El volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha´apai, en Tonga, entró en erupción por segunda vez el 15 de enero de 2022. Las imágenes de satélite captaron la acción incluso antes de su erupción. La isla se hundió y después, apareció una nube en forma de hongo que fue expandiéndose. Durante la primera hora de la erupción aproximadamente 200.000 relámpagos cayeron cerca de Tonga.
La onda de choque de la erupción en Tonga recorre la Tierra
La onda de choque masiva generada por la erupción del volcán submarino en Tonga se sintió en todo el mundo mientras daba la vuelta a nuestro planeta a una velocidad de 1.340 kilómetros por hora (830 millas por hora). Se escuchó una bomba sónica en Canadá y en Alaska. Personas en Australia y al otro lado del océano en Alaska escucharon el estallido sónico. La erupción fue tan potente que lanzó una onda de choque visible que también pudo medirse en todo el mundo. Los barómetros de todo el mundo registraron la onda de presión de la explosión. Además, se activaron alertas de tsunami en toda la Costa Oeste de Estados Unidos, así como en algunos países de Sudamérica, y Australia y Japón, entre otros.
La erupción fue tan potente que alcanzó la estratosfera terrestre.
Este tipo de eventos en realidad no son comunes. Ha sido a escala global y ha tenido efectos medibles en todo el planeta.
Se esperaron olas de tsunami en Tonga, Alaska, Oregón, Hawái, California, Japón, Chile, Rusia, México, Nueva Zelanda y Perú, entre otros.
La onda de choque de la erupción del volcán en Tonga fue visible en los Países Bajos
Según Weer.nl, la onda de choque de la erupción del volcán submarino en Tonga fue visible en los Países Bajos, aproximadamente a las 20:00 horas (hora local), el sábado. La presión del aire subió repentinamente en todo el país, para después bajar de nuevo de forma considerable.
El Servicio de Meteorología de los Países Bajos, ha informado que la erupción desplazó una gran cantidad de aire y una onda de choque de este tipo puede provocar una gran fluctuación en la presión del aire. La gente no lo siente, pero los barómetros del mundo mostraron cambios importantes.
Unos 45 minutos después de que la onda de choque llegara a los Países Bajos, la presión del aire volvió a la normalidad.
Tayside y Fife, en el Reino Unido, registraron la onda de choque de la erupción en Tonga
Las estaciones de meteorología en Dundee y Fife, en el Reino Unido, captaron el momento de la onda de choque de la erupción del volcán submarino en Tonga y que llegó al país tras viajar 10.000 millas.
En el momento que llegaron los efectos de la onda de choque a Fife, se registró un leve incremento en la presión del aire, sobre las 18:00 horas (hora del Reino Unido). Posteriormente, sobre las 02:00 horas (hora local), volvió a registrarse una subida, cuando la onda de choque se desplazó al contrario, en dirección oeste.
Nunca pensaron poder detectar esta onda de choque de un evento que había tenido lugar a tanta distancia.
Aunque desde la Oficina de Meteorología del Reino Unido descartan que este evento haya podido afectar al clima del país, a largo plazo admiten que deberían estar atentos. La erupción de 1991 del Monte Pinatubo, en Filipinas, según la NASA provocó un descenso medible de la temperatura de la superficie de la Tierra durante al menos 2 años.
Las ondas de choque de la erupción en Tonga pasaron por Colorado
Las ondas de choque generadas por la erupción del volcán submarino en Tonga llegaron a Colorado a primera hora del sábado por la mañana, según han confirmado desde el Servicio Nacional de Meteorología de los Estados Unidos.
La onda de choque causó una sutil subida de la presión y, a continuación, un importante descenso en cuestión de minutos. Fue medida por una estación de lectura barométrica en el Campus Flat del Nationale Renewable Energy Laboratory, poco después de las 06:00 horas (hora local), el sábado.
Suiza registró una amplitud de 2,5 hPa.
En Fiji, algunos edificios comenzaron a zarandearse como si realmente se tratara de un terremoto. Muchos fueron evacuados por miedo a que pudieran derrumbarse. Según algunos testigos que residen en la isla, sus casas comenzaron a temblar y las ventanas y puertas comenzaron a moverse fuertemente. Cientos de personas salieron corriendo a la calle.
Según el USGS, la erupción en Tonga podría equivaler a un terremoto de magnitud 5,8.
La primera ministra de Nueva Zelanda ha informado que la capital, Nuku´alofa se encuentra cubierta de cenizas volcánicas y que las comunicaciones con Tonga son muy limitadas, por lo que los ciudadanos sienten ansiedad.
El volcán de Hunga Tonga
Hunga Tonga-Hunga Ha´apai, es una isla volcánica situada en el archipiélago de Tonga. Se encuentra al sudeste de Nueva Zelanda y al este-sudeste de la isla de Fiji.
Hunga Tonga es un volcán submarino, es decir, que gran parte del volcán se encuentra bajo la superficie del mar. Sin embargo, ha superado el nivel del mar desde su erupción en 2009. Desde entonces, la isla aumentó bastante por la erupción.
El volcán se encuentra situado sobre una zona sísmica active a gran profundidad. Hay una zona de subducción donde colisionan dos placas tectónicas. Exactamente donde la placa del Pacífico mantiene una subducción con la placa Indo-australiana.
Honga Tonga entró en erupción el 20 de diciembre de 2021 tras permanecer varios años en fase durmiente. Generó una gran pluma de cenizas volcánicas que fue visible desde las islas cercanas. Se escucharon las explosiones a 170 kilómetros (110 millas) de distancia. Esta erupción duró hasta la mañana del 21 de diciembre, aunque continuó su actividad hasta el 25 de diciembre. La isla aumentó su tamaño debido a esta actividad volcánica.
El 5 de enero de 2022, el volcán se calmó. Pero, el 13 de enero de 2022, volvió a lanzar una nube de cenizas volcánicas a 17 kilómetros (55.000 pies) a la atmósfera.
El 15 de enero de 2022, entró en erupción de forma violenta, con una explosión gigantesca, unas siete veces más potente que la del 20 de diciembre. Esta fue la causante de esta colosal onda de choque que ha recorrido nuestro planeta por completo.
En estos momentos, el volcán parece que ha vuelto a estar tranquilo. Al menos de momento. Pero, ya sabemos lo que puede provocar.
Fotografía. Crédito: Severeweather Europe