La aparición de tres peces remo varados en distintas zonas del océano Pacífico: en Saint Bernard, Leyte (Filipinas), en playa Murciélago, Manta (Ecuador) y en Pichilingue, Baja California Sur (México), ha desatado todo tipo de temores. No hay que olvidar que estos lugares son muy sísmicos y que forman parte del cinturón de fuego por lo que muchos de los residentes han mostrado su preocupación en redes sociales ante la posibilidad de que estos peces sean el presagio de algún terremoto de gran potencia y tsunamis. El 11 de junio de 2020 apareció un ejemplar en Cozumel y 12 días después se produjo el terremoto de 7,5 grados en México.
Este pasado fin de semana, un ingeniero en acuicultura encontraba un pez remo gigante en la playa de Pichilingue, en Baja California Sur. El pez medía unos 4 metros de longitud. Según ha explicado, lo encontró muerto y en estado prácticamente de descomposición, de forma que decidió devolverlo al mar para que formara parte del ciclo de la vida. No obstante, al tratarse de un ejemplar raro, hizo fotografías y videos.
Según explica National Geographic, la creencia tradicional es que, si aparecen muchos peces remo, podría ser señal de un terremoto inminente.
El pez remo gigante, Regalecus glesne, conocido también como el rey de los arenques, es una especie de pez lampridiforme que se encuentra en todos los océanos, excepto en las regiones polares. Esta especie es el pez óseo más largo del mundo, alcanzando 11 metros de longitud, aunque algunas informaciones no confirmadas hablan incluso de 17 metros de longitud. Su peso máximo registrado ha sido de 272 kilogramos.
Este pez no tiene dientes y tiene una aleta dorsal a lo largo de toda su longitud, con radios en las aletas que pueden contar hasta 400 o más. Son sus aletas pélvicas las que son largas, de una sola raya y que recuerdan a un remo por su forma.
Lo que más sorprende de la aparición de este pez remo en superficie es que habita principalmente en la capa mesopelágica y nada tan profundamente como a 1.000 metros de la superficie, llegando como mucho a 20 metros de ella.
Estos peces de las profundidades marinas son muy sensibles a la tensión de las rocas que hay bajo la superficie marina. Igual que sucede con los animales que huyen de los sonidos electromagnéticos de la compresión de las rocas bajo tensión, también ciertos animales marinos intentan huir de ello. En el caso de los peces de las profundidades marinas, apenas hay compresión en la superficie, porque está más alejada de la roca, por lo que tratan de huir a una zona del mar donde, por desgracia, no están preparados para sobrevivir.
Según los seguidores de la teoría de que se aproxima un Reverso de los Polos, cuando los peces remos subieron a la superficie del mar antes de los grandes terremotos en Japón, lo hacían para huir de la compresión electromagnética que emite la roca cuando se encuentra sometida a presión. Y, en vista de ello, ¿qué nos está mostrando su comportamiento actual frente a la costa del sur de California? Hace tiempo que venimos informando del desplazamiento de los continentes y de las placas tectónicas que están teniendo lugar en el planeta. Hemos descrito también el movimiento en arco del continente norteamericano. Y el centro de este arco se encuentra aproximadamente en San Diego, es decir, precisamente en el sur de California.
La placa norteamericana colinda con la placa del Pacífico en este punto, sin otra placa menor que pueda absorber la presión. El Pacífico se está comprimiendo, bajo una presión continua, y Norteamérica se está inclinando, de manera implacable. Para los peces remos que habitan en la zona, no existe escapatoria y suben a la superficie, donde que quedan atrapados por las olas y las corrientes que los conduce a las playas. A una muerte segura, puesto que son incapaces de nadar en este tipo de corrientes marinas.
Pero, ¿es cierto que su relación con los terremotos y tsunamis tan solo es una teoría?
Según un reportaje realizado por Japan Times, la teoría del folclore japonés de que la aparición de estos peces es un aviso de grandes terremotos, sí que podría tener una base científica, si bien aún no se ha explorado. Según un experto en seísmos de la ONG e-PISCO, los peces de aguas profundas que viven cerca del fondo del mar son más sensibles a los movimientos de las fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar.
Sin embargo, a pesar de esta afirmación, lo cierto es que todavía no se ha investigado hasta qué punto esta especie podría predecir terremotos y, por el momento, los científicos aseguran que cuando aparecen, es porque se han visto empujados por tormentas o corrientes fuertes, están heridos o a punto de morir.
El avistamiento de un pez remo en Quintana Roo el pasado 11 de junio de 2020 y su relación con el terremoto de 7,5 grados que se registró el 23 de junio en México, desató el pánico en redes sociales. En esa fecha, pescadores de la isla de Cozumel descubrieron un ejemplar de pez remo. Según han explicado los testigos, navegaban en su bote cuando lo vieron flotando en el agua, prácticamente muerto. Solo 12 días más tarde se produjo el terremoto de 7,5 grados con epicentro en el estado de Oaxaca.
Sin embargo, a pesar de esta aparente coincidencia, también hay ocasiones en las que aparecen peces remo, pero no se producen seísmos, como en el año 2013, cuando aparecieron dos ejemplares en las orillas de California y no se registraron terremotos con posterioridad a su descubrimiento. No obstante, no cabe duda que debido a su hábitat, en las profundidades marinas, este pez debe ser extremadamente sensible a los movimientos de las placas y de las rocas que hay bajo el lecho marino. ¿Quién sabe? Puede ser que no todos estos movimientos generen terremotos en la superficie terrestre y que su aparición sí que sea consecuencia de su huida ante las ondas electromagnéticas emitidas por la roca del fondo marino.
Fotografía2. Imagen del pez remo gigante encontrado en la playa de Baja California Sur, del que se cree presagia terremotos y tsunamis. Crédito: @titotayco, vía Twitter.