Piscifactoría en el golfo de Alaska cierra por primera vez en la historia.
Una piscifactoría, situada en el golfo de Alaska, se ha visto forzada a cerrar, por primera vez en la historia. ¿La razón? ¡No hay peces! No hay más bacalao y todos los salmones se han ido. Además, millones de aves marinas pequeñas han muerto desde 2015.
En el mes de noviembre de 2019, las terribles imágenes de los miles de aves acuáticas de cola corta que migraban desde Alaska, muriendo en las playas de Sídney, hacían presagiar lo peor.
El número extremadamente bajo de bacalao ha forzado el cierre
Piscifactoría en el golfo de Alaska cierra por primera vez en la historia. El número extremadamente bajo de bacalao ha forzado el cierre de la piscifactoría del golfo de Alaska por primera vez en la historia. Y es que, en respuesta a las cifras mínimas de bacalao, sin precedentes en la historia, en la temporada de 2020, la piscifactoría federal situada en el golfo de Alaska, ha tenido que cerrar sus puertas. Se trata de una decisión que ha sorprendido a muchos, puesto que es la primera vez que tiene lugar debido al escaso stock.
Las cálidas temperaturas oceánicas están causando un auténtico desastre en las piscifactorías de Alaska, preocupando a biólogos, residentes y pescadores que sobreviven gracias a los ingresos que obtienen de la pesca. Además, según un informe de una investigación realizada por una bióloga de la NOAA; el histórico mínimo de bacalao en el golfo, también hace prever que tampoco habrá huevos nuevos. El problema podría ser mayúsculo dentro de muy poco…
Según han explicado los científicos, hasta la ola de calor marina conocida como “the blob”, en el año 2014, los bacalaos estaban superando las dificultades, pero la ola de calor aumentó las temperaturas del mar de 4 a 5 grados centígrados y los bacalaos jóvenes empezaron a morirse. Esto provocó un enorme impacto en la población, pero le siguieron más olas de calor, y el número de ejemplares bajó a casi la mitad en el año 2017, siguiendo con su declive desde entonces.
Salmones también han sufrido una alta mortalidad
Las piscifactorías de salmón también han sufrido una alta mortalidad y cuentan con un número bajo de ejemplares. Este año, el hecho de que no haya llovido prácticamente ha provocado flujos extremadamente bajos de salmón y se han venido observando muertes masivas, así como una migración inusualmente tardía a los arroyos. Cuando por fin se produjo la migración, dejó de llover y los ríos se secaron de nuevo. No tardó mucho en que miles de peces quedaran atrapados sin agua suficiente como para regresar a las bahías y se ahogaron.
Durante los 10 primeros días del mes de septiembre de 2019, el recuento de peces muertos en uno de sus arroyos aumentó de prácticamente ninguno a cerca de 30.000 ejemplares de salmones rosados muertos. Y todos ellos murieron antes del desove. El personal de campo calculó que unos 10.000 ejemplares morían en una sola noche. Un hecho que no se había producido jamás en el pasado.
Aves acuáticas de cola corta que migraban desde Alaska aparecían muertos en las playas de Sídney
Piscifactoría en el golfo de Alaska cierra por primera vez en la historia. En el mes de noviembre de 2019, miles de aves acuáticas de cola corta que migraban desde Alaska aparecían muertos en las playas de Sídney y las muertes de estas aves no tenían nada que ver con los incendios forestales masivos que estaban teniendo lugar en la zona. Otros miles más de aves de pardela de cola corta morían en el mar, confirmando la escasez de peces en el Océano Pacífico. Sus cuerpos sin vida habían sido avistados en las costas de Manly, Cronulla y Bondi. Estas aves estaban migrando de regreso al sur de Australia para reproducirse después de pasar el verano en Alaska, pero, según los expertos, un número mucho mayor de lo habitual estaba muriendo en su trayecto, debido a la falta de alimentos. Un viaje de cerca de 14.000 kilómetros requiere de una gran aportación de nutrientes y vitaminas para poder ser completado.
