
El Observatorio de Sismología y Vulcanología de Martinica ha aumentado el nivel de alerta del volcán Pelée al amarillo (2 de 4) el 4 de diciembre de 2020. La última erupción de este volcán fue en 1932 y se trató de nada más y nada menos que de una erupción VEI-3. No por nada se considera este volcán como el más mortífero del siglo XX.
Pelée es el volcán situado más al norte de la isla de Martinica y el más activo del arco de las Antillas Menores. El volcán mantiene un historial de erupciones VEI-4, siendo la más duradera de 1902 a 1905, cuya catastrófica erupción destruyó la ciudad de St. Pierre, situada a unos 7 kilómetros del volcán. Fue una erupción de tipo peleana. Y puso en marcha los estudios modernos sobre el comportamiento de los flujos piroclásticos.
Desde que se puso en marcha una red de observación moderna en el volcán en el año 1980, la sismicidad bajo el volcán ha sido más bien baja, con apenas una docena de terremotos al año. Se registraron enjambres de seísmos en 1980, 1985-1986, 2007 y 2014. Sin embargo, los enjambres de 2007 y 2014 se relacionaron directamente con terremotos de mayor magnitud en el arco del Oeste del Índico.
Según el observatorio, el incremento en los terremotos superficiales de origen volcánico (hasta 4-5 kilómetros / 2,5 a 3,1 millas) bajo la cumbre del volcán, comenzaron en abril de 2019 y suponen una señal evidente de un evento que supera cualquier característica básica del volcán.
Además, en abril de 2019, la sismicidad volcánica se ubicaba a gran profundidad bajo y alrededor del volcán (a más de 10 kilómetros /6,2 millas bajo el nivel del mar), sugiriendo la llegada de fluidos magmáticos.
Completando todos estos eventos de actividad, finalmente se observaron señales de tipo tremor el 8 y 9 de noviembre de 2020, lo que podría corresponder con la reactivación del sistema hidrotermal del volcán.
En la actualidad, se está investigando para determinar el proceso del origen de estas señales y concretamente la posible influencia que puedan tener las fuertes lluvias durante este período.
Aunque, por el momento, no se ha determinado deformación alguna en el volcán en la escala de la red de observación, parece que, en unos meses, de los tres tipos distintos de señales sísmicas de origen volcánico, se ha producido un cambio obvio en el comportamiento del sistema volcánico, cuya actividad ha aumentado con respecto al nivel básico observado hace varias décadas.
El observatorio ha informado que, en consecuencia de todos estos datos, se ha decidido aumentar la vigilancia del volcán y recomendar aumentar el nivel de alerta al amarillo.
Las erupciones plinianas (peléana) son un tipo de erupción volcánica que tiene lugar cuando se trata de magma viscoso, siendo parecidas a las erupciones vulcanianas. Su característica más importante es la presencia de una avalancha brillante de ceniza volcánica caliente, llamada flujo piroclástico, muy característico especialmente en las fases iniciales.
Según explica Wikipedia, el volcán Pelée es el resultado de un típico arco de islas volcánicas, las islas Antillas Menores, una cadena curva de volcanes emergidos y sumergidos que miden más de 859 kilómetros. El arco se extiende desde Puerto Rico hasta la costa venezolana y abarca toda la zona de contacto entre la Placa del Caribe y la Placa Sudamericana, marcando el límite entre el Mar Caribe y el Océano Atlántico. La Placa Sudamericana se desliza por debajo de la del Caribe, en un fenómeno conocido como subducción, y se hunde en las profundidades de la Tierra.
La ciudad de St. Pierre, fundida en 1935 y ubicada en el Caribe, en Martinica, no goza de una historia muy agradable. Un Gran Huracán en 1780 produjo una marea ciclónica de 8 metros (25 pies) que inundó la ciudad y destruyó todas sus casas. Tras reconstruir la ciudad, la erupción del volcán Pelée, el 8 de mayo de 1902, destruyó la ciudad y provocó más de 30.000 muertos. A pesar de estas “señales” que parecen indicar que este lugar no es el más adecuado para la ciudad, por supuesto, la ciudad volvió a ser construida en el mismo sitio, donde permanece hasta ahora, ajena a todos los peligros que tiene a su alrededor y que le acechan. La activación del nivel de alerta amarilla en el volcán solo confirma la posibilidad de que, en un futuro, el volcán vuelva a registrar una erupción de gran potencia.
Fotografía del volcán Pelée sobre la ciudad de St. Pierre, en el norte de Martinica. Crédito: Lee Sibert/Smithsonian