¿Sabías que masticar jengibre es un remedio natural para las náuseas? Pues sí, incluso en forma de caramelos o pastillas, e incluso bebido como té, el jengibre elimina las náuseas y los vómitos, por lo que es excelente, por ejemplo, para las mujeres embarazadas. Pero, el jengibre también tiene otras propiedades. No te pierdas nuestro artículo y profundiza en todos los beneficios que te puede aportar esta planta.
Conocido científicamente como Zingiber officinale, el jengibre es una planta de gran aroma cuyo tallo ha sido utilizado en la medicina tradicional asiática desde hace más de 2.000 años, pasando poco a poco a ser usado también en la gastronomía. Los antiguos griegos y romanos también se aprovecharon de sus cualidades.
El jengibre, conocido igualmente como kión, suele llegar a los 90 centímetros de altura, con hojas largas de 20 centímetros. Su tallo es subterráneo y es un rizoma horizontal con un aroma intenso y sabor picante.
Propiedades
Consumir jengibre de forma habitual puede proporcionar grandes beneficios para la salud. Es una solución efectiva para los problemas digestivos, un antiinflamatorio natural, actúa como relajante muscular y también como afrodisíaco. El jengibre, además, debido a su efecto vasodilatador, mejora la circulación sanguínea.
Al favorecer la producción de saliva y bilis, favorece la digestión y evita la aparición de los efectos secundarios que se relacionan con la malabsorción de los alimentos.
Si hace frio, beber té de jengibre (al que puedes añadir miel) es un método para mantenerte caliente. Promueve la sudoración, por lo que trabaja para calentar el cuerpo desde dentro.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Georgia, la administración diaria de suplementos de jengibre redujo el dolor muscular inducido por el estrés en un 25%. También se ha descubierto que reduce los síntomas de la dismenorrea, el dolor severo que tiene lugar durante el ciclo menstrual, porque en un estudio científico, el 83% de las mujeres que lo tomaron en forma de cápsulas sintieron mejorías en los síntomas del dolor menstrual.
Consumir jengibre también podría mejorar el mareo, especialmente el provocado como consecuencia de viajar en algún medio de transporte terrestre o marítimo, aunque no está probado científicamente.
El consumo de esta especia ayuda a abrir el apetito.
Si padeces alguna condición inflamatoria, como, por ejemplo, en el colon, consumir jengibre puede reducir la inflamación. Al mismo tiempo, al disminuir la inflamación, según algunos investigadores también disminuye el riesgo de cáncer de colon.
En algunos ensayos clínicos el uso de jengibre ha obtenido resultados prometedores para tratar la inflamación relacionada con la osteoartritis.
La raíz de la planta se puede consumir fresca, en polvo, secada como especia, en forma de aceite o incluso como zumo.
Sin olvidar que el jengibre resulta ser un alimento efectivo para acelerar el metabolismo, combatir las migrañas, disminuir la congestión, especialmente en caso de resfriados, reforzar las defensas y prevenir enfermedades cardíacas.
Contenido
El jengibre no aporta un número elevado de calorías, carbohidratos, fibra o proteínas, ya que no se suele consumir en cantidades importantes. Sin embargo, contiene numerosos compuestos antiinflamatorios y antioxidantes, como gingeroles, ácido cafeico, curcumina, beta-caroteno, capsaicina y salicilato. Entre sus componentes se incluyen: hidratos de carbono, proteína, fibra, azúcares, vitamina B6, calcio, sodio, hierro, vitamina C5, magnesio, potasio, fósforo, folato, zinc, niacina y riboflavina.
Formato de venta
Si tienes previsto comprar jengibre fresco elije uno que tenga una raíz sin arrugas, es decir, con la piel lisa y que emita un aroma picante. Guárdalo en una bolsa de plástico, en el frigorífico o en el congelador.
Ten presente que, si es fresco, tienes que pelarlo o rallarlo antes de consumirlo.
También puedes comprarlo molido.
Recetas
El jengibre es muy sencillo de usar. Si lo usas como especia, no tienes más que añadirlo a tus salsas y platos o utilizarlo como un ingrediente más durante el cocinado; por lo que puede ser usado cocinado, rayado, en conserva, molido, crudo, etc.
Su sabor picante hace que el jugo del rizoma se use como condimento tanto para el marisco como para el cordero, en la cocina china.
También lo puedes consumir en bebida como té.
El té de jengibre es sencillo de preparar.
Ingredientes
½ litro de agua
Un bulbo de tamaño medio o dos pequeños de jengibre
Una cucharada de miel y unas gotas de miel (opcional)
Hierve el medio litro de agua.
Pela las rizomas de jengibre en rodajas finas y, una vez que rompa a hervir el agua, añade el jengibre. Cubre el recipiente y deja a fuego lento durante 20 minutos.
Cuela el líquido y añade el limón y la miel, aunque también se puede tomar de forma natural.
Servir bien caliente.
Té de jengibre con canela y limón
Ingredientes
1 rodaja de rizoma de jengibre gruesa
1 rama de canela
½ limón
1 taza de agua
Sigue los pasos indicados para el té de jengibre. Pon el agua a hervir en un cazo y cuando vaya a hervir, retíralo. Incorpora el jengibre y una rama de canela. Deja reposar durante unos 10 minutos.
Puedes añadirle un poco de zumo de limón o de naranja, al gusto.
Advertencias
Por lo general, entre los efectos secundarios poco comunes se encuentran: ardor de estómago, aumento en la tensión arterial (aunque solo a dosis altas) y cálculos en el riñón, por lo que no es una planta o especia recomendable para las personas que sufran de piedras en el riñón o en la vesícula.
Su consumo también puede provocar efectos secundarios leves como son diarrea, aumento del sangrado durante la menstruación y molestias de estómago o acidez.
No obstante, algunos grupos de personas deben prestar un cuidado especial antes de consumir jengibre y consultar al médico antes de empezar a tomarlo. Entre ellas: pacientes con diabetes mellitus, porque podría disminuir el nivel de glucosa en sangre; embarazadas, porque algunos especialistas consideran que la planta podría afectar a las hormonas sexuales del feto; pacientes con afecciones cardíacas, porque a dosis altas, podría empeorar ciertas patologías cardíacas.
Algunos especialistas creen que tomar mucho jengibre podría provocar un aborto.
Durante la lactancia no existen datos contrastados que confirmen que el uso frecuente de jengibre durante la lactancia pueda afectar de algún modo, por lo que se recomienda evitar su ingesta durante este periodo.
Se ha demostrado que el jengibre interactúa con los medicamentos anticoagulantes produciendo hematomas y hemorragias.
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