En un escenario de catástrofe en el que no existan servicios sanitarios, tendrás que hacerte cargo de tu salud y de la de los tuyos. Pero, ¿cómo lo harás si no has aprendido algunas nociones básicas sobre remedios naturales?
Como parte de este conocimiento, no solo vas a necesitar aprender los usos de algunas plantas medicinales, sino que cultivarlas podría considerarse una prioridad en cualquier jardín de supervivencia.
Los remedios basados en plantas suelen ser más naturales que los medicamentos sintéticos. A menudo, el ingrediente activo es extraído de la planta para crear un medicamento, resultando en posibles reacciones adversas y efectos secundarios que no hubieran sucedido de haber utilizado el constituyente completo.
Las plantas medicinales que son cultivadas para ser usadas como remedios naturales son incluso más convincentes porque las has cuidado desde su primer día y conoces su origen.
En este artículo de supervivencia, vamos a explicarte algunas plantas medicinales que puedes empezar a cultivar hoy en tu huerto o jardín de supervivencia.
HIERBA DE SAN JUAN (Hypericum perforatum)
La hierba de San Juan, conocida también como hipérico, hipericón o corazoncillo, es la más abundante de las hipericáceas.
El origen de la palabra, según algunos autores, etimológicamente parece proceder del griego, hyper (sobre) y ereike (brezo, matorral), debido a que se colocaba en las casas como adorno sobre las imágenes para proteger frente a los malos espíritus.
El nombre de hierba de San Juan es porque suele florecer en el aniversario del nacimiento del personaje bíblico Juan el Bautista.
Es una planta que crece en los terrenos de baja y media altura, prácticamente en toda Europa, hasta el este de Rusia. También se ha aclimatado a vivir en otras partes del mundo como en el norte de África, en América, Australia y China, entre otros.
Se trata de una herbácea perenne. Un arbusto vivaz con estolones que alcanza una altura de 25 a 90 centímetros. Su tallo es aristado, de color verde amarillento, con glándulas negras alargadas y una parte superior muy ramificada. Las hojas son opuestas, elípticas u ovaladas. Tienen unos puntitos negros que se ven cuando están dirigidas hacia la luz. Son pequeñas glándulas secretoras que contienen un líquido coloreado formado por aceites esenciales y resina. El tamaño de la planta suele estar entre 1,5 y 3 centímetros. Los cinco pétalos de su flor son de color amarillo dorado, con pequeñas motas negras en sus bordes. Contiene numerosos estambres. Su fruto es una cápsula ovoidea, mientras que las semillas son negras.
Curiosamente, las flores amarillas se tiñen de color rojo cuando se aplastan con los dedos, por lo que resulta un rasgo muy característico a la hora de identificarla. Y, si compruebas su savia, verás que es de color anaranjado.
Uso medicinal
La planta de San Juan, o hipérico, ha sido utilizada durante mucho tiempo por sus múltiples aplicaciones posibles, tanto por vía externa como por vía interna (oral). Por vía externa se utiliza como astringente, antiséptico y cicatrizante. También es antiinflamatoria y antiviral. Por vía oral, destaca por su efecto antidepresivo, por reducir el comportamiento agresivo y mejorar los síntomas de depresión y ansiedad en las personas y por tratar las alteraciones del sueño. También posee propiedades antiespasmódicas y vitamínica, por los flavonoides que contiene y se utiliza en casos de asma, gastritis, varices y hemorragias, así como para la malaria, entre otros.
El hipérico modera la reacción inflamatoria en los tejidos que rodean la herida o contusión. Por lo que su aceite se utiliza para curar heridas y quemaduras.
La hierba de San Juan no causa somnolencia y no influye negativamente sobre la capacidad de conducir y de utilizar maquinaria pesada.
En la medicina popular, sigue usándose como antidiarreico, diurético y contra la gota y el reumatismo.
Algunos de los componentes principales de la planta
Naftodiantronas, mayormente hipericina y seudohipericina.
Flavones y flavonoles, principalmente heterósidos derivados de la quercetina.
Biflavonodis, aceite esencial, taninos, ácidos fenólicos y xantonas.
¿Cómo utilizarla?
