El 7 de octubre de 2020, una potente tormenta dejó a más de 200.000 usuarios sin suministro eléctrico y causó al menos dos muertos en Nueva York. La tormenta ha sido descrita como “un evento inusual”, con vientos de 109 kilómetros por hora (68 millas por hora), siendo la racha de viento más fuerte que tiene lugar en el mes de octubre, según confirmaban desde el Servicio Nacional de Meteorología de los Estados Unidos en Albany. Es más, la propia tormenta ha sido reconocida como las más potente en los eventos climáticos extremos de 2020 en los Estados Unidos.
La tormenta fue repentina. Derribó numerosos árboles y tendidos eléctricos, provocando un gran apagón en la zona que afectó a más de 200.000 personas.
Según una portavoz de la red eléctrica, la región no había sufrido un apagón de este tipo desde hace más de una década y admitía que se trataba de una tormenta muy potente.
En una actualización, el día 8 de octubre, la Red Nacional informaba que más de 2.000 empleados estaban trabajando para restablecer el servicio y que ya lo habían conseguido con más de 135.000 usuarios.
Según el vicepresidente de New York Electric Operations, la tormenta resultó ser extremadamente dañina en el sistema eléctrico.
Las estaciones meteorológicas de Nueva York registraron vientos fuertes de entre 80 y 95 kilómetros por hora (de 50 a 60 millas por hora) desde Mohawk Valley hasta el mismo distrito capital, con una racha de 107 kilómetros por hora (67 millas por hora) registrada en el aeropuerto Internacional de Albany.
Se trata definitivamente de un evento inusual, que además, afectó a una zona muy amplia, siendo difícil determinar qué zonas se vieron más castigadas, ya que todas presentan daños materiales importantes.
Como resultado de este clima extremo, dos personas murieron. Según la Policía Estatal, un hombre de 24 años que circulaba por Pierce Road murió tras caerle un árbol encima.
En Berkshires, la Policía de Great Barrington informó de una víctima en el Wyantenuck Country Club, por la caída de ramas y árboles sobre su coche de golf.
Fotografía. Crédito: Assemblyman Angelo Santabarbara