Por quinto año consecutivo, las temperaturas de superficie oceánica en las costas de Alaska han estado inusualmente cálidas, lo que ha provocado una grave escasez de presas marinas de las pardelas, lo que ha resultado en miles de pardelas muertas.
Sin embargo, no fue un evento aislado, sino que se produjeron una serie de muertes catastróficas. Comenzando a finales de junio, estas muertes continuaron a lo largo de diferentes áreas de Alaska, teniendo lugar de forma progresiva más al sur, hasta el mes de agosto. Miles de aves fueron halladas en la península rusa de Chukotka, muertas o muriendo en la playa, aunque posiblemente solo sea la punta del iceberg.
Miles de pardelas de Tasmania aparecieron muertas o muriéndose en las playas
En el mes de mayo de 2019, el USFWS y el Servicio Nacional de Parques empezó a recibir avisos de aves marinas muertas y muriendo en el norte de los mares de Bering y Chukchi. Desde finales del mes de junio hasta principios de agosto, miles de pardelas de Tasmania aparecieron muertas o muriéndose en las playas de la región de la bahía de Bristol, o se vieron débiles e intentando alimentarse.
Para mediados del mes de agosto, las muertes de estas aves se habían extendido al norte, en pequeñas proporciones, pero en localizaciones amplias, hasta los mares de Bering y Chukchi, a lo largo de las costas de Alaska y de la península de Chukotka, en Rusia. También se informó de frailecillos y otro tipo de aves muertas, aunque en cantidades mucho más bajas que las pardelas y grandes cantidades de pardelas de cola corta, en agosto, en el golfo de Alaska, a lo largo de las costas de los parques nacionales Glacier Bay y Kenai Fjords, y en las bahías de la isla Kodiak. Es inusual ver a esta especie en gran abundancia en estas áreas, ya que generalmente se encuentran en alta mar y provienen del hemisferio sur para alimentarse en los mares de Bering y Chukchi durante el verano y el otoño.
Normalmente, las muertes de aves marinas han tenido lugar de forma ocasional en Alaska, sin embargo, ahora se producen muertes masivas de extinción cada año desde el año 2015.
No tienen alimento y, en consecuencia, no pueden sobrevivir
Piscifactoría en el golfo de Alaska cierra por primera vez en la historia. Las muestras examinadas de las aves muertas recientemente en la zona de los mares de Bering y Chukchi han determinado que murieron de inanición. Los resultados de las pruebas iniciales de las muertes masivas de aves en 2019 también han dado como causa de la muerte la inanición. No tienen alimento y, en consecuencia, no pueden sobrevivir. Sin embargo, en el sudeste de Alaska, la exposición a la Saxitoxina, se relacionó con la muerte en junio de las golondrinas reproductoras del Ártico.
Las muertes masivas de aves marinas desde 2015 han alcanzado cifras impresionantemente altas. Las necropsias realizadas han determinado que las aves no tenían comida en sus estómagos ni en sus intestinos, y tampoco tenían grasa corporal. De hecho, las aves no tenían fuerza para mantener sus cabezas fuera del agua y morían ahogadas. ¿Por qué? Porque tampoco hay peces suficientes…
Ya no se puede calcular la cifra exacta de muertes de aves y de peces que están teniendo lugar en el planeta. Son muertes masivas que se van registrando una tras otra, desde 2015, en 2016, 2017, 2018 y… También en 2019… ¿Hacia qué nos conduce esta situación?
Es posible que pronto nos veamos en una situación similar a estas aves que no tienen qué comer… O, al menos, la escasez de comida, hará que acceder a ella sea extremadamente difícil y costoso, por lo tanto, imposible para muchos… ¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Nos encaminamos hacia una escasez de recursos para alimentarnos?