posible que hayas utilizado tomillo para sazonar tus platos, ya que es un recurso muy común en la cocina. Sin embargo, probablemente desconocías sus propiedades medicinales. Su uso en medicina no es nuevo, ya que data de hace miles de años. En la antigua Grecia se usaba para curar heridas de gravedad y es conocido que, más adelante, en la Edad media, se utilizaba para el asma y la disnea. Es una planta muy aromática, que se usa en la actualidad como condimento, como planta ornamental y también como planta medicinal.
Tanto las flores, como las hojas y el aceite de tomillo se han utilizado para tratar una variedad de síntomas y dolencias.
Por vía oral, es muy útil para la bronquitis, el dolor de garganta, el cólico, la artritis, malestar estomacal, gastritis, diarrea, trastorno del movimiento en niños, gases intestinales, infecciones por parásitos y trastornos cutáneos. También se puede usar para aumentar el flujo de orina (como diurético) y para desinfectar la orina.
Su uso en cocina se remonta a cuando se utilizaba para estimular el apetito.
Aplicado de forma tópica, es decir, sobre la piel, puede ayudar a bajar la inflamación de las amigdalas (amigdalitis), el dolor de boca y mal aliento, e incluso la ronquera (laringitis).
Aplicado en el cuero cabelludo puede tratar la calvicie. En las orejas combate las infecciones bacterianas.
Las flores y hojas de tomillo son excelentes para limpiar las vías respiratorias (en caso de resfriados y de dolor de garganta).
La infusión de tomillo tiene propiedades antiinflamatorias, combate los problemas respiratorios, disminuye los problemas digestivos, contiene efectos antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico, es cicatrizante, ayuda a combatir la anemia, alivia los dolores y molestias premenstruales, es diurético y calmante.
Si preparas una infusión de tomillo, orégano y eucalipto podrás hacer gárgaras para aliviar el dolor de garganta y el resfriado.
Probablemente sea mejor que no compres infusión de tomillo, sino las hojas secas de tomillo para prepararlo, ya que tiene una eficacia mayor. Por supuesto, si es silvestre, mucho mejor.
El tomillo contiene una elevada cantidad de vitamina C y también es una fuente excelente de vitamina A, de cobre, fibra, hierro y manganeso.
Las flores y hojas también son buenas para eliminar y expulsar las lombrices intestinales y cuenta con el tomillo como desinfectante para tratar golpes y cortes.
El tomillo contiene timol. Uno de los biocidas de origen natural conocido más eficaz contra las bacterias infecciosas. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad Nacional de Chungbuk, en Corea del Sur, combinando timol, alfa-terpineno y carvacrol, pudieron matar las larvas del mosquito tigre.
Puedes usar el aceite de tomillo como bactericida en enjuagues bucales. Te ayudará a deshacerte del moho que pueda haber en el aire, pero, además, puede purificar y mejorar tu inmunidad.
Diluido en aceite de masaje, el aceite de tomillo puede ayudar a mejorar la circulación y la función saludable de músculos y articulaciones.
Aunque se necesitan más pruebas para respaldarlo, el aceite de tomillo, incluso en bajas concentraciones, según un equipo del Centro de Estudios de Ciencias Animales y Veterinarias de Portugal, que estudió la actividad antimicrobiana de los aceites esenciales, resulta ser un conservante natural contra varias bacterias comunes transmitidas por los alimentos que causan enfermedades humanas.
Un estudio realizado en Lisboa, Portugal, encontró que los extractos de tomillo lentisco podrían proteger a las personas de los cánceres de colon e investigadores en Turquía llegaron a la conclusión de que el tomillo silvestre causa la muerte celular en las células de cáncer de mama evitando su proliferación.
Por su parte, el extracto acuoso obtenido del tomillo silvestre redujo la presión arterial en pruebas en ratas realizadas por investigadores de la Universidad de Belgrado, en Serbia.
El aceite esencial de tomillo aumenta la destrucción del hongo C. albicans en el cuerpo humano, según investigadores de la Universidad de Turín, en Italia.
Científicos de Leeds, en Inglaterra, han probado que, debido a su potente afecto antibacteriano, el tomillo puede ser efectivo en el tratamiento del acné.
