La gente se está volviendo loca comprando mascarillas de todo tipo para protegerse del coronavirus, pero, ¿una mascarilla puede impedir que te contagies? Y, ¿sirven todas las mascarillas?
En realidad, para cualquier persona sana, llevar mascarilla no es tan efectivo como tomar las medidas de prevención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, lavarte las manos con frecuencia, evitar tocarte la cara y evitar estar en contacto cercano con alguien que pueda estar infectado/a.
Es cierto que se recomienda que los profesionales sanitarios y quienes están contagiados lleven mascarilla, pero, por el momento, (salvo en China) no se recomienda para la población en general. Aun así, muchas personas van más allá y prefieren comprar mascarillas antes de que se agoten o para incluirlas en su almacén de preparación para una emergencia. En estos casos, antes de comprar cualquier mascarilla, es necesario que sepas que no todas sirven para ciertas cosas.
Las mascarillas están diseñadas para contener contaminantes y partículas de gran tamaño. Existen de dos tipos: mascarillas quirúrgicas y las N95.
Las mascarillas con filtros de respiración N95 filtran la mayoría de las partículas que se mueven por el aire que nos rodea, impidiendo a su portador/a que pueda inhalar partículas menores a 0,3 micrones de diámetro. Estas son las que suelen usarse cuando la calidad del aire es mala debido a incendios forestales o contaminación y se adaptan a la cara de la persona.
Sin embargo, debes saber que, según un artículo publicado por The Lancet, el 30 de enero de 2020 (”Epidemiological and clinical characteristics of 99 cases of 2019 novel coronavirus pneumonia in Wuhan, China: a descriptive study”), el coronavirus mide entre 0,05 y 0,2 micrones de diámetro. Un dato que debes tener muy presente.
Las mascarillas de quirófano, han sido diseñadas para impedir que las partículas de agua pasen de la boca de una persona a una superficie o a una persona cercana. Básicamente sirven para evitar que los profesionales sanitarios puedan pasar sus propios gérmenes bucales a sus pacientes.
Pero, incluso si compras alguna de estas mascarillas, recuerda que su uso no es para siempre. Solo funcionan si se cambian de forma frecuente y se tiran de forma segura e higiénica. Por ejemplo, las mascarillas de quirófano deben ser cambiadas al menos cada dos horas. Si se usa más tiempo, pierde su eficacia.
En la Unión Europea, los tipos de mascarillas se dividen en tres clases de protección FFP. Aunque las mascarillas de nivel de protección FFP1 son especialmente buenas para utilizar en un quirófano, no suelen ofrecer la protección deseada contra los virus. Pueden servir también, por ejemplo, para carpinteros, para pintores, etc.
Solo las mascarillas del tipo FFP3 son efectivas para proteger a su portador/a de las gotas de los aerosoles, moléculas de proteínas, virus, bacterias, fungi y esporas, e incluso de algunas cosas más peligrosas como son las fibras de asbestos.
Sin embargo, la única protección mayor junto con la mascarilla es llevar a cabo las medidas de prevención, como son el lavarse las manos con frecuencia, no tocarse la boca ni la cara, y no permanecer en contacto cercano con alguien infectado por el virus.
En los centros de cuarentena se utilizan las mascarillas FFP3, junto con una vestimenta adecuada, para atender a pacientes que ya están infectados/as o de los que se sospecha puedan estar infectados/as. Mascarillas que, nuevamente, hay que ir renovando porque son de un solo uso.
Si decides comprarte una de estas mascarillas, hazlo mientras todavía existan suministros de este tipo de filtros (y antes de que los precios se disparen). Puede ayudarte en tus medidas de prevención, pero para ello, también tienes que saber utilizarla correctamente, incluyendo cómo ponértela y cómo quitártela.
Si la llevas bien puesta, una mascarilla de tipo N95, N99 o N100 puede impedir que inhales partículas de virus o bacterias. Eso sí, debes saber que no suponen un 100% de protección y no nos referimos a una protección frente al coronavirus.
La mascarilla N95 forma parte de una serie de medidas protectoras que funcionan en conjunto contra los contaminantes que están esparcidos en el aire. No sirven por ejemplo contra el cadmio, el cobre, el arsénico o los asbestos. Y, por supuesto, tampoco proporciona oxígeno.
Las que suelen encontrarse en venta sirven para hacer manualidades que puedan implicar la inhalación de partículas peligrosas, aunque también filtran el aire en caso de una mala calidad del mismo, el humo de los incendios forestales o determinados patógenos. Digamos que es una barrera entre tu boca y nariz y el agente contaminante que hay en el aire.
Si te decides a llevar una de estas mascarillas, recuerda que tendrás que ponerte también un par de gafas protectoras.
Compra una mascarilla N95 con una válvula de respiración y certificación NIOSH (y recuerda comprar varias, puesto que tendrás que ir cambiándola con frecuencia).
Para cuando se declare una pandemia, posiblemente las existencias de este tipo de mascarillas ya sea muy limitada o quizás ni siquiera haya ninguna disponible. Así que pídela ahora mismo, antes de que sea demasiado tarde.
Si tu propósito es añadirla a tu preparación de emergencias, busca siempre una mascarilla N95 con válvula, con aprobación NIOSH. La válvula reduce la acumulación de calor en el interior del respirador, lo que te hace sentir mejor y ayuda a respirar con más facilidad.
La válvula sirve para que puedas respirar mejor, impide que se acumule calor, que se genere humedad en el aire. Es ideal para medios ambientes húmedos y cálidos y hace falta para respirar mejor.
Procura encontrar una marca que incluya un clip de nariz ajustable para que puedas sellarlo de forma seguro. Así reduces el potencial de nebulización de gafas.
Asegúrate también de que la mascarilla que compres tenga correas sobre la cabeza y no ganchos. Esto ayudará a crear el sello adecuado contra el contagio. Si usas una mascarilla con un gancho que se ajusta a la oreja, no estarás protegido/a contra el contagio.
El hecho de que la mascarilla N95 tenga el sello de aprobación NIOSH significa que proporciona un 95% de eficacia de filtrado contra aerosoles sólidos y líquidos que no contienen aceite. Esta aprobación corresponde al Instituto Nacional de los Estados Unidos conocido como National Institute for Occupational Safety and Health.
Si eres una persona con alergias, es mejor que no te arriesgues. Compra una mascarilla N95 libre de látex.
En cuanto a las marcas que puedes comprar, te informamos que la marca de Estados Unidos es la 3M, aunque los componentes proceden de fuentes de otros países del mundo.
También puedes comprar mascarillas de tipo N99 o N100, con una válvula de plástico en el frente. La N99 ofrece una eficacia de filtración contra aerosoles sólidos y líquidos del 100%.
Las mascarillas N95 pueden ayudar a impedir que inhales ciertos gérmenes, pero no son un método sin fallos. No obstante, son una buena opción si las usas de la forma adecuada. Te ayudan a bloquear un gran número de gérmenes y, junto con otras medidas adicionales, pueden aumentar tus posibilidades de evitar el contagio. Impiden que ciertas partículas del aire entren y que puedas inhalarlas, pero no pueden con todo. Tienen sus límites. No te protegerán contra vapores, partículas sólidas de humo o gases.
¿Gafas protectoras?
Utilizar gafas protectoras junto con la mascarilla con filtro de respiración N95 podrían ser necesarias para impedir que las partículas de agua procedentes de estornudos y de la tos, del virus 2019-nCoV puedan llegar a infectarte.
Crédito imagen: Imagen de Anastasia Gepp en Pixabay