
Hace años que científicos, gobernantes y ciudadanos se han preguntado cuál sería el peor daño que podría causarnos el sol. En un estudio reciente, llevado a cabo por investigadores en la materia, se ha investigado lo que podría suceder en el caso de que una Eyección de Masa Coronal “perfecta” alcanzara la Tierra. La respuesta seguro que te va a interesar.
Utilizando modelos de ordenador para simular el peor escenario posible de tormenta solar, el equipo descubrió que el evento podría ser 10 veces más potente de lo que habían pensado en un principio.
A partir del 28 de agosto de 1859, se produjo una gran eyección de masa coronal, conocida también como evento Carrington, porque el primer astrónomo en observarla se llamaba Richard Carrington. Fue la tormenta solar más potente nunca registrada. El campo magnético terrestre se deformó completamente permitiendo la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera, provocando auroras boreales e interrupciones en las redes de telégrafo.
Durante esta tormenta solar, se llegaron a ver auroras hasta el norte de Colombia y en Norteamérica, en Roma y en Madrid, pero también en latitudes bajas como en las islas Hawái. Se vieron cortinas de luz desde Maine hasta Florida, e incluso en Cuba. Los cables de telégrafo sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Sin embargo, esta llamarada no tuvo consecuencias peores debido a que nuestra civilización tecnológica todavía se encontraba en sus inicios. De tener lugar hoy en día, las consecuencias serían bastante peores, incluso catastróficas.
El estudio científico ha determinado que, de producirse una llamarada solar con tanta potencia, el choque interplanetario llegaría a la Tierra en 12 horas. Un tiempo muy corto para prepararse.
Según analizaron, la llamarada se desplazaría desde el Sol a unos 3.000 kilómetros por segundo. Además, seguiría la ruta de otra Eyección de Masa Coronal que le abriría el paso, facilitándole poder golpear la Tierra con su máxima potencia.
En respuesta a este choque, la tormenta geomagnética que provocaría en nuestro planeta sería el doble de potente que el evento Carrington. Y, según insisten, no se trata de fantasía, sino de una posibilidad muy real.
De hecho, el Observatorio Solar y de la Heliosfera (SOHO) ya ha observado algunas Eyecciones de Masa Coronal abandonando el Sol a velocidades de 3.000 kilómetros por segundo. Lo que sucede es que, por fortuna, por el momento, ninguno de ellos ha estado dirigido hacia nuestro planeta.
Para colmo, en un estudio nuevo llevado a cabo en el año 2020 por la Universidad de Texas en Arlington, en el que se analizó una Eyección de Masa Coronal, el equipo llegó a unas conclusiones preocupantes. Descubrieron que las anomalías geomagnéticas desatadas en respuesta al peor escenario posible de tormenta solar podrían ser hasta 10 veces más potentes que lo que se calculó en el estudio anterior, especialmente en latitudes por encima de los 40 a 50 grados.
Los satélites artificiales en la órbita de la Tierra se verían expuestos a estas partículas cargadas energéticamente, lo que provocaría un cortocircuito de sus impresos electrónicos, dejando de funcionar de inmediato; las comunicaciones de radio y telefonía se interrumpirían, los apagones eléctricos tendrían efecto en continentes enteros y los servicios quedarían interrumpidos durante semanas.
Sin embargo, las eyecciones de masa coronal perfectas son consideradas un evento raro, poco frecuente. SOHO solo ha detectado dos con velocidades superiores a los 3.000 kilómetros por segundo. En marzo de 1989, un evento similar provocó un apagón en la red Hydro-Québec, dejando el este de Canadá a oscuras… Para Angelos Vourlidas, de la Universidad John Hopkins, esto significa que podríamos esperar al menos una Eyección de Masa Coronal con estas velocidades por ciclo solar, pero tendría que coincidir con otra que le abra su camino y que ambas estén dirigidas hacia la Tierra.
No es algo que suceda todos los días, pero, algún día podría pasar.
Imagen. Crédito NASA