Para obtener su aceite, es necesario macerar la planta fresca en flor en un bote de cristal con un aceite vegetal. Si te preguntas cuándo florece: a finales de junio.
¿Cómo preparar aceite de hipérico casero?
Ingredientes:
Aceite de almendras
Hipérico seco.
En un bote de cristal limpio, que pueda cerrarse herméticamente, echa hipérico seco hasta la mitad del bote, más o menos. (Si quieres que la concentración de principios activos sea mayor, puedes añadir más cantidad de planta).
Rellena el frasco con el aceite vegetal de tu elección (nosotros elegimos el aceite de almendras, pero también puedes usar de aceite, de soja, etc.).
Cierra bien el frasco/bote y deja que macere la mezcla durante unos 40 a 50 días, en un lugar seco y sin luz directa.
Una vez transcurrido este tiempo, filtra el aceite de hipérico casero y consérvalo en un envase opaco (mejor en varios envases pequeños). Te puede durar dos años, pero es mejor que lo guardes en botes pequeños y opacos, ya que, una vez abierto, va perdiendo propiedades.
Para tratar heridas cerradas o acné, mezcla este aceite con aleo vera.
Para tratar varices o hemorroides, mezcla este aceite con aceite esencial de romero.
En forma de comprimido/pastilla, la dosis recomendada es de 0,3 gramos de extracto seco, una vez al día, siempre a la misma hora, ingerida con un vaso de agua. Cualquier dosis que supere esta cantidad debería tomarse bajo supervisión de un especialista médico.
El período de tratamiento, normalmente suele ser de 4 a 8 semanas. Pero, no se debe esperar mejoría hasta después de 10 a 14 días de tratamiento.
¿Cómo cultivarla?
La planta de San Juan es una planta medicinal preciosa que resulta muy fácil de cultivar. Se dice que, una vez que tienes la planta de San Juan en tu jardín, la tendrás siempre, aunque no esté siempre en el mismo lugar en el que la plantaste inicialmente.
** Advertencia.
Esta planta puede producir efectos adversos por interacción con otras sustancias o medicamentos (algunas pueden ser graves). También se han documento casos de rechazo de trasplante de corazón.
Se recomienda no asociar la toma de esta planta con la de ningún medicamento de metabolismo hepático.
Si sigues un tratamiento para la depresión con medicamentos recetados, no utilices esta hierba. Su interacción podría provocar efectos secundarios graves.
Puede interferir en la absorción de hierro y otros minerales.
La hipericina, presente en la planta, produce foto toxicidad. Las personas que toman esta planta y se han expuesto al sol posteriormente, pueden presentar una pigmentación discreta de la piel o prurito. En raras ocasiones pueden aparecer trastornos gastrointestinales, cansancio o intranquilidad.
Tanto si se usa por vía tópica, como aceite, cremas o ungüentos, o por vía oral (comprimidos), puede provocar hipersensibilidad, por lo que es necesario protegerse adecuadamente de los rayos solares.
Esta planta está totalmente contraindicada durante el embarazo por tener propiedades abortivas. Tampoco debe usarse durante la lactancia.
En ocasiones, aunque de forma menos frecuente, puede aparecer: afecciones del SNC y muerte repentina por choque anafiláctico; hipertrofia hepática de color amarillento; dilatación de la vesícula biliar; ictericia general y sudoración.
Debe mantenerse lejos de los niños/as.
Está contraindicado el uso de esta planta cuando se toman antirretrovirales o anticonceptivos orales.
En animales, por sobrealimentación, en los casos graves puede causar convulsiones, crisis hemolíticas o muerte del animal. Las animales hembras que comen esta planta han mostrado una menor secreción láctea.
CALÉNDULA (Calendula officinalis)
La Calendula officinalis, es conocida comúnmente como caléndula, botón de oro o maravilla. Se trata de una hierba aromática, de la familia de las asteráceas, de anual a perenne.
El tallo es erguido de unos 20 a 55 centímetros de altura con hojas prácticamente hasta el extremo superior, simples, oblongas, estrechamente obovadas. Su flor es ligulada y amarilla o anaranjada, con una floración que dura casi todo el año.
Las flores se cierran por la noche y se abren al amanecer. Sus frutos son encorvados, provistos en el dorso de unas alas membranosas. El olor que desprenden estas flores es desagradable y su sabor es amargo.
