A las 14:20 horas (UTC), del 3 de marzo de 2021, se ha detectado un aumento repentino en el tremor volcánico, prácticamente en toda la red sísmica nacional de Islandia. Este tipo de incrementos repentinos en el tremor se han observado con anterioridad a erupciones volcánicas en Islandia, por lo que no es de extrañar que exista cierta preocupación al respecto.
A las 19:00 horas (UTC), según la Oficina de Meteorología de Islandia (IMO), el tremor seguía con la misma intensidad (solo había disminuido ligeramente).
El tremor, que implica numerosos seísmos pequeños, se encuentra localizado en una región que se encuentra 2 kilómetros (1,2 millas) al sudoeste de Keilir, en la península de Reykjanes.
Es posible que la causa de esta señal persistente sean los movimientos de magma, por lo que temen que pueda producirse una erupción efusiva de lava cerca de Keilir.
Según han explicado los expertos de la IMO, siguen muy de cerca esta actividad mediante el análisis de varios sensores y de los datos de monitoreo por satélite, así como con datos de imágenes del radar obtenidas del espacio.
Como medida de precaución, tanto para los vuelos nacionales como internacionales, se ha activado una alerta naranja para la aviación en la península de Reykjanes, lo que indica una inestabilidad en aumento. La alerta naranja representa la tercera de los cuatro niveles de alerta que existen, siendo la roja indicativa de una erupción volcánica inminente o en curso.
Con anterioridad, la IMO ha informado que su red sísmica ha detectado unos 15.000 seísmos en la península de Reykjanes desde que comenzara el enjambre el 24 de febrero de 2021.
El 1 de marzo eran algo más de 10.000. Para el 3 de marzo ya alcanzaban los 15.000, incluyendo algunos de magnitud 4,0 y dos que han superado los 5,0 grados.
La mayor parte de esta actividad se concentra en la cercanía de Keilir y Trölladyngja.
Científicos de Islandia informaron hace unos días que la actividad sísmica que está teniendo lugar resulta un indicativo importante de que podría registrarse una erupción volcánica de forma inminente, por lo que, visto que no cesa, no se debe bajar la guardia.
Fotografía. Crédito: IMO