
Cuando dos gorilas del San Diego Zoo Safari Park comenzaron a toser el miércoles pasado, saltaron todas las alarmas. Los veterinarios analizaron sus heces y encontraron lo que todos habían sospechado. Estaban infectados por COVID-19. Por desgracia, todo el grupo de ocho gorilas se habían visto expuestos, por lo que ahora están manifestando síntomas leves, como tos y congestión nasal, según han informado fuentes del Zoológico.
Al parecer, otro informe emitido en el que se afirmaba que también se habían infectado gorilas del Zoológico de Houston era incorrecto.
La noticia de la confirmación del zoológico de San Diego, por supuesto, ha preocupado a los expertos en este tipo de primates, en peligro de extinción. No hay que olvidar que los virus respiratorios humanos ya son la principal causa de muerte en varias comunidades de chimpancés y que causan el 20% de las muertes súbitas en gorilas de montaña en África.
La confirmación de infección por parte de estos gorilas del zoológico de San Diego ha confirmado la sospecha de los científicos que sospechaban que los simios pueden enfermar de Sars-CoV-2 porque la forma de simio del receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 que el virus utilizara para entrar en las células es idéntica a la humana.
Aunque se confía en que los gorilas en los zoológicos disponen de cuidados médicos excelentes y que la mayoría superará esta infección gracias a los esfuerzos veterinarios, posiblemente no sea el caso de los gorilas que vivan en libertad y puedan verse contagiados.
Los de San Diego están recibiendo vitaminas, fluidos, y alimentos, aunque ningún tratamiento específico para la COVID-19, si bien los veterinarios están consultando con los médicos que tratan este virus en los humanos en el caso de que los síntomas en los gorilas empeoraran.
Por el momento no existen vacunas para mascotas ni para otro tipo de animales, a pesar de que ya son varias las especies que se han visto afectadas por este virus desde que se desató la pandemia.
En cuanto a los gorilas del zoológico de San Diego, según han informado, por el momento, sus síntomas no han ido más allá de tos y congestión nasal. El grupo se encuentra confinado y están comiendo y bebiendo normalmente, por lo que se espera una buena recuperación.
La sospecha es que los gorilas se pudieron contagiar por personal asintomático del parque que dieron positivo por el virus, a pesar de que cumplieron estrictamente con el protocolo sanitario de seguridad.
Desde que se desató la pandemia de la COVID-19, los investigadores tomaron medidas para proteger los grandes simios en peligro de extinción en África y Asia. Se ha acordonado la jungla y las reservas, donde se estudian a este tipo de simios, junto con las autoridades locales y residentes para disminuir el contacto con los simios y se llevan máscaras para impedir la transmisión del virus en la selva. Sin embargo, a pesar de que se ha prohibido el turismo, parece ser que algunos turistas han estado en la zona.
Los simios no pueden cumplir con el distanciamiento social. Ya sufren para encontrar comida y evitar los peligros. En el caso de que algún gorila u otro tipo de simio se viera contagiado por la COVID-19, las consecuencias podrían ser muy graves.
Fotografía. Crédito: San Diego Zoo Global Archives