A pesar de sus numerosas propiedades, también es importante saber que existen ciertas contraindicaciones. Su consumo prolongado puede causar algunos efectos secundarios como son una intoxicación por tomillo, que provocaría bradicardia o hipotermia; alteraciones digestivas; dermatitis por contacto (si eres muy sensible) e hiperfunción de la tiroides, debido a su alto contenido en timulo.
Debe evitarse su uso en el embarazo porque su aceite puede resultar negativo y provocar contracciones o un aborto involuntario. Tampoco se puede consumir durante la lactancia porque disminuye la cantidad y calidad de la leche materna.
Además, deben evitarlo personas con úlceras y problemas digestivos crónicos, personas estreñidas o alérgicas a esta especia.
Aprende a reconocerlo
El tomillo es una especie de hierba y subarbusto perenne, nativo de las regiones templadas de Europa, Asia, África del Norte y Groenlandia.
El arbusto de tomillo puede alcanzar los 30 centímetros de altura. Sus tallos son leñosos y grisáceos. Las hojas son ovadas o lanceoladas y enteras, con el envés cubierto de vellosidad blanquecina y con un contorno girado hacia adentro.
Sus flores son bilabiadas, de color púrpura, rosadas o blancas, con la corola de labio superior escotada y el inferior dividido en tres lóbulos.
Aceite de menta
El aceite de menta ha demostrado contener propiedades antimicrobianas muy potentes y puede ser aplicado de forma tópica o tomado de forma oral para tratar una amplia selección de condiciones. Descongestiona, estimula, sirve como analgésico, antiinflamatorio, expectorante y tónico, entre otros. Cuando se aplica en la piel, el aceite de menta es excelente para tratar infecciones en la piel como el acné y la dermatitis. Si lo tomas de forma oral, el aceite de menta es capaz de tratar una gran variedad de infecciones como por ejemplo infecciones de estómago, gracias a su habilidad para combatir las náuseas.
El aceite de menta también se puede utilizar para tratar los cólicos en el niño y algunas investigaciones médicas han llegado a la conclusión de que es tan efectivo para tratar el cólico como algunos de los medicamentos que existen en las farmacias, aunque sin los efectos secundarios propios de estos.
Está demostrado que la menta alivia los síntomas de la gripe y del resfriado, al mismo tiempo que ayuda a combatirla.
Si quieres aliviar tu tos, inhala directamente o añade 2 gotas en un recipiente con agua caliente y realiza vahos.
No se recomienda usar en caso de enfermedades neurológicas. Debe evitarse el contacto directo con los ojos. No se debe ingerir y no se puede usar en caso de embarazo. Tampoco se recomienda su aplicación directa en la piel, sino diluido con cremas, aceites vegetales… Por supuesto, en el caso de alergia e hipersensibilidad al mentol, no es recomendable su uso.
Aprende a reconocer la menta
La menta (mentha) es un género de plantas herbáceas vivaces que cuenta con 13 a 18 especies. Es una hierba muy aromática, apreciada por su aroma refrescante, por lo que es muy utilizada en la gastronomía.
La planta es perenne y aromática. Puede llegar a una altura máxima de 120 centímetros. Cuenta con estolones subterráneos y superficiales. Las hojas suelen ser pubescentes, dispuestas en pares opuestos, simples, de forma oblonga, con margen dentado. Las flores, de color blanco o púrpura, surgen en espigas terminales y son bilabiadas con cuatro lóbulos desiguales. Su fruto es una cápsula con hasta cuatro semillas.
Su destilación es la que produce el aceite de menta, rico en mentol.
Lavanda
Como infusión o té, la lavanda puede aliviar los síntomas emocionales como el estrés, la ansiedad e incluso el insomnio. Ayuda para tratar la hipertensión y puede ayudar también a que funcione mejor el sistema nervioso.
Su uso externo puede ser eficaz para eliminar bacterias como infecciones vaginales, flujo vaginal y candidiasis, entre otros. Sirve para tratar dolores como el dolor lumbar, la tortícolis y el dolor de cabeza. Además, en el baño, contribuye a disminuir la pérdida de cabello.
Debido a que es un antiséptico natural, un par de gotas ayudan a disminuir el sangrado de una herida, la limpia y evita que se infecte. Igualmente, el aceite esencial de lavanda es uno de los antisépticos tópicos más efectivos que hay hoy en día y cuando se aplica sobre heridas y cortes, favorece el crecimiento de piel nueva e impide que la herida se pueda infectar.