Uso medicinal
La flor de esta planta tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes cuando se utiliza de forma tópica.
Los extractos de la flor de caléndula, muestran una acción estimulante de la epitelización de las heridas y antiinflamatoria.
La medicina popular utiliza esta planta por su acción fungicida, antibacteriana y antiespasmódica. Además, es excelente para calmar los dolores menstruales y se utiliza para tonificar la piel.
La caléndula es conocida también por su contenido en ácido acetilsalicílico, además de estimular la actividad hepática, especialmente la secreción biliar, es buena par la gastritis, gastroenteritis y para los vómitos.
Algunos componentes de la planta
La caléndula contiene aceite esencial, flavonoides, esteroles, principios amargos como la calendina, ácidos fenoles y taninos, polisacáridos y ésteres, entre otros.
¿Cómo utilizarla?
La flor suele usarse para elaborar cremas y ungüentos. Las hojas para hacer cataplasmas y compresas para la gota y para otro tipo de inflamaciones que sean dolorosas.
Como infusión puede ayudar a disminuir la inflamación en el sistema digestivo, aunque también se puede usar como ducha vaginal para las irritaciones o como colutorio para las llagas de la boca y las encías inflamadas.
Su ungüento se usa para tratar cortes pequeños, piel inflamada, eczemas, grietas en las manos, sabañones, acné, quemaduras menores, etc. También es útil para infecciones por hongos.
El aceite macerado de la caléndula se usa como crema o ungüento para las hemorroides.
¿Cómo cultivarla?
La caléndula no necesita mucho para crecer, aunque es preferible cultivarla en suelos arcillosos. Aunque crece en un clima templado, también puede aguantar perfectamente las heladas y sequías, por lo que es bastante resistente.
Eso sí, tiene que ser un suelo bien drenado y tienes que plantarla en un lugar soleado, porque la sombra no le hace mucha gracia.
Planta las semillas en otoño o en primavera, y trasplanta después dejando espacio cuando el tamaño de los brotes lo permitan.
Puede crecer en cajones de vivero.
Florece durante todo el verano y se propaga sola por germinación espontánea. Puede resultar una planta colonizadora, por lo que hay que recolectar para evitar que abarque todo el huerto.
Hay que tener mucho cuidado porque suele verse atacada por pulgones.
** Advertencia
Su uso tópico está contraindicado en pacientes que sean sensibles a las asteráceas.
Está contraindicado su uso en el embarazo, lactancia y en cualquiera de sus usos está contraindicada en quien tenga hipersensibilidad a esta planta.
CONSUELDA (Symphytum officinale L.).
La consuelda, conocida también como oreja de asno y lengua de vaca, pertenece al género de plantas herbáceas utilizada en aplicaciones agrícolas, como fertilizante y medicinales.
El término consuelda procede del latín “consolida” y su significado deja muy clara su utilidad: consolidar o unir, ya que creían que la planta es capaz de unir huesos rotos y soldar heridas.
Es una planta herbácea, perenne, con una raíz parecida al nabo y un tallo erecto. Sus hojas son amplias y melenudas, rugosas, con una vellosidad áspera. Las flores son blancas violetas, rosadas o púrpuras, y acampanadas.
Se encuentra en Europa, en lugares húmedos, y se extiende por Gran Bretaña en zonas de ríos.
Puede llegar a alcanzar los 1,4 metros de altura, pero, teniendo en cuenta que puede cultivarse su versión enana, puede encajar fácilmente en cualquier tipo de jardín o huerto de supervivencia, independientemente del espacio que haya disponible.
Uso medicinal
Desde el punto de vista medicinal, es el ingrediente secreto de todo huerto o jardín de supervivencia, ya que la consuelda posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y cicatrizantes, astringente y demulcente, siendo recomendada para traumatismos como, por ejemplo, fracturas menores de las articulaciones, esguinces y artritis.
Al ser un componente excelente para limpiar la piel, suele usarse para hacer cremas para tratar el acné, las manchas o arrugas en la piel.
La experimentación con animales en los años 70, para la artritis, mediante su uso por vía interna, llevó a la conclusión de que los alcaloides que contiene podían provocar cáncer de hígado, por lo que, desde entonces, está prohibido su uso interno.
