
Las destructivas tormentas que han azotado Victoria, en Australia, el jueves, 27 de agosto de 2020, han mantenido vientos de hasta 158 kilómetros por hora (98 millas por hora), causando la muerte de al menos 3 personas. El suministro eléctrico quedó interrumpido a unos 95.000 usuarios, mientras que unas 25.000 tuvieron una posible contaminación del agua. El Servicio Estatal de Emergencias recibió cerca de 3.000 llamadas pidiendo asistencia, después de que numerosos árboles cayeran y varias propiedades resultaran dañadas.
Por desgracia, entres las víctimas se incluye un niño de 4 años que murió tras caerle un árbol encima en Blackburn South. El niño sufrió heridas graves y fue trasladado al hospital, pero no logró superarlo. Las otras dos víctimas murieron también por la caída de árboles, aunque en incidentes distintos. Un hombre de 59 años murió cuando un árbol cayó sobre su vehículo en Belgrave, mientras que una mujer de 36 años perdió su vida de la misma manera, en Maroondah Highway.
Las noticias nacionales de Australia han denominado las tormentas como devastadoras, destacando que probablemente tarden meses en recuperarse en las zonas donde ha causado destrucción.
Algunos residentes quedaron atrapados en el interior de sus casas, cuando los árboles se precipitaron contra los tejados.
Wilsons Promontory se llevó la peor parte del fuerte viento, registrando rachas de 158 kilómetros por hora (98 millas por hora). Las zonas más castigadas han sido Mount Evelyn, Croydon, Lilydale, Mount Waverky y Belgrave.
En Melbourne, una racha de viento llego a los 95 kilómetros por hora (59 millas por hora), la más fuerte desde el año 2019.
Las labores de limpieza todavía continúan, aunque la tormenta ya ha abandonado la isla.
Las previsiones meteorológicas prevén un clima soleado y seco el sábado, si bien para el domingo, 30 de agosto, se prevé la llegada de otro frente frío.
Fotografía. Crédito:SES