
NASA y FEMA se preparan para el impacto de un asteroide el 20 de septiembre de 2020, frente a la costa de California. Se trata de un escenario ficticio en el que las dos agencias trabajarán juntas para mejorar la colaboración, pero, ¿este ejercicio realmente es solo un simulacro o se están preparando para un impacto próximo?
Para el administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, no se trata de si tendrá lugar, sino de cuándo se ocuparán de este tipo de situación, aunque afirma contar ahora con la capacidad para responder a la amenaza de un impacto a través de observaciones, predicciones, planificación de respuesta y mitigación continuas. Sin embargo, la verdad es que últimamente no cesan de sobrevolarnos meteoritos que, por desgracia, apenas son descubiertos horas antes de su paso.
Según estas agencias, el simulacro ha sido creado para crear un foro en el que la comunidad científica planetaria muestre cómo recolectar, analizar y compartir datos sobre un asteroide hipotético que se predice impactará la Tierra. Los administradores de emergencias han hablado sobre cómo usarían esos datos para considerar algunos desafíos únicos que presentaría el impacto de un asteroide, para la preparación, respuesta y advertencia pública.
Representantes de las agencias NASA y FEMA, Laboratorios Nacionales del Departamento de Energía, las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, y la Oficina de los Servicios de Emergencias del Gobernador de California, estuvieron presentes en la reunión inicial y participarán a lo largo de este ejercicio de 4 años de duración el 20 de septiembre de 2020.
Según el administrador de FEMA; es crucial realizar este tipo de simulacros que abarque escenarios de baja probabilidad y de altas consecuencias, y solo trabajando ahora en los planes de respuesta, estarán mejor preparados para cuando pueda ser necesaria una respuesta ante este tipo de evento.
El ejercicio simula un posible impacto de aquí a cuatro años, en el que, según la NASA, un asteroide imaginario, descubierto este otoño, con un 2% de probabilidades de impactar en la Tierra el 20 de septiembre de 2020. El asteroide simulado se calcula que tendría entre 100 y 250 metros (300 a 800 pies), de tamaño, siendo posible que impacte en cualquier lugar de la Tierra, incluyendo un tramo pequeño que cruza Estados Unidos.
En el escenario de ficción, los observadores siguieron monitoreando el meteorito durante tres meses usando telescopios con base en la tierra, y la probabilidad de impacto se disparó a un 65%. Entonces, las siguientes observaciones tuvieron que hacerse cuatro meses más tarde, debido a la posición del asteroide con relación al sol (y que hacían que fuera difícil de observar). Una vez pudieron restablecer el contacto visual en mayo de 2017, la probabilidad de impacto previsto pasó a un 100%. Para noviembre de 2017, se simuló que el impacto podría tener lugar en algún lugar en el sur de California o frente a la costa del Océano Pacífico.
Para complicar las cosas todavía más, la NASA acaba de publicar una relación de asteroides reales (que no forman parte de este simulacro), que harán su aproximación cercana a la Tierra el 20 de septiembre de 2020. El objeto, conocido como 2017 SL16, curiosamente fue descubierto en 207 y coincide con los datos proporcionados para el simulacro.
Pero, para complicar el escenario todavía más, los jugadores de rol no permitieron la desviación o mitigación del asteroide y, en su lugar, optaron por evacuar por la fuerza a los residentes de la ciudad de Los Ángeles.
Si bien se había simulado en ejercicios anteriores el montaje de una misión de desvío para sacar el asteroide de su rumbo de colisión, este ejercicio en concreto se ha diseñado para que el tiempo de impacto fuera demasiado corto como para poder realizar una misión de desvío.
Científicos del JPL, el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, los Laboratorios Nacionales Sandia y la Corporación Aeroespacial presentaron modelos de huella de impacto pronosticados, estimaciones de desplazamiento de población, información sobre la infraestructura que se vería afectada, así como otros datos que podrían conocerse de manera realista en varios puntos el escenario del ejercicio”, informa la NASA.
El alto grado de incertidumbre inicial, junto con el tiempo de alerta de impacto relativamente largo hizo que este escenario fuera único y especialmente desafiante para los administradores de emergencias ”, según el jefe de la Rama de Coordinación de Respuesta Nacional de FEMA. «Es bastante diferente a prepararse para un evento con un cronograma mucho más corto, como un huracán».
Para Mike Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, se trata de un ejercicio en vivo para hacerlo bien.
Imagen. Crédito: Imagen de Родион Журавлёв en Pixabay