Algunos de los componentes principales de la planta
Alcaloides. Relacionados con el riesgo de que pueda provocar cáncer.
Alantoína. Buena para la piel, ya que elimina las células muertas de la piel en las capas superiores, favoreciendo la cicatrización de heridas. También sirve como antiinflamatorio.
Mucílagos. Funcionan como desinflamatorios y demulcentes.
Taninos. Antisépticos.
Almidón, aminoácidos, Aceite esencial.
¿Cómo utilizarla?
El aceite macerado de la planta se aplica por la mañana y por la noche para masajear articulaciones con artritis, esguinces, moratones y traumatismos.
Como ungüento se usa sobre los cortes limpios y rasguños, así como sobre piel irritada, por ejemplo, en el acné y en la psoriasis.
En forma de emplaste, se aplica esta hierba machacada como una cataplasma sobre los huesos rotos. Se debe formar una plasta con el polvo de la planta y un poco de agua, para tratar las varices, ayudar a las heridas a cicatrizar, y para las hemorroides sangrantes.
La consuelda es muy efectiva para curar las llagas. Tanto las llagas bucales como las resultantes de varices. En el caso de las bucales, se pueden hacer enjuagues con el líquido que se obtiene al hacer una infusión con las hojas secas. (¡Atención! No tragar este líquido).
Puedes preparar una compresa con infusión de raíz de la planta (de 100 a 200 gramos por litro). Deja reposar sin colar durante unas 2 a 3 hojas.
Las hojas se pueden aplicar machacadas, directamente en la zona afectada y envolver la herida, aunque si se utiliza la raíz su efecto es más potente. También se pueden cortar las hojas (tras la floración de la planta) y ponerlas en la pila de compost o sumergirlas en agua para hacer un té de consuelda para rociar o regar a las plantas (supone un refuerzo de vitaminas y minerales).
Sus propiedades antibacterianas facilitan que la planta pueda utilizarse para tratar infecciones respiratorias y genitourinarias. Se pueden hacer gárgaras con el líquido obtenido de cocer una cucharadita de raíz por una vaso de agua, endulzándolo con miel (pero, recuerda que no puedes tragar este líquido).
En lo que se refiere a la agricultura, la consuelda es un fertilizante excelente. Las raíces de la planta alanzan una profundidad impresionante y absorben nutrientes, como el potasio, que permanecen en sus hojas, por lo que las hojas se pueden utilizar como un compost buenísimo. Como es una planta que crece rápido, resulta muy fácil y cómodo ir cortándole hojas para añadirlas al compost. Así ayudas a acelerar el proceso de descomposición. El mejor momento para hacerlo es en cuanto tenga lugar la primera floración, momento en el que el nivel de potasio es más alto, favoreciendo la producción de frutos.
¿Cómo cultivarla?
Esta planta crece bien en terrenos húmedos al sol. Posiblemente por este motivo, no soporta los inviernos secos.
En primavera se puede multiplicar por división de raíz y en invierno, por esquejes de la raíz.
Las hojas se recolectan en verano. Las raíces en otoño.
Es muy fácil de cultivar. A partir de semillas en bandeja de semillas, se trasplanta rápidamente a macetas con suelo rico en nutrientes hasta que puedan crecer para ser trasplantadas al huerto o jardín.
** Advertencia.
No usar en caso de embarazo, o lactancia.
No tomar por vía oral (puede causar cáncer).
No utilizar en heridas abiertas o sucias.
No usar por vía oral en personas con enfermedad de hígado o de riñón.
Esta planta contiene alcaloides, especialmente en las hojas y en la raíz que son tóxicas para el hígado. No debería ingerirse. Las raíces nunca se deben comer.
Cultivar tus propias plantas medicinales no solo es un medio excelente para ser autosuficiente, sino que te proporciona satisfacción y conocimiento. Porque, ten presente que, si cultivas y haces usas de las plantas medicinales, debes estudiar sus usos y contraindicaciones para saber cómo usarlas y cuándo no hacerlo.
Estudia las plantas medicinales antes de usarlas y, siempre que sea posible, consulta antes con un profesional médico.
Este artículo es meramente informativo y no pretende sustituir la opinión y los cuidados de un profesional sanitario.