
Te sorprenderá comprobar cómo puedes controlar algunas emergencias en casa, si sabes cómo afrontarlas. Te sentirás más tranquilo/a sabiendo que, cuando se produzca una catástrofe y no puedas contar con los servicios de emergencias, ni con los profesionales médicos, si te preparas con antelación para ser capaz de resolver las emergencias más comunes, podrás actuar al respecto.
En primer lugar, destacar que no somos médicos y que no contamos con ningún tipo de acreditación médica. Por lo tanto, nuestros comentarios no pretenden sustituir la asistencia y opinión de un profesional médico. Sin embargo, tenemos familiares y amigos con estas condiciones y hemos investigado para averiguar qué tratamientos funcionan mejor en cada caso.
No obstante, teniendo en cuenta que cada persona es diferente y que también pueden coexistir otras enfermedades y desórdenes, te aconsejamos que utilices esta información como orientativa para que después hagas tu propia investigación y lleves a cabo tu propio aprendizaje, de forma que puedas encontrar el tratamiento que mejor se ajuste a cada persona/emergencia.
De nuevo, ten presente que esta orientación se proporciona para situaciones de catástrofe, en las que no se pueda contar con los servicios de urgencias ni con los profesionales médicos. Es decir, cuando es la única opción que hay para poder ayudar a quien sufre esta emergencia.
Los remedios naturales no son como los medicamentos de farmacia. Requieren su tiempo para hacer su efecto y necesitan un grado de paciencia por parte de quien los utilizan. Por lo tanto, para conseguir mejores resultados, tendrás que ser constante en su consumo.
Remedios naturales para la diabetes mellitus
La diabetes mellitus de tipo II es bastante más común de lo que parece. De hecho, se calcula que representa el 90% de los casos de diabetes mellitus. Se trata de un trastorno del metabolismo caracterizado por un nivel alto de azúcar en sangre (conocido como hiperglucemia) en el contexto de resistencia a la insulina y falta relativa de insulina, en contraste con la diabetes mellitus de tipo 1, en la que existe una falta total de insulina.
Los síntomas más frecuentes son sed excesiva, hambre constante y micción frecuente.
Inicialmente se controla mediante el aumento de ejercicio y cambios en la dieta. Sin embargo, en el caso de que el azúcar en sangre no baje a pesar de llevar a cabo estas medidas, podrían ser necesarios algunos medicamentos.
Si tienes diabetes mellitus de tipo 2, no interrumpas tu medicación, a menos que te lo indique tu médico.
Pero, ¿qué hacer si se produce una catástrofe y no puedes conseguir más medicación?
En el caso de que durante una catástrofe tengas que ir disminuyendo gradualmente tu medicación o tengas que dejar de tomarla (porque ya no tienes más), la combinación de una dieta baja en carbohidratos (cetogénica) y los productos naturales que vamos a comentarte, podría ser efectiva para reducir tu nivel de azúcar en sangre hasta un nivel manejable. Ten en cuenta que este remedio no funciona igual que una pastilla y podría tardar un tiempo en hacer efecto. Incluso podrían pasar varias semanas hasta que sientas que tu nivel de azúcar en sangre va bajando.
Si se produce un nivel alto de azúcar en sangre (conocido como hiperglicemia), el ejercicio físico puede reducir el nivel, cuando se lleva a cabo en conjunto con una dieta baja en carbohidratos. También le puedes añadir a tu dieta, hierbas que estimulan la producción de insulina y reducen los niveles de azúcar en sangre, como, por ejemplo:
Grosella espinosa india. La grosella espinosa india conocida también como Amalaki o Amla, es un fruto parecido a la uva, redondeado y del tamaño de una ciruela. Aunque tiene un sabor agrio, lo cierto es que posee importantes propiedades nutricionales para nuestra salud. Es fuente de vitaminas, minerales, fibras, proteínas y destaca su alto contenido en vitamina C (casi como dos docenas de naranjas). Precisamente su alto contenido en vitamina C le aporta propiedades antioxidantes, por lo que es rejuvenecedor. También se conoce por ser bueno para la salud cardiovascular y el sistema excretor. Es laxante, afrodisíaco, astringente y refrigerante, además de ser desintoxicante. Gracias a todas estas propiedades, es una herramienta excelente como tratamiento complementario en muchas enfermedades como la diabetes mellitus.
