
Los científicos han descubierto una placa tectónica oculta bajo el Pacífico, en el norte de Canadá. Al reconstruir esta placa, se han dado cuenta de que podría haber sido la causante de la formación del arco de volcanes que hay en el Océano Pacífico, hace 60 millones de años.
La placa, nombrada Resurrection, hace tiempo que es motivo de controversia entre los geocientíficos, debido a que muchos creen que no existió nunca. Pero, esta nueva reconstrucción sitúa el extremo de la placa rocosa a lo largo de una línea de unos volcanes antiguos que son conocidos, lo que sugiere que en un pasado lejano formó parte de la corteza terrestre en lo que hoy en día conocemos como el norte de Canadá.
Los autores del estudio, de la universidad de Houston, utilizaron un modelo de ordenador de la corteza de la Tierra, para descapar el movimiento de las placas tectónicas desde principios del Cenozoico, una era geológica que empezó hace 66 millones de años.
Los geocientíficos ya sabían que había dos placas en el Pacífico en aquellos tiempos, la placa Kula y la placa Farallon.
Debido a que hay grandes cantidades de magma en el este de la localización anterior de esta placa, en lo que hoy en día es Alaska y Washington, algunos geocientíficos discutían que había una pieza que faltaba en el rompecabezas, una placa que llamaron Resurrection. Este magma habría quedado atrás de la actividad volcánica que había en el extremo de la placa.
Todas estas placas, hace tiempo que han buceado bajo la corteza de la Tierra en un proceso conocido como subducción. Los científicos usaron su ordenador para deshacer esta subducción virtualmente y, cuando lo consiguieron; encontraron que Resurrection, ciertamente, encajaba.
Cuando volvieron a “dibujar” la superficie de la Tierra y reconstruyeron los límites de esta placa tectónica antigua, Resurrection, la placa encajó bastante bien en el cinturón volcánico antiguo en el estado de Washington y Alaska, proporcionando un enlace muy buscado entre el antiguo océano Pacífico y la historia geológica de Norteamérica.
Imagen: Universidad de Houston.