El 25 de agosto de 2020, saltaron todas las alarmas cuando los sistemas de vigilancia de asteroides en peligro de colisión con la Tierra, detectaron un objeto en ruta de colisión con nuestro planeta.
La alerta se había activado cuando el sistema de alerta de impacto terrestre de asteroides de la Universidad de Hawái, y el Cataline Sky Survey, dependiente de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, confirmaron que un pequeño objeto se dirigía directamente hacia la Tierra.
Tras realizar los cálculos precisos de su órbita, en el Centro de Estudios de Objetos Próximos a la Tierra, del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, y contrastarlos con el instituto homólogo de la Agencia Espacial Europea, se confirmó la naturaleza del objeto.
El misterioso objeto que se dirigía a nuestro planeta era una pequeña nave espacial lanzada por la NASA hace 56 años. Su nombre: Orbiting Geophysics Observatory. 1, conocido como OGO-1. Sin embargo, aunque pequeño, su peso era de 487 kilogramos (1070 libras).
Empezó a funcionar en 1964 como uno de los cinco satélites para estudiar el campo magnético, la atmósfera de la Tierra y la meteorología espacial y ha estado fuera de servicio desde el año 1971. Desde entonces, ha ido perdiendo altura acercándose a la Tierra, hasta que comenzó a perder velocidad.
Afortunadamente, gracias a nuestra atmósfera, este satélite se volatilizó este sábado, a las 22:44 horas (hora española) creando una lluvia de restos humeantes que han terminado estrellándose en el océano Pacífico, a 160 kilómetros al sudeste de Tahití.
The 1,070-lb. (487 kilograms) OGO-1 experienced that inevitability on Saturday (Aug. 29), as NASA had predicted. An updated reentry prediction from NASA’s Center for Near-Earth Objects at the Jet Propulsion Laboratory put satellite’s fall at about 4:44 p.m. EDT (2044 GMT) over the southern Pacific Ocean , with it burning up in the atmosphere, posing no threat to humans, NASA officials told Space.com in an email.
The spacecraft hit the atmosphere about 25 minutes earlier than NASA had forecast, according to NASA, resulting in a reentry location east of the agency’s predictions. OGO-1 was forecast to reenter about 100 miles (160 kilometers) southeast of Tahiti,; in addition to tracking the satellite, NASA received reports of the event from people on the island.
Imagen. OGO-1 visto en órbita el 25 de agosto de 2020. Crédito: NASA