
A estas alturas, probablemente ya sepas que lo básico para sobrevivir cualquier desastre es agua, comida y un refugio. Pero, aunque tengas el mejor almacén de supervivencia del mundo, llegará un momento en el que consumas toda la comida que tenías guardada. Y, ¿qué harás entonces? La comida es lo más difícil de conseguir. ¿De qué sobrevivirás?
Cuando los supermercados estén cerrados de forma definitiva y no exista manera de abastecerte, aunque almacenar comida enlatada que tenga una fecha de caducidad amplia, es una gran idea, debes estar capacitado/a para llevar a cabo otras opciones.
¿Sabías que algunos de los países más poderosos del mundo disponen de un banco de semillas de supervivencia? Es una manera de preservar las semillas no solo para los cultivos de la próxima temporada, sino también para las necesidades futuras.
Así que ahora ya lo sabes. Una de las opciones que hay para que puedas tener comida que te dure bastante tiempo, es crear tu propio almacén de semillas. De esta manera podrás cultivar y disponer de un jardín variado. Un buen almacén de semillas debería incluir una variedad tal que contenga todos los nutrientes que necesitas.
Pero, ¿sabes qué tipo de semillas deberías incluir?
En primer lugar, tienes que asegurarte que las semillas que compres sean de polinización abierta, no híbridas y no transgénicas. Y puedes estar seguro/a que no resulta fácil conseguirlas. ¿Por qué? Porque las semillas que abundan en el mercado son híbridas y transgénicas.
Las semillas transgénicas e híbridas están diseñadas para que la primera cosecha no produzca semillas que puedan usarse para replantar. Si te preguntas el motivo, es bien fácil. Las empresas que venden estas semillas se aseguran así que tengas que seguir comprándoles semillas para la próxima temporada. Por supuesto, esto convierte estas semillas en inútiles en un almacén o banco de semillas de supervivencia. Así que, asegúrate que no son híbridas, que no son transgénicas y que sean de polinización abierta.
El hecho que sean de polinización abierta en realidad te lo aconsejamos por ser principiante, ya que te asegura que las plantas producirán. Y que no sean ni híbridas ni transgénicas, como te hemos comentado anteriormente, hace que sea posible usar las semillas para volver a plantar. Esto convierte tu banco de semillas y las semillas de tu recolecta en útil para muchos, muchos años.
Así que no te olvides: las semillas híbridas y transgénicas no producen bien las semillas y pueden contener toxinas dañinas, además de ser generalmente estériles, por lo que son inútiles en un jardín de supervivencia eterna.
¿Qué plantar?
Tienes que comprender que no todas las semillas sobreviven en todas partes. Así que no vale todo. Debes plantar solo lo que florezca en la mayoría de las condiciones, especialmente las que crezcan mejor en tu zona, dependiendo del clima y de las condiciones del terreno.
Eso sí, haz lo posible para incluir semillas que produzcan verduras que sean nutritivas y altas en calorías. No todas las plantas son iguales, así que, ya que haces el esfuerzo de plantar, al menos que puedas conseguir lo mejor de este trabajo.
Tu almacén o banco de semillas debería contener lo suficiente como para empezar el cultivo del año próximo y que todavía te queden semillas de sobra.
Enfócate en frutas, vegetales y hierbas que comas con regularidad para poder contar con lo más preciado de tus necesidades alimenticias. Si eres novato/a en cultivar, empieza con lo que sea más sencillo. Consulta con tu vivero más cercano, apúntate a clases para jardinería básica, lee y/o compra libros sobre jardinería y plantas, visualiza videos en YouTube… Y, sobre todo, practica.
Recoger semillas de tu primera cosecha
Los bancos de semillas siempre están en movimiento. Es decir, que cuando hayas cosechado, tendrás que conseguir más semillas de las plantas que has recolectado, si quieres volver a plantar otro jardín la próxima temporada.
El proceso de recolectar semillas de un vegetal que plantaste, va a depender del vegetal en sí, pero la mayoría de las veces implica permitir que la planta forme la semilla, recolectarla, dejar que se seque, y separar la semilla del resto de la planta, de manera que pueda almacenarse.
Cuando quieres recoger semillas de tu primera cosecha, también es importante el tipo de vegetal que tienes. Algunos vegetales como los tomates y el maíz, tienen semillas que son muy fáciles de recoger, mientras que otras pueden ser algo más difíciles.
Recuerda siempre que no sean plantas híbridas ni transgénicas, o de lo contrario no podrás coleccionar semillas.
Familiarízate con el proceso de recogida de semillas de cada planta que tengas. Toma nota en un papel y guárdalo con el sobre o en el tarro donde las guardes. De esta manera podrás consultar tus notas más adelante. Quizás sea buena idea tener una libreta con todas las anotaciones juntas. Según como prefieras organizarte.
