La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda encarecidamente que, a partir de ahora, se trate a los pacientes que estén muy enfermos con COVID-19, con esteroides, pero no a quienes tengan síntomas leves. Esta recomendación se basa en un gran estudio internacional que ha confirmado que los esteroides reducen el riesgo de muerte en un 20%.
A mediados del mes de junio de 2020, la OMS ya había elogiado el medicamento Dexametasona, calificándolo como un avance científico en la lucha contra la COVID-19. Desde entonces, la dexametasona se viene utilizando regularmente en algunos países como medicamento en las plantas con pacientes con COVID-10.
Ahora, el conjunto de estudios clínicos internacionales de siete países confirma los primeros hallazgos. Tres medicamentos, esteroides, concretamente la hidrocortisona, dexametasona y metilprednisolona, fueron probados en más de 1.700 pacientes con coronavirus, en Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, China, España, Francia y Canadá. Y los esteroides amortiguan la respuesta del cuerpo al virus.
A menudo, los pacientes no mueren por el propio virus sino por la reacción exagerada de su cuerpo a la infección.
Según han explicado los científicos, aproximadamente el 68% de los pacientes más enfermos sobrevivieron a la Covid-19 después del tratamiento con corticosteroides, mientras que, sin corticosteroides, la supervivencia fue de un 60%.
El epidemiólogo Jonathan Sterne, ha añadido que los resultados indicaron lo mismo en todos los países participantes, concretamente que los pacientes con corona que estaban en peor situación se beneficiaron de los esteroides, independientemente de su edad, sexo o duración de su enfermedad.
Según destacó el profesor de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, los esteroides también son medicamentos baratos y fácilmente disponibles
Para la OMS, estos medicamentos pueden ser utilizados de forma inmediata en los cuidados intensivos para salvar la vida de los pacientes más graves con Covid-19, con la aprobación de la OMS.
Según ha aclarado Anthony Gordon, profesor en el Imperial College, en Londres, los resultados son sorprendentes, pero este medicamento no cura, por lo que sigue siendo esencial seguir con las directrices de prevención.
Los resultados de este estudio han sido publicados en el Journal of the American Medical Association
Fotografía de archivo. Crédito: Pete Linforth en Pixabay