De hecho, las propiedades antimicrobianas de la lavanda son tan buenas que se ha descubierto que es capaz de tratar la infección por estafilococos.
Como tiene propiedades antiinflamatorias, te ayudará en tu recuperación de esguinces o de cualquier otra lesión que tengas.
Si aplicas el aceite de forma tópica, es decir, sobre la piel, matarás los microbios que causan el acné y otras condiciones en la piel. También es buena para las infecciones de oído, incluso en los niños.
Y como tiene efectos calmantes y relajantes, te puede ayudar a dormir por las noches.
Al ser antioxidante, puede ayudar a tener una mejor digestión.
Como antivírica es eficaz para la faringitis, laringitis y cualquier tipo de inflamación, así como para resfriados, gripe y bronquitis.
¿Cómo preparar el aceite de lavanda?
Como se trata del más utilizado, te explicamos cómo puedes prepararlo.
Recoge unas flores de lavanda y deja que se sequen durante un día en un ambiente fresco.
Para poder crear el aceite de lavanda, además de las flores de lavanda, vas a necesitar aceite de coco.
Una vez que las flores estén secas, machácalas, pero con suavidad. Ten en cuenta que no queremos que desaparezcan sus propiedades.
Calienta a fuego lento el aceite de coco y añade las flores machacadas.
Deja hacer efecto durante unas dos horas y cuela la preparación.
Guárdalo en un envase de vidrio y déjalo en un lugar alejado de la luz directa y del calor.
Si eres de los/as que prefieren comprarlo hecho, te recomendamos una marca que destaca por su calidad y porque además el producto está reconocido como vegano. El aroma que desprende este aceite de lavanda no te dejará indiferente.
Contraindicaciones
A pesar de que la lavanda es una planta con grandes beneficios para quien la utiliza, deben tomarse ciertas precauciones cuando se ingiere para evitar reacciones adversas. Entre las contraindicaciones que existen se encuentran que su uso frecuente en hombres puede producir ciertos desequilibrios hormonales.
No se debe aplicar en niños menores de 2 años.
Quienes se encuentren en proceso de desintoxicación alcohólica no deben ingerir lavanda en infusión ni gotas externas.
El uso de esta planta en personas con hepatitis, cirrosis y úlcera gastroduodenal, complicaría estas enfermedades, por lo que está totalmente contraindicado.
Durante el embarazo podría ocasionar un aborto.
Aprende a reconocerla
La lavanda es una planta perenne, de tallo de sección cuadrangular, muy folioso en la parte inferior. Sus hojas son lanceoladas, enteras, dentadas o varias veces divididas, con pelos simples, ramificados y glandulíferos. El cáliz tiene cinco dientes triangulares pequeños. La corola es bilabiada, de color lavanda, lila, azul o violeta. Raramente es blanca. El fruto es una tetra-núcula.
El nimbo
El nimbo de la India, conocido también como neem o nim en Latinoamérica, es un árbol originario de la India y de Birmania que solo se desarrolla en regiones tropicales y subtropicales.
De crecimiento rápido, puede alcanzar de 15 a 20 metro de altura y raramente llegar hasta los 40 metros. Tiene muchas hojas, durante todo el año, aunque en condiciones de clima extremo se puede quedar sin hojas. El ramaje puede alcanzar de 15 a 20 metros de diámetro.
El tronco es corto, recto y puede llegar a los 120 centímetros de diámetro. Su corteza es dura, agrietada y de color gris claro hasta castaño rojizo. La savia del árbol es blanca grisácea. El tallo de hojas mide de 20 a 40 centímetros de longitud con 20 a 31 hojas verdes oscuras.
Las flores del árbol son blancas y fragantes, colgantes, y miden más de 25 centímetros de longitud. Su fruto es una drupa parecida a la aceituna en forma que varía desde un óvalo elongado hasta uno ligeramente redondo. Cuando madura, mide de 14 a 28 mm de longitud y de 10 a 15 mm de ancho.
El aceite recolectado de este árbol se ha utilizado como antibiótico desde hace más de 2.000 años. Se aplica generalmente de forma tópica para combatir las infecciones bacterianas en la piel, incluyendo en acné y la dermatitis, aunque también se puede consumir de forma oral en pequeñas dosis, a lo largo de cortos periodos de tiempo, para combatir infecciones internas.