Hojas de curry. Las hojas de curry se conocen también como Kaloupilé, y tienen propiedades medicinales muy beneficiosas para la salud. La planta es un potente antioxidante y antiinflamatorio, por lo que sus hojas se suelen utilizar para proteger el hígado, contra la diabetes mellitus y para contrarrestar los problemas de colesterol. También sirve para frenar la diarrea y como protector gastrointestinal. En forma de comprimidos, las hojas de curry son especialmente recomendables para las personas con hierro bajo o anemia. Pueden ser consumidas por los veganos ya que se trata de un hierro 100% vegetal.
Té de romero. Según investigadores de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), el té de romero podría servir como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes mellitus de tipo 2. Al parecer, podría disminuir los efectos de la enfermedad y mejorar la salud de los pacientes que la sufren, así como los que tienen otros desórdenes crónicos degenerativos.
Orégano. Con hojas de color verde oliva y flores de color violeta, el orégano es conocido por ser ingerido para trastornos del tracto respiratorio (tos, asma, alergias, etc.), y estomacales (acidez, parásitos, hinchazón, etc.). También se puede tomar para tratar los cólicos menstruales dolorosos, la artritis reumática, dolores de cabeza y diabetes mellitus, entre otros. El extracto de orégano aplicado sobre la piel puede prevenir las infecciones y facilitar la cicatrización de las heridas. Debido a que el orégano podría disminuir los niveles de azúcar en sangre, las personas con diabetes mellitus deberían usarlo con precaución, especialmente si al mismo tiempo toman algún tipo de medicación para la diabetes (ya que podría potenciar su efecto).
Salvia. La salvia lleva usándose desde la antigüedad para tratar ciertas afecciones por sus propiedades estimulantes, astringentes y digestivas, entre otras. Ayuda a controlar la glucosa dentro de los niveles normales debido a que tiene propiedades hipoglucemiantes, por lo que podría ayudar a las personas que padecen diabetes mellitus, aunque siempre consultando con su médico antes de consumirla. También se está estudiando que pueda prevenir las complicaciones frecuentes en pacientes con diabetes de tipo 2. Si eres diabético/a, debes consultar con tu médico el tratamiento de apoyo con salvia para que controle tu azúcar y prevenga cualquier descompensación.
Ajo. Más de un 80% de las muertes por complicaciones cardíacas están relacionadas con la diabetes mellitus y, según las últimas investigaciones científicas con respecto a las propiedades del ajo, al parecer, podría proteger el corazón de los diabéticos, y ayudarles a controlar los niveles altos de glucosa en sangre. El ajo crudo puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo de las personas con diabetes mellitus de tipo 1 y de tipo 2, además de reducir el riesgo de desarrollar arterosclerosis, y de evitar desarrollar la diabetes mellitus. Es gracias a que logra que los carbohidratos se metabolicen a un ritmo más regulado en la persona que el ajo logra este efecto.
Si, por el contrario, tu nivel de azúcar en sangre baja peligrosamente (lo que se conoce como hipoglucemia), beber pequeñas cantidades de zumo o comer una pieza pequeña de fruta, hará que suba rápidamente. Si te suele pasar con frecuencia, usa hierbas que estabilizan el nivel de azúcar en sangre y monitorea el nivel. Además del ajo, el romero, orégano y la salvia, puedes usar estas otras hierbas para estabilizar tu nivel de azúcar en sangre:
Canela. Según un estudio reciente, la canela reduce el nivel de azúcar en sangre por lo que podría ser un método natural en el tratamiento de la diabetes mellitus de tipo 2. Ingerir canela parece ser que reduce el azúcar en sangre y mejora los niveles de colesterol en las personas que tienen diabetes mellitus. La canela se puede utilizar en una amplia variedad de platos, y puedes añadirla a la mayoría de tus postres.
Clavo. La canela y el clavo de olor te ayudarán a regular los niveles de azúcar en sangre. Añadir estas especias al agua o hacer un delicioso té es un método para conseguir controlar la diabetes mellitus.
Cúrcuma. Se ha conocido que la cúrcuma puede moderar los niveles de insulina, de manera que podría mejorar el control de la glucosa en sangre en la diabetes mellitus. Así lo ha confirmado la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, el Centro de Investigación de Diabetes y Endocrinología de México, llevó a cabo un estudio acerca de los efectos de la cúrcuma en la diabetes mellitus y llegó a la conclusión de que la raíz revierte muchos de los trastornos inflamatorios y metabólicos asociados con la obesidad, además de mejorar el control de glucemia en sangre.
