
Las Leónidas, una lluvia de meteoros que tiene lugar cada año.
Las Leónidas, una lluvia de meteoros que tiene lugar cada año del 6 al 21 de noviembre, alcanzará su pico máximo en la mañana del lunes, 18 de noviembre de 2019. Sin embargo, este año, por desgracia, posiblemente no será un gran espectáculo por dos razones. Se espera que la lluvia en sí misma sea débil y, además, tendrá lugar coincidiendo con que la luna se encuentra en fase decreciente, por lo que su iluminación del cielo, impedirá que pueda disfrutarse de la lluvia de meteoros en todo su esplendor. Si además, añadimos que en muchas zonas, el cielo estará nublado… Las posibilidades de que puedas verla, disminuyen bastante.
Se podrán observar desdes Canarias y en el litoral Mediterráneo
Malas noticias también para quien quiera pasar la noche del domingo al lunes contemplando el cielo desde la Península Ibérica, ya que las previsiones meteorológicas indican mal tiempo prácticamente en toda la península. Eso sí, tendrán suerte quienes residen en Canarias y en el litoral Mediterráneo, donde las previsiones de la Aemet son de cielos que podrían estar más despejados.
Según explican desde el Centro Astronómico Tiedra, en Valladolid, las Leónidas son estrellas fugaces, cortas, rápidas y de color rojizo, que suelen dejar estela.
Las Leónidas, una lluvia de meteoros que tiene lugar cada año. La predicción para este año 2019 es de unas 18 estrellas fugaces la hora, aunque esta actividad es variable y muy difícil de predecir.
El Observatorio Astronómico Nacional de España ha calculado que la hora perfecta para observarlas serán las 05:49 horas (hora peninsular).
Su nombre de la constelación de Leo
Su nombre, lo reciben por la constelación en la que se originan, Leo. Para verlas, será importante que mires hacia el este. Son los restos del polvo del cometa 55P/Tempel-Tuttle, cuya órbita coincide en noviembre con la del planeta Tierra. Es por esta razón que algunos meteoros impactan en nuestra atmósfera y se dejan ver como un destello en la oscuridad, a medida que se van desintegrando.
Alcanzan su pico máximo cada 33 años, momento en el que se han llegado a registrar 3.000 cada hora (por ejemplo, en el año 2002). En el año 1833, los testigos afirman que llegaron a ser unos 72.000. Pero, si estás haciendo cálculos, no te esfuerces, el siguiente pico máximo no tendrá lugar hasta el año 2031.
Si quieres fotografiarlas, necesitarás un buen trípode, una buena cámara, lentes de ángulo amplio, alejarte de la contaminación lumínica de la ciudad, y por supuesto, tener mucha, mucha paciencia. Recuerda abrigarte bien para el frío porque será una noche con temperaturas invernales.
Si quieres verlas, pero no vas a hacer fotografías, tendrás que tumbarte… Así que, llévate un saco de dormir o una tumbona y recuéstate. Orienta tus pies hacia el este y mira al cielo. Procura ampliar la vista e intenta pestañear lo mínimo, o te lo perderás. En unos 30 minutos a oscuras, tu vista se adaptará a la oscuridad y, con suerte, empezarás a ver los meteoros (si no está nublado, claro está). Ten paciencia. Tienes hasta el amanecer para verlo.
Imagen de archivo. Crédito: Achim Kleist en Pixabay