Sucedió la noche del 19 de agosto de 2020. El cielo nocturno se llenó de una especie de humo y una lluvia de meteoritos sorprendió a los habitantes de la tranquila ciudad y municipio de Santa Filomena, en el estado de Piauí, en Brasil.
La noticia corrió como la pólvora y pronto, coleccionistas y cazadores de meteoritos aparecieron en busca de las ansiadas piezas desde todas las zonas de Brasil, así como de lugares tan lejanos como Inglaterra, Uruguay y Estados Unidos). Entre ellos, cuatro científicos del Museo Nacional de Río de Janeiro quienes, a pesar de llegar al día siguiente del suceso, ya no encontraron alojamiento en el único hotel del pueblo, que había colgado el letrero de “completo”, teniendo que alquilar una habitación a una familia de la localidad.
Teniendo en cuenta la difícil situación económica de muchos de los habitantes de esta pequeña ciudad y el hecho de que la mayoría de los fragmentos del meteorito fueron hallados junto a la iglesia, le han dado gracias a Dios, después de encontrar fragmentos de un meteorito cerca de su iglesia.
Uno de los jóvenes de Santa Filomena encontró un fragmento de 7 centímetros de largo y 164 gramos de peso, cerca de la iglesia local y logró venderlo a un coleccionista estadounidense por 1.300 dólares.
Un meteorito de 2,8 kilogramos está siendo negociado por el Museo Nacional, y su precio oscila alrededor de los 20.000 dólares. Mientras que el más grande, de 38,2 kilogramos, al parecer ha sido vendido por 26.800 dólares, el equivalente al salario medio de 10 años. Pero, según parece, aún quedan muchos más.
Quienes residen en la ciudad se refieren ahora a la lluvia del meteorito como un “milagro” ya que podría considerarse cómo si estuviera cayendo “dinero del cielo”.
La mayoría de las piezas más grandes han sido halladas en los alrededores de la iglesia, lo que ha convencido a muchos de los habitantes de la ciudad que se trata de un meteorito especial, “enviado por Dios”.
Un equipo de cuatro científicos del Museo Nacional de Río Janeirois, en Brasil, están intentando negociar el precio de la pieza más grande. Temen que no puedan superar el precio ofertado por el coleccionista americano, y que esta roca inusual termine fuera del país.
Se sospecha que el meteorito es una condrita rara, que se remonta a los orígenes del Sistema Solar. Solo el 1% de los meteoritos son de este tipo y los especímenes se pueden vender por decenas de miles de dólares.
La condrita más grande jamás registrada pesa 1,770 kg y se recuperó de la lluvia de meteoros de Jilin de 1976.
Fotografía1. Imagen del meteorito de 38,2 kilogramos descubierto en Santa Filomena, Brasil. Crédito: R. Ward. Vía Karmak
Fotografía2. Imagen del cráter que ha dejado el impacto del meteorito de 38,2 kilogramos encontrado en Santa Filomena, Brasil. Crédito: Karmaka
Fotografía3. Imagen del meteorito adquirido por un coleccionista de meteoritos de Arizona, en Estados Unidos. El meteorito pesa 38,2 kilogramos. (Crédito: Michael Farmer)