
Te habrás dado cuenta de que muchos profesionales sanitarios de las unidades de cuidados intensivos se quitan la ropa protectora que llevan, cuando abandonan una zona de alto riesgo y que, en cuanto llegan a su casa (o incluso antes), se cambian de ropa.
Te preguntarás si esto significa que deberías preocuparte por la transmisión del COVID-19 en tu propia ropa sábanas, toallas, etc.
Se habla por parte de los investigadores que el virus puede permanecer en algunas superficies hasta 72 horas, pero el estudio no incluyó ciertas superficies. No obstante, hasta ahora, según explican desde el Johns Hopkins Health System, parece que la evidencia sugiere que es más difícil contraer el virus por tocar superficies “blandas” que por hacerlo tocando con frecuencia superficies sólidas, como, por ejemplo, pomos de puertas o los botones del ascensor.
En lo que coinciden todos los expertos es en el hecho de que la transmisión se produce mayormente por un contacto cercano y no por tocar superficies duras o prendas. La mejor forma de protegerte contra el virus es quedándote en casa. Pero, si sales, debes mantener el distanciamiento social.
Por supuesto, sin olvidarte de lavarte las manos con frecuencia y evitando tocarte la cara.
Para el Director del CDC de Estados Unidos, el arma más poderosa frente al virus es que como no se puede transmitir de persona a persona fácilmente, sino que le hace falta estar cerca, lo adecuado es mantener una distancia de 1,8 metros (te sorprenderá saber que también se está hablando de que el virus podría alcanzar una distancia de 4 metros).
Si trabajas fuera de casa, lo aconsejable es que te cambies de ropa, especialmente si tu trabajo se lleva a cabo en una zona en la que hay muchas personas o si alguien puede haber tocado tu ropa. Claro que, esto no significa necesariamente que tengas que cambiarte en el garaje para evitar tocar la ropa limpia. Solo tienes que guardar la ropa que te has quitado en un contenedor de ropa sucia aparte. Ah, y cámbiate también de zapatos cuando llegues a casa.
Se sospecha que el virus podría permanecer durante varias horas a incluso un día en la ropa, pero esto depende de muchos factores, como las condiciones medioambientales (temperatura y humedad de crecimiento del virus). En general, los expertos no creen que la ropa actúe como un vehículo importante en la transmisión, pero siempre es mejor prevenir y evita riesgos.
En el caso de que nadie en casa tenga síntomas del COVID-19, y si todos estáis confinados en casa, lo recomendable es llevar a cabo una limpieza habitual, incluyendo ropa, ropa de cama, etc.
Artículos como la ropa, pueden contener partículas respiratorias, ya que las utilizamos a diario. Estas partículas se secan con el paso del tiempo e inactivan el virus. Pero, no significa que esto suceda rápidamente, y los científicos todavía están aprendido cada día más sobre este virus.
Por lo tanto, si has estado cerca de otra persona, o si alguien te ha tosido, no está de más que, por precaución, te cambies y que laves toda la ropa en cuanto llegues a casa, especialmente si hay superficies más delicadas en las que el virus pueda permanecer más tiempo.
Lávate las manos después de introducir todo en la lavadora. Utiliza la secadora, puesto que, según indican los expertos, el virus muere a una temperatura superior a los 56ºC (133ºF).
Una doctora de familia y urgencióloga estadounidense sugirió que el poliéster y el material de tipo “spandex” puede retener gérmenes durante más tiempo que las telas transpirables a base de algodón, por lo que es importante lavar las polainas, la ropa interior y los vestidos con cuidado.
Según el National Institute of Allergy and Infectious Disease, algunos virus pueden permanecer activos durante dos o tres días en plásticos y en acero, 24 horas en cartones y 4 horas en el cobre. Hay que tener presente que algunos botones, cremalleras y prendas podrían estar compuestos o contener algunos de estos materiales.
Cuando existe un caso de una persona enferma con coronavirus en casa, se recomienda:
Usar guantes desechables cuando se maneje la ropa sucia y lavarse las manos en cuanto se quiten los guantes.
No sacudir la ropa para evitar esparcir el virus en el aire.
No lavar su ropa a mano, ya que el agua alcanzará más temperatura si se hace en una lavadora y si se seca en una secadora.
Seguir las instrucciones del fabricante para el lavado, pero usar el agua más caliente que se pueda y secarlo todo por completo.
Lo más recomendable es lavar la ropa de la persona enferma separada de la ropa de los demás componentes de la casa.
Fotografía de dominio público. Crédito imagen de kropekk_pl en Pixabay