Conservación de tu banco de semillas
¿Pensabas que una vez conseguidas las semillas ya estaba todo el trabajo hecho? Pues no. No solo tienes que aprender a conseguir las semillas, sino a guardarlas para que puedan durar.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard contiene más de 740.000 semillas. Eligieron Noruega debido a su frío clima. Las semillas deben guardarse en un lugar seco y muy frío. Se recomienda que se almacenen a menos de 4ºC (40ºF). Por supuesto, en contenedores que eviten la humedad y alejadas de la luz. Pero, es obvio que no vas a llevar tus semillas a Noruega… Lo mejor que puedes hacer para guardarlas es congelarlas. Pero antes de congelarlas tendrás que deshidratarlas correctamente. Cuando están congeladas, la mayoría de las semillas pueden durar al menos cinco años. Las más duraderas, incluso pueden aguantar veinte años.
No obstante, ten presente que, aunque tengas tus semillas congeladas, tendrás que ir rotándolas para que sigan siendo útiles. De esta manera te aseguras de tener semillas frescas, mientras utilizas las más antiguas. Por si en alguna ocasión te fallara una cosecha o quisieras emprender una segunda plantación en la temporada. La meta es conseguir alimentos. Y esto es posible si guardas tus semillas correctamente.
Para guardar semillas durante poco tiempo, utiliza un sobre de papel de color marrón y etiquétalo bien. A continuación, guarda el sobre en frascos pequeños o en bolsas de congelación (tipo Zip). No utilices absorbentes de oxígeno ni tampoco elimines el oxígeno.
Organización
Organízate bien. Teniendo en cuenta que cada semilla es diferente y que tiene sus propias necesidades de plantado y cultivo, es esencial que – antes de plantarlas – sepas a qué semillas corresponde lo que has guardado.
Si compras sobres o paquetes de semillas, verifica que se pueda leer con claridad a qué corresponden. Si no dispones de un sobre o paquete específico para su almacenamiento, puedes usar una jarrita o tarro de cristal y ponerle una etiqueta. Anota el nombre y el tiempo que crees que pueden durar para que puedas saber enseguida cuáles te toca reemplazar.
¿A quién comprar este tipo de semillas?
Como te hemos explicado, es vital que encuentres semillas que no sean híbridas y que tampoco sean transgénicas. De lo contrario, no podrás conseguir recoger semillas y crear tu propio banco de semillas de supervivencia.
Conseguir un banco de semillas pre-hecho
Cuando te aventuras por primera vez en cultivar y en guardar semillas, puede resultar agobiante ver la enorme variedad de semillas que hay, los procesos que hay que seguir, y las dificultades que existen. Si quieres, puedes hacerlo mucho más fácil. Si no te ves con la paciencia necesaria para esperar a tu primera cosecha para obtener tus primeras semillas, ahorrarás tiempo si compras un banco de semillas ya preparado.
Te proponemos empezar con este banco de semillas no transgénicas. Son semillas de supervivencia sin OMG, empaquetadas en bolsa de Myler con cierre de cremallera. Incluye instrucciones de siembra y cosecha, así como información sobre cómo recoger nuevas semillas de tus plantas. Podrás conseguir un suministro de alimentos que te puede durar generaciones. Las semillas son de melón, sandía… Te aconsejamos que no las compres y las almacenes sin más, sino que vayas haciendo tus “pinitos” en cultivarlas y en recoger semillas. No querrás aprender cuando ya te encuentres en una situación de emergencia. Es mejor que, llegado ese momento, hayas adquirido la experiencia y cuentes con tu propio almacén de semillas. Por supuesto, no te quedes solo con estas semillas y sigue explorando hasta encontrar todo tipo de semillas, de variedades distintas de vegetales, de frutas, hierbas, etc. Aquí tienes otra opción de semillas más variada que la primera, ya que incluye una mezcla de frutas orgánicas y vegetales. Tienes que ampliar tu banco de semillas todo lo que puedas. Adquirir semillas de esta manera es mucho más económico y sencillo, por lo que posiblemente sea una de las mejores maneras de empezar.
Disponer de un banco de semillas de supervivencia, tanto propio como adquirido, es vital para afrontar un desastre de grandes proporciones. No hace falta que tengas un sitio donde plantarlas. Cuando se produzca la emergencia, puede que tengas que abandonar tu hogar y acudir a un lugar más seguro donde podrás llevarlas y emprender tu huerto.
Si tienes el conocimiento y dispones de las semillas, tendrás garantizado disponer de un huerto que te proporcionará los alimentos que necesites. Y, aunque probablemente no sea la varita mágica que pueda salvarte en una catástrofe de grandes proporciones, sin lugar a dudas, será una herramienta muy útil para ayudarte en tu supervivencia.
Fotografía de dominio público. Crédito: Imagen de Sarah Richter en Pixabay