Ginseng. Según un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine, el ginseng reduce los niveles de glucosa en los diabéticos de tipo 2. La ingesta de ginseng antes o con las comidas provoca en los pacientes con diabetes mellitus de tipo 2 (no insulinodependientes) una reducción de la elevación del nivel de glucosa en sangre que se produce normalmente después de comer.
Ashwagandha. La ashwagandha, conocida también como el ginseng indio, favorece el sistema inmunológico y nervioso, tiene propiedades antioxidantes y es afrodisíaca. Además, es consumida por personas con diabetes mellitus de tipo 2 porque ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, además de suprimir los antojos de dulces y reducir el apetito.
Vitamina B6. La vitamina B6 es hidrosoluble (se disuelve en agua, por lo que el cuerpo no la puede almacenar y lo que sobra sale por la orina). Entre otros beneficios, ayuda a tu cuerpo a producir anticuerpos, producir hemoglobina y a mantener el azúcar (glucosa) en la sangre dentro de los valores normales. Puedes encontrarla mayormente en la carne de res y de cerdo, en las nueces, carne de ave, granos enteros y cereales fortificados, en los garbanzos enlatados, en el banano, en el atún y en el salmón.
Remedios naturales para los problemas de próstata
La próstata es un órgano del aparato reproductor masculino. Se encuentra enfrente del recto, debajo y a la salida de la vejiga urinaria, aunque también puede estar pegado a ella. Funciona como una vejiga secundaria que ejerce presión para que el semen salga por la uretra al exterior y también cierra el paso de la vejiga para impedir que se libere su contenido durante el acto sexual.
Cuando se produce una inflamación o agrandamiento de la próstata, se pueden manifestar los síntomas siguientes: micción frecuente (incluso por las noches), pérdida de orina, e infecciones del tracto urinario.
Existe una combinación de hierbas, vitaminas y minerales que son conocidas como eficaces para tratar la hiperplasia de próstata (es decir, un agrandamiento de la próstata). Las más eficaces son las siguientes:
Serenoa Repens (Saw Palmetto). Se trata de una planta que contiene un alto contenido de beta-sitosterol y esteroles vegetales que alivian los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
Esta planta es originaria de zonas arenosas de la costa del Atlántico Sur de Estados Unidos y de México, que también se ha aclimatado en el sur de California.
Pygeum africanum Hook. El ciruelo africano es un producto de origen vegetal, utilizado en medicina fitoterapéutica para aliviar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata. Además, mejora los signos funcionales ligados al adenoma prostático.
Ortiga. Se trata de una planta caracterizada por tener unos pelos urticantes que liberan una sustancia alcalina que produce escozor e inflamación en la piel. Sin embargo, es una de las plantas que más aplicaciones medicinales posee. Entre sus diferentes usos, es un diurético y depurativa, antiinflamatorio y antihistamínico.
Ajo. El ajo es una planta de la misma familia que la cebolla, la chalota y los puerros, muy utilizado en la cocina. Destacar que se han demostrado ciertos beneficios para el control en las personas con diabetes mellitus de tipo 2 e hipercolesterolemia. Ayuda a bajar la tensión arterial. Además, se considera un excelente bactericida y posiblemente el antibiótico natural más potente que existe, por lo que está indicado especialmente para la prostatitis (inflamación de la próstata) por infección o por acumulación de bacterias.
Equinácea. Una de las propiedades principales de esta planta es su capacidad para reforzar y potenciar el sistema inmune. Además, es un antibiótico natural usado como antiinflamatorio.
Hidrastis. La hidrastis o cúrcuma canadiense, conocida también como sello de oro, es una planta pequeña que crece en los bosques umbríos y húmedos de Canadá, algunos países del norte de Europa, desde Inglaterra a Rusia, así como en Estados Unidos. Se le atribuyen numerosas propiedades curativas como, por ejemplo, para el corazón, para los ojos y la boca, para facilitar la digestión… Además, se considera un antibiótico natural y refuerza el sistema inmunológico, sin olvidar que cuenta con una potente actividad de destrucción de células cancerígenas.