Su mejor uso es como antibiótico tópico en distintas condiciones de la piel. Posee propiedades antisépticas e hidratantes, proteínas, vitaminas A, B y E. Te aconsejamos este aceite de neem, vegano, de gran calidad.
Una de sus ventajas es que sus propiedades antibióticas han sido muy investigadas por médicos, probando su eficacia para tratar un amplio número de condiciones.
Es importante destacar que el uso prolongado de neem, a largo plazo o en dosis elevadas, puede ser perjudicial para el hígado y los riñones, y podría causarles daño.
El aceite de nim, extraído de las frutas y semillas del árbol, es usado en agricultura y en medicina y quizás podría considerarse el producto comercialmente más importante de los derivados del árbol. Este aceite suele ser de color marrón, más o menos oscuro, amargo, y tiene un olor bastante fuerte.
Contiene triglicéridos y esteroides, así como azadiractina.
Además de su uso culinario, también se utiliza para elaborar cosméticos y en la medicina Ayurvédica, Unani y medicina tradicional. Su uso más conocido es para las afecciones en la piel, inflamaciones, fiebres, desórdenes reumáticos, y como repelente de insectos.
Las vías tradicionales de uso del aceite de nim son la vía oral, vaginal y tópica. No obstante, la Organización Mundial de la Salud aconseja reducir su uso medicinal a la aplicación tópica como anticonceptivo para uso intravaginal, para el tratamiento de infecciones vaginales y como repelente de mosquitos.
Se puede usar como insecticida contra hormigas, cucarachas, moscas, termitas y mosquitos. Si bien para usarlo como insecticida hay que diluirlo en agua en la proporción que indique el envase y pulverizarlo sobre el suelo. Además, hay que añadir un surfactante (como por ejemplo un lavavajillas normal) para que se mezcle con el agua.
Hidrastis
La hidrastis es una planta herbácea perenne nativa del sudeste de Canadá y noreste de los Estados Unidos de América.
Aprende a reconocerla
Se distingue porque tiene tallos de color amarillo. Crece en los bosques umbríos y húmedos de Estados Unidos y Canadá, aunque también se cultiva en el norte de Europa, desde Inglaterra a Rusia.
Es una planta pequeña, de unos 40 a 50 centímetros de altura. Contiene rizoma perenne, horizontal y rugoso, nudosa, de color amarillo en su interior, con numerosas fibras. El tallo es simple, erecto y redondo. Con el tiempo adquiere una tonalidad de color púrpura y alcanza los 25 centímetros. Solo tiene dos hojas, palmatisectos y desiguales. Las flores son pequeñas, solitarias y terminales de color rosado en un pedúnculo de 3 centímetros. Su fruto, que parece una baya, es de color rojo.
Contiene un alcaloide conocido como berberina que es eficaz para matar a la bacteria Gram positiva como el MRSA. Debido a sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias y astringentes, es útil para numerosas afecciones. Además, se considera como una de los productos de herboristería más vendidos en los Estados Unidos y un potenciador del sistema inmunológico. Suele ser eficaz en los primeros síntomas del resfriado y de la gripe, y funciona también en las infecciones de ojos, respiratorias y urinarias, úlceras, vaginitis e incluso gorronea. Se ha utilizado para disminuir la fiebre y aliviar la congestión.
El hidrastis ayuda con la rinitis alérgica, laringitis, hepatitis y enfermedad hepática alcohólica. Funciona en las hemorroides y por sus propiedades astringentes se emplea en casos de menstruación excesiva y hemorragia interna.
Como lavado, se puede usar para tratar el eccema, las heridas y las llagas, e incluso en caso de conjuntivitis.
Haciendo gárgaras se puede emplear para infección en las encías y para los dolores de garganta.
Se encuentra disponible como suplemento o como extracto líquido (goldenseal).
El hidrastis estimula la contracción del útero. Por lo tanto, se debe evitar durante el embarazo.
No se debe utilizar si se padece alguna enfermedad de corazón, diabetes mellitus, glaucoma, derrame cerebral o hipertensión.
En dosis altas puede interferir con el metabolismo de la vitamina B.
Ajo
El ajo es una planta perenne que pertenece a la familia de Liláceas, a la que también pertenecen las cebollas y los puerros.
Durante miles de años, ha sido el antibiótico natural más conocido y utilizado. Posee propiedades antibióticas, antimicrobianas, antisépticas, anticancerígenas y antivíricas. Además, su contenido en antioxidantes naturales es muy alto por lo que supone un gran beneficio para el sistema inmunológico.
