
Un vuelo de Azul Linhas Aereas tuvo un final inesperadamente desordenado el jueves después de que los pilotos abortaran el despegue y se iniciara una caótica evacuación de los pasajeros. Hay informes de asistentes de vuelo en pánico y de toboganes inflables que salieron volando porque los motores todavía estaban funcionando.
Fallo hidráulico como causa de que los pilotos abortaran el despegue del avión en Brasil
Los pilotos abortaron el despegue por un aviso de un fallo hidráulico. El incidente implicó a un Airbus A320-200N. El vuelo AD2751 volaba desde Cuiaba hacia Sao Paulo. Tenía previsto despegar a las 02:00 horas desde Cuiaba, en Mato Grosso. A bordo viajaban 132 pasajeros y la tripulación. Todo iba normal cuando el avión tomó la pista para despegar. Aceleró por la pista, pero cuando alcanzó los 88 nudos, los pilotos abortaron el despegue alegando que se había encendido una alarma indicando un fallo hidráulico.
En un comunicado emitido por la aerolínea, se habla de que los pilotos se limitaron a seguir el procedimiento normal ante este tipo de eventos y que los pasajeros fueron evacuados a través de las salidas de emergencia.
Según el Aviation Herald, el avión se detuvo sin incidentes cuando había recorrido unos 790 metros (2.550 pies) en la pista.
Pánico durante la evacuación de los pasajeros en la pista de Cuiaba
Pero, no todo fue tan sencillo como relata la aerolínea. Una vez que el avión se detuvo, se desató el caos. Se desplegaron las rampas inflables para evacuar a los pasajeros del avión. Pero, varias cosas salieron mal. En primer lugar, un pasajero desplegó una de las rampas por su cuenta al confundir una luz roja con un incendio. En segundo lugar, los asistentes de vuelo entraron en pánico. En tercer lugar, la rampa no llegó hasta el suelo. Y, finalmente, los motores del aparato todavía estaban funcionando.
Según ha explicado una de las personas que vivieron esta situación, los asistentes de vuelo empezaron a decir que el avión iba a explotar y que había que abandonar el avión. Por lo que la evacuación se convirtió en un auténtico caos. Nadie podía abrir la puerta, pero lo consiguió y se tiró por la rampa de emergencia. Cuando llegó abajo, se percató de que había muchas personas heridas porque, cuando se deslizaba por la rampa, la turbina del motor del avión todavía estaba funcionando. No llegó a tocar el suelo, por lo que cayó encima de las personas que había abajo. Una persona se rompió la pierna al caer.
La aerolínea se ha disculpado por cómo se afrontó el incidente.
Según informan desde el Aviation Herald, el pasajero que confundió la luz roja con un incendio había gritado “fuego” y abrió una puerta de emergencia para salir del avión, pero los motores hicieron volar la rampa de emergencia y la salida fue más bien un salto al vacío que un deslizamiento por la rampa. La gente perdió la compostura y empezaron los gritos y los empujones.
Después del pánico inicial, los asistentes de vuelo pudieron desplegar otra rampa de emergencia cuando se apagaron los motores y se procedió a la evacuación del resto de los pasajeros.
A pesar de que, aparentemente no había ningún incendio, una de las pasajeras afirma que el olor a quemado y a combustible en el interior del avión era muy intenso. Sin embargo, este olor aumentó cuando abrieron las puertas.
Fotografía. Crédito: Airbus