Una mujer de 63 años ha muerto en Lago Puelo, Chubut, como consecuencia del hantavirus, según han confirmado los análisis realizados. Tras confirmarse el positivo por hantavirus, se han aislado a 15 personas que mantuvieron contacto estrecho con la fallecida. Su aislamiento será durante 45 días, en cumplimiento de los protocolos establecidos para estos casos.
La fallecida, Graciela Araujo, era profesora en el Instituto de Educación Superior nº 813, “Pablo Luppi”. En un primer momento fue tratada como una posible contagiada de coronavirus debido a lo parecido que eran los síntomas, sin embargo, las pruebas realizadas dieron negativo y, según el medio local Cba24n, finalmente quedó confirmado que se trataba de hantavirus.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave provocada por el virus hanta. Se transmite a las personas por roedores silvestres, reservorios naturales de la infección, que eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas. La transmisión del virus puede producirse por inhalación, al respirar en lugar donde las heces o la orina de estos roedores infectados desprendieron el virus en el ambiente; por contacto directo, al tocar algún roedor vivo o muerto que esté infectado, sus heces u orina; por mordeduras, al ser mordido por un roedor infectado; y por vía interhumana, al poder ser transmitido entre personas a través del contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de síntomas, a través de la vía aérea.
Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), los primeros síntomas del hantavirus son simulares a una gripe, es decir, fiebre de 38ºC, dolor muscular, dolor de cabeza, escalofríos, hipotensión, náuseas y vómitos, dolor abdominal y diarrea, así como con un inicio repentino de dificultad respiratoria. En principio puede manifestarse de forma leve, pero también puede convertirse en una infección más grave con insuficiencia respiratoria grave y shock cardiogénico.
El período de incubación del hantavirus varía desde los pocos días hasta llegar incluso a seis semanas después de la exposición.
Todavía se desconoce mucho acerca de esta enfermedad, pero ya se sabe que las pulgas, mosquitos, garrapatas y otros artrópodos tienen un papel importante en su transmisión.
La tasa de mortalidad de esta enfermedad puede alcanzar el 60%. No existe un tratamiento específico, pero un diagnóstico rápido podría ayudar a reducir su mortalidad.
En Argentina circulan dos especies de virus hanta (Andes y Laguna Negra) y por lo menos 10 genotipos virales diferentes, ocho de ellos han sido asociados al síndrome cardiopulmonar por hantavirus.
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