Antes de que existieran los antibióticos en la farmacia, era el antibiótico natural más prescrito para una amplia gama de enfermedades.
La mayoría de los efectos que aporta a la salud se deben a uno de los compuestos de azufre que se forma cuando se pica, machaca o se mastica un diente de ajo. Este compuesto es conocido como alicina y es el responsable del distintivo olor del ajo. Si cocinas el ajo antes de machacarlo, no habrás obtenido este compuesto y los beneficios no serán los mismos.
Si estás resfriado/a, el ajo te puede ayudar a combatirlo. Claro que no te estamos pidiendo que te comas el ajo crudo, varias veces al día, ni mucho menos. Se trata de tomar suplementos de ajo para combatirlo y para mejorar la tos. De todos modos, no estaría de más que añadas ajo a tu dieta porque puede ser muy útil para muchas cosas, entre ellas, puede prolongar tu vida y mejorar tu inmunidad. Comer ajo ayuda a desintoxicar el cuerpo de metales pesados y puede mejorar la salud ósea.
Aunque se han realizado pocos estudios sobre ello, parece ser que, en forma de suplemento, el ajo también puede mejorar el rendimiento deportivo. Dicen que mantener una dieta rica en ajo ayuda a mejorar los síntomas del mal de altura. Algunos deportistas, como escaladores, esquiadores… Lo consumen para respirar mejor en la montaña.
Contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer y la demencia. Además, protege contra el envejecimiento.
También es conocido que el ajo mejora los niveles de colesterol, reduciendo el nivel de colesterol total y LDL. Al mismo tiempo, sus compuestos activos pueden ayudar a reducir la presión arterial, por lo que parece que también sirve para mejorar la circulación y las enfermedades cardiovasculares como los infartos y los derrames cerebrales.
El ajo es diurético. Favorece la eliminación de líquidos corporales y de sodio por la orina (de ahí que ayude a bajar la tensión arterial).
Se considera un buen digestivo. Estimula el hígado, la vesícula y el páncreas.
La dosis mínima eficaz para lograr efectos terapéuticos es la ingesta de un diente de ajo con las comidas, 2 o 3 veces al día.
Te recomendamos estas cápsulas de ajo, que no emiten olor, y que además son sin gluten.
Aunque su uso externo, en algunas personas puede provocar dermatitis por contacto, lo cierto es que sus propiedades bactericidas y fungicidas hacen que sea excelente para tratar los picores y la irritación en la piel por picaduras de insectos, acné, verrugas, e incluso callos. Pero, también se utiliza para tratar el dolor de oídos, el ardor de pies, y las infecciones vaginales, como por ejemplo la candidiasis vulvovaginal.
Algunas personas son alérgicas al ajo o les sienta mal al estómago. Además, debes consultar antes con el médico si estás tomando medicamentos anticoagulantes o tienes algún trastorno hemorrágico.
Aprende a reconocerlo
Esta planta no tiene tallo. Sus hojas nacen directamente del bulbo, que es subterráneo. Las hojas son planas, delgadas y estrechas, de unos 8 mm de ancho por 30 cm de largo. Estas hojas suelen ser de color verdoso o blanquecino, en ocasiones, rosado. Apenas tiene hojas. A veces, no tiene. Las flores están agrupadas en una inflorescencia en forma de umbela. El bulbo, es decir, la cabeza de ajos, está formado por una envoltura blanca en cuyo interior se encuentran entre 8 y 12 bulbillos, conocidos como dientes de ajo, de unos 5 a 9 gramos de peso.
No te pierdas la primera parte de este artículo: “Las 11 plantas que necesitas como antibióticos”
IMPORTANTE: En todos estos casos, es necesario que el médico evalúe la conveniencia del uso y administración de cualquiera de los productos antes mencionados. Incluso podría ser necesario que supervise el tratamiento. Consulta antes con un especialista si puedes consumir estos productos de forma segura. Esta información sirve para complementar y no reemplaza el consejo de tu médico o profesional de la salud, ni tampoco pretende exponer todos los posibles usos, precauciones, interacciones o efectos adversos. Siempre debes hablar con un profesional de la salud antes de comenzar, suspender o cambiar cualquier tipo de tratamiento.
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