Quercetina. Posiblemente no habías oído hablar de la quercetina, sin embargo, se trata de un flavonol que se encuentra en altas concentraciones tanto en frutas como en verduras (especialmente en la cebolla) y es el más abundante y habitual en la dieta de las personas. Si quieres aumentar su ingesta en la dieta, por ejemplo, procura comer más uvas, manzanas, cítricos, col rizada, tomate y brócoli. Entre sus numerosos beneficios, es un potente antiinflamatorio. Bloquea el crecimiento de las células de cáncer de próstata y disminuye los síntomas de la infección de próstata.
Arándanos o zumo de arándanos. Los arándanos no solo son antioxidantes, sino que combaten el envejecimiento prematuro. Además, son bajos en calorías, protegen nuestra memoria y protegen nuestro corazón y ojos. Son muy buenos para prevenir las infecciones del tracto urinario.
Zinc. El zinc es un oligoelemento necesario para mantenerse saludable. Se encuentra presente en las proteínas animales (carnes de res, cerdo y cordero, especialmente), así como en las nueces, granos enteros, levadura y legumbres. También las frutas y verduras son una fuente excelente para tomar zinc. Existen muchos complejos vitamínicos y de minerales que lo contienen, así como en determinados medicamentos de venta libre. El zinc ayuda a que te crezca el cabello, mejora tu sistema inmune, favorece la curación de heridas y te ayuda a desarrollar músculos. Algunos estudios han mostrado que el zinc mejora los niveles de glucosa (control glucémico) en los pacientes con diabetes mellitus.
Remedios naturales para la migraña
La migraña puede provocar un dolor pulsátil intenso o en forma de latido en la cabeza, normalmente de un solo lado (aunque en ocasiones, al día siguiente, pasa a doler del otro lado). Con frecuencia, se acompaña de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido. Puede durar de horas a días y, en ocasiones, interfiere en la actividad diaria de una persona. Suele debilitar mucho y, a veces, se produce sin aviso previo. El problema es que no hay un remedio que funcione igual para todas las personas.
La mejor defensa contra la migraña es prevenirla. Si esperas al momento de mayor dolor para ponerle freno, puede ser demasiado tarde para impedir que tengas que permanecer un par de días “casi sin moverte”.
A algunas personas les alivia tomar algunas de las plantas siguientes:
Albahaca. La albahaca es una planta de unos 60 centímetros con beneficios para la salud muy amplios. Entre otros, ayuda en caso de insomnio y ansiedad, activa el intestino, combate la fatiga y cansancio mental, ayuda a eliminar las piedras en el riñón, favorece la digestión, disminuye las náuseas y los vómitos, activa el sistema inmune, mejora las afecciones de las vías respiratorias, reduce la inflamación y elimina o disminuye el dolor de cabeza o cefalea. También se utiliza para la inflamación de las vías urinarias y para ayudar en la cicatrización de heridas.
El consumo de albahaca es muy sencillo. Puedes añadir unas hojas a tus platos o hacerte una infusión con sus hojas frescas o secas. Introduce una cucharadita de hojas picadas de albahaca por cada 200 mil de agua. Cuando el agua esté caliente, añade las hojas de albahaca y deja reposar 5 minutos.
Mantecona o sombrera (también conocida como pata de caballo). Esta hierba se utiliza principalmente para tratar los dolores de cabeza y las migrañas, así como las alergias estacionales. Es antiinflamatoria, antiespasmódica, diurética y también funciona como analgésico. Se puede consumir en forma de pastillas o en el té. Como más se puede encontrar es en pastillas.
Manzanilla. Posiblemente lo has pensado ya que la manzanilla se conoce por su efecto antiinflamatorio y por ser ligeramente sedante. Disminuye la tensión y los espasmos musculares que suelen causar la migraña. Puedes consumirlo en forma de infusión o hacer una compresa con unas gotas de esenciales y aplicarla en la zona afectada.
Hierba santa (conocida también como martricaria). La hierba santa se utiliza para tratar el dolor de cabeza, la artritis y los problemas digestivos. Sirve, además, para disminuir la fiebre. Se cree que disminuye la inflamación de los vasos sanguíneos en la cabeza que contribuyen al dolor, aunque aún faltan más estudios al respecto. Sus ingredientes activos incluyen partenolida y tanetina. Por desgracia, aunque una cápsula contiene al menos 205 mcg de partenolida, debe ingerirse unas 4 a 6 semanas antes de que haga efecto, por lo que no sirve para mucho si se sufre un ataque agudo de migraña. Tomado a largo plazo, podría servir como prevención para las migrañas.
Lavanda. La lavanda es una planta muy conocida por sus propiedades calmantes. Se suele usar mayormente en infusión para las jaquecas causadas por un agotamiento nervioso, aunque también puede servir para aliviar el insomnio y para facilitar la digestión. Como aceite esencial, se usa para las picaduras o mordeduras de insectos, como aceite de masaje y como enjuague capilar. En realidad, tiene una amplia gama de usos: sedante, analgésico, regenerador celular, desinfectante de heridas, antiinflamatorio…
Menta. Se dice que la menta es buena para la migraña. Toma pequeños sorbos de té de menta o prepara compresas frías con unas gotas de aceite de mente diluido y aplícala directamente a la frente y las sienes. La menta se conoce por ser útil para aliviar los trastornos digestivos (se toma después de comer), para el sistema respiratorio, por ejemplo, para resfriados, tos crónica, dolor de garganta… Es antiséptico, y alivia la picazón. Tiene efectos anticoagulantes, ayuda a eliminar el mal aliente, previene la caries o la gingivitis y es antifúngica. También se utiliza en dietas para quienes quieren controlar o perder peso. Es su capacidad analgésica la que se atribuye a aliviar el dolor de cabeza.
Romero. Algunos de sus componentes tienen un potente efecto antioxidante, pero lo interesante en nuestro caso es que el romero calienta el cuerpo y reduce la tensión y el estrés que provoca la migraña. Frota tus sienes y el cuello con aceite esencial de romero o añádelo a un baño tibio. Se sabe que es digestivo y antiespasmótico. Protege al hígado y relaja el músculo liso gastrointestinal, por lo que elimina posibles espasmos. Tiene efecto diurético, es antiinflamatorio y antiulcerogénico. También es bueno para los problemas reumáticos y circulatorios. Puede usarse por vía tópica la esencia de romero en forma de aceites dérmicos, pomadas o como alcohol de romero. Al mejorar la circulación sanguínea, la esencia de romero se utiliza en la hipotensión. Sin olvidar que también se utiliza para la depresión leve, por el efecto tonificante que tiene sobre el sistema nervioso. Al mismo tiempo, destacar que tiene propiedades emenagogas, es decir, para la amenorrea, oligomenorrea y dismenorrea. Por su parte, la decocción de la planta en compresas sobre heridas, favorece su cicatrización y puede tratar los eccemas y los parásitos.
Remedios naturales para el insomnio
En estos días, el insomnio es algo bastante frecuente. Cuando sucede una o varias noches, no es preocupante, pero cuando te pasa un día tras otro, sin que consigas conciliar el sueño y descansar por las noches, entonces sí que se convierte en un problema. Si tienes problemas para quedarte dormido/a, antes de pedir un tratamiento farmacológico, intenta mezclar el cambio de hábitos con los remedios naturales.
Dormir es una necesidad. Si tienes dificultades para coger el sueño, aquí tienes algunos consejos que podrían ayudarte a dormir.
Luz azul
El insomnio suele ser algo habitual en la vida moderna. Aunque no lo parezca, hay una luz determinada que contribuye a ello. Procura evitar este tipo de luz en tu habitación, especialmente antes de dormirte. Es decir, la luz de la televisión, el teléfono móvil, la PDA, un reloj digital, el ordenador… Las ondas cortas que emite este tipo de luz podrían interferir tu sueño.
La melatonina comienza a producirse cuando se hace de noche y disminuye con el día, sin embargo, hay que tener muy en cuenta que para que esto funcione correctamente debemos descansar en una habitación completamente a oscuras, ya que la luz inhibe la producción de la hormona.
Cuando hay luz, la exposición a la luz por parte de nuestra retina activa una zona del cerebro llamado el hipotálamo. Este activa las hormonas que controlan la temperatura corporal y otras funciones que nos hacen despertar. Por lo tanto, incluso cuando la glándula pineal se active porque es de noche, si nos encontramos en una habitación donde haya luz artificial o luz solar, será suficiente para evitar que se produzca la melatonina, y no podremos dormir o al menos no descansaremos bien.
Cierra la persiana y las cortinas. Apaga las luces. Consigue la mayor oscuridad que puedas en la habitación. De esta forma activarás la producción natural de la melatonina. Dormirás y descansarás mejor.
Podría ayudarte llevar un antifaz en los ojos para evitar que entre luz. Suele ser útil cuando tienes que dormir en sitios donde hay luz, en un avión, etc.
Evitar los “sueñecitos”
Dormir fuera de tu horario empeora las cosas si tienes problemas para dormir por la noche. Pero, si no tienes más remedio que dormir una siesta, procura que sea breve, no más de 20 minutos.
Cualquier sueñecito ocho horas antes de acostarte, saboteará una buena noche de descanso.
Impedir ver la hora
Si tienes la costumbre de despertar por la noche y de estar mirando la hora continuamente, sufriendo por lo poco que te queda para levantarte… Esconde tu reloj en un cajón o dale la vuelta para que no puedas verlo por la noche.
Aliviar el dolor de espalda
Una molestia en la espalda posiblemente no te desvele, pero seguro que disminuye el sueño profundo. Una solución es colocar una almohada entre las piernas para que tu cadera se sitúe mejor y disminuya el estrés en la parte baja de tu espalda.
Una buena almohada
Si te despiertas cansado y con un cuello dolorido, seguro que es por la almohada. Las almohadas que están demasiado infladas o demasiado planas, pueden causar problemas. La almohada debe tener el tamaño correcto para soportar tu cuello en una posición neutral.
Si duermes de lado, procura que la nariz esté alineada con el centro del cuerpo.
Sellado del colchón
Los picores y estornudos de las alergias pueden alterar el sueño, y podría ser debido al colchón.
Con el tiempo, los colchones se llenan de polvo, y en el polvo se encuentran los ácaros que provocan las alergias.
Sella tu colchón y almohada o compra un producto que sea anti-ácaros.
Usa la cama solo para dos cosas
Según los expertos, la cama debería usarse solo para dormir y para practicar el sexo. Según indican, otras actividades, como leer un libro, hablar por teléfono o ver la televisión, podrían impedir la relajación necesaria para conciliar el sueño y evitar poder descansar plácidamente.
Acuéstate y levántate todos los días a la misma hora – incluso los fines de semana. Esta rutina hará que tu cerebro y cuerpo se adapten a un ciclo saludable de vigilia-sueño. Con el tiempo, podrás dormirte fácilmente cuando llegue la hora de dormir y hacerlo durante toda la noche.
Disminuir la cafeína
Tomarse un café por la mañana está bien para la mayoría de las personas, pero conforme avanza la mañana, especialmente pasado el mediodía, evita tomar cafeína (y esto incluye alimentos y bebidas).
Recuerda que incluso la más mínima cantidad de cafeína en el chocolate o en el café descafeinado, podría alterar tu descanso ya que interfiere en los estados profundos del sueño.
Ejercicio
Practicar ejercicio de forma regular mejora la calidad del sueño. Por supuesto, siempre y cuando no hagas ejercicio demasiado cerca de la hora de acostarte, ya que lo contrario podría mantenerte despierto.
Procura no practicar deporte al menos 3 o 4 horas antes de acostarte.
Evitar cenas pesadas
Por la noche, es mejor evitar los alimentos pesados y comer mucha cantidad. Algunas personas descansan mejor cenando algo ligero.
Procura no acostarte nada más comer porque estarás en plena digestión.
Cuidado con lo que bebes
Aunque los efectos tranquilizantes del alcohol te den algo de sueño a la hora de acostarte, ten cuidado.
Una vez desaparecen los efectos iniciales, el alcohol hará que te despiertes en más ocasiones y evitará que descanses bien durante toda la noche.
Evitar ingerir líquidos
Evita ingerir líquidos unas dos horas antes de acostarte. De esta manera evitarás tenerte que levantar al aseo varias veces en mitad de la noche. Después podría resultarte difícil volver a conciliar el sueño.
Disminuir la luz
Entre dos y tres horas antes de acostarte, procura bajar la intensidad de la luz de la casa. Además, evita conversar sobre temas importantes.
Cuando hay poca luz, el cerebro empieza a producir una hormona llamada melatonina, que nos ayuda a dormir.
No fumes
Si todavía no has dejado de fumar, ten en cuenta que la nicotina es un estimulante, igual que la cafeína. Por lo tanto, fumar evitará que puedas dormirte y empeora el insomnio.
Sin mascotas
La cama no es lugar para que duerma tu mascota. No dejes que tu perro o tu gato duerman en la habitación, y menos aún en tu cama. Además de poder provocar alergias, también pueden evitar que disfrutes de un sueño reparador profundo.
Mente en blanco
Una hora antes de acostarte, procura hacer actividades que te aporten tranquilidad. Lee, medita, escucha música relajada, o tómate un baño caliente. Intenta evitar pensamientos negativos, preocupaciones, planes para otro día… Intenta no pensar.
Pastillas para dormir
Cuando no consigues dormir, tomarte una pastilla puede resultar una solución muy tentadora, pero ten cuidado. Algunos medicamentos para conciliar el sueño suelen ser adictivos y, además, tener efectos secundarios.
Intenta empezar con remedios naturales a base de plantas.
Si te han prescrito las pastillas para dormir y no tienes más remedio que usarlas, intenta que sea por un corto periodo de tiempo.
Cambia tus hábitos de vida. Sigue los consejos que te hemos facilitado. Seguro que consigues dormir sin necesidad de usar “métodos artificiales”.
Cuando el insomnio persiste
Si tras seguir estos consejos, tu insomnio persiste durante al menos un mes, es hora de acudir a un especialista.
El insomnio podría ser el síntoma de una enfermedad o problema. En ocasiones, suele ser consecuencia de otros problemas como por ejemplo una depresión, reflujo gástrico, asma, artritis… Incluso por la ingesta de algunos medicamentos. Acude a tu médico.
Manzanilla. La manzanilla se conoce por ser ligeramente sedante y es segura tanto para adultos como para niños. Utiliza aceite de manzanilla para el baño o bébela como infusión antes de acostarte.
Lavanda. Es posible que conozcas la lavanda por ser una flor que desprende un aroma muy intenso, siendo utilizada como ambientador y como repelente de las polillas, sin embargo, hace muchos años que se usa también bajo la almohada para facilitar el sueño. Utiliza aceite esencial de lavanda en un difusor en el dormitorio. Este aroma favorece el sueño.
Valeriana. La valeriana es archiconocida por ser una planta sedante, hipnótica y relajante que se utiliza tradicionalmente en casos de ansiedad e insomnio. Pero, su uso se remonta a la antigüedad, ya que los médicos griegos y romanos ya la prescribían por sus propiedades diuréticas, analgésicas y contra la sed. Además, la medicina tradicional china la incluye para tratar resfriados, heridas y para los problemas de la menstruación. Por lo tanto, está recomendada para el estado de intranquilidad y el insomnio. Ayuda a conciliar mejor el sueño y a dormir más tiempo. Se puede consumir como infusión.
Passiflora. La passiflora, conocida como la flor de la pasión, ha sido utilizada como remedio natural en la medicina desde hace mucho tiempo. Es sabido que los aztecas la utilizaban por sus propietarios diuréticas y analgésicas y que los incas preparaban té con carácter tónico. Los indígenas hacían uso de la flor machacada como desinfectante y como calmante para heridas y quemaduras. En la actualidad, su uso más extendido es para el insomnio provocado por el estrés, las preocupaciones o el cansancio, gracias a su capacidad analgésica. Es un sedante natural y es seguro que lo consuman tanto adultos como niños. Normalmente se consume en forma de infusión. Pero, se debe tener la precaución de no tomarla en exceso, porque podría provocar somnolencia.
Lechuga silvestre. Esta lechuga posee diversos compuestos químicos como alcaloides, ésteres, alcoholes, enzimas y alcaloides, con potentes efectos narcóticos, hipnóticos y sedantes. Su ingestión en forma de infusión calma la excitación nerviosa. Posee una acción similar al opio, pero, contrariamente a este, no crea dependencia. Por este motivo, también se conoce como “opio de lechuga”. Eso sí, hay que ser muy prudentes porque puede causar colapso respiratorio por sobredosis, por lo que debe considerarse como una planta tóxica y mortal.
Amapola de California. Se trata de una planta conocida por sus diversas propiedades medicinales: antiinflamatorias, sedantes, hipnóticas, anestésicas y antifúngicas. Por lo que puede usarse para tratar los dolores musculares y el insomnio. De hecho, suele usarse ampliamente en fórmulas para ayudar a relajarse y a reducir la ansiedad. Se puede tomar en infusión. Destacar que no pueden tomarla las mujeres embarazadas, ni los pacientes con glaucoma o los que tengan hipertensión y tampoco se debe tomar si se está tomando algún otro medicamento.
Fotografía de dominio público. Crédito: Imagen de Jill Wellington en Pixabay