Parece que últimamente se suceden los extremos climáticos. Y es que, después de afrontar un calor histórico, los habitantes de Moscú se han visto sorprendidos por una tormenta destructiva, acompañada por lluvias torrenciales y fuertes vientos, el lunes, 28 de junio de 2021.
El fuerte viento ha derribado árboles de raíz y ha causado daños en vehículos, al mismo tiempo que las lluvias torrenciales han desencadenado inundaciones.
Ante estas condiciones, el sistema de metro de la capital tuvo que interrumpir algunas de sus líneas.
Las intensas lluvias disminuyeron considerablemente la visibilidad de manera que durante el momento álgido de la tormenta, la Universidad Estatal de Moscú ni siquiera se podía ver a través del agua. Por su parte, los rayos han provocado un incendio en una estación eléctrica a las afueras de la ciudad.
Las imágenes que han circulad por las redes sociales de este acontecimiento han mostrado ventanas rotas, edificios dañados, ramas de árboles por el suelo, subterráneos inundados y a personas caminando por las calles inundadas.
Todo ello, ha tenido lugar después de que el oeste de Rusia afrontara una ola de calor inusual que hizo subir las temperaturas hasta cifras históricas de 34,8ºC (94,6ºF), que no se habían registrado en 120 años.