
Una situación de emergencia puede sorprenderte en cualquier lugar o momento. Por lo general, son eventos imprevistos. Si te sucede cuando estás lejos de tu casa, de tu refugio o de donde guardas tu almacén de emergencias, según la distancia a la que te encuentres y los medios que tendrás a tu alcance para desplazarte de regreso a tu lugar seguro, es muy posible que – por el camino – tengas que alimentarte.
Aunque puedes encender una fogata para prepararte algún alimento, no siempre es una solución viable. Puede que prefieras no convertirte en el objetivo de quienes estén buscando precisamente eso, cómo alimentarse, y quieran hacer uso de lo ajeno. Tampoco sería posible si las condiciones meteorológicas son desfavorables.
¿Cómo alimentarme en una emergencia?
En el hipotético caso de que las carreteras hayan quedado intransitables o que no sea posible utilizar un vehículo a motor y tengas que desplazarte a pie, según la distancia a la que te encuentres, es posible que tu recorrido no sea solo cuestión de unas horas.
Cargar con latas de comida, es una opción. No lo negamos, pero pesan. Además, por su próxima fecha de caducidad, tienes que estar más pendiente de ir rotando el producto. Es en estos casos, cuando disponer de raciones de emergencia podría convertirse en tu salvación. Así que incluye una a dos en la mochila de emergencias que, por cierto, siempre debes llevar en tu vehículo.
Las raciones de emergencia son utilizadas por militares, fuerzas especiales, gobiernos, etc., como comida de emergencia. Son alimentos de alta calidad y de larga duración. Su uso facilita los nutrientes y las calorías que se necesita para alimentarse durante una situación de emergencia sin tener que cocinar.
Existen distintas marcas de raciones de emergencia. Unas mejores que otras. A lo largo de estos años, hemos probado algunas de ellas y, aunque no lo consideramos como una opción adecuada para alimentarte todos los días, en nuestra opinión sí que es la solución idónea para momentos puntuales o como un extra en tu despensa de emergencias.
Las raciones de emergencia que nos han convencido son las que vienen embaladas sin papel BPA, en papel de mantequilla en lugar de plástico en su interior. Selladas al vacío, son raciones impermeables y con una amplia durabilidad, que es otