
China ha confirmado un caso de peste bubónica en Mongolia Interior, una región autónoma del norte de China. La policía ha pedido a la población que informen ante cualquier caso sospechoso.
La persona infectada, según informan, se encuentra hospitalizada, está recibiendo el tratamiento adecuado y se encuentra estable.
Se ha activado una alerta sanitaria de nivel tres, lo que indica que existe riesgo de infección de persona a persona, por lo que se urge a los ciudadanos a informar sobre cualquier animal muerto que encuentren, casos sospechosos de infección y pacientes que presenten síntomas por razones no identificadas.
A principios de mes, Mongolia Interior había confirmado dos casos de peste bubónica, forzando una cuarentena en la provincia que bordea China con Rusia.
Si bien se trata de una infección tratable, China no quiere menospreciarla después de la experiencia vivida con lo que desencadenó la pandemia a nivel mundial. Se ha pedido a los residentes que tomen precauciones si salen al campo y que no se acerquen ni coman animales salvajes.
La peste bubónica es una infección producida por una bacteria en la que predomina la inflamación de ganglios infectados en órganos sexuales y ojos. Cuando afecta a los pulmones, la enfermedad se conoce como peste neumónica. Se trata de una enfermedad endémica en Mongolia que se propaga principalmente por la picadura de pulgas infectadas en roedores, aunque también se puede propagar por la exposición a los fluidos corporales de un animal infectado por la peste.
Los síntomas principales son similares a los de la gripe y se presentan entre uno a siete días después de exponerse a la bacteria. Se incluye fiebre, dolor de cabeza y vómitos. Los ganglios inflamados pueden ser dolorosos y podrían expulsar material purulento al exterior.
Existen varios antibióticos como tratamiento. En el caso de no tratarse la enfermedad, la tasa de mortalidad se calcula entre un 30% a un 90% del total de los infectados, en unos diez días. Con el tratamiento, el riesgo de muerte es de un 10%.
La peste bubónica se conoce como la “muerte negra” que se propagó en Asia, Europa y África en el siglo XIV y que mató a unos 100 millones de personas.
Fotografía de dominio público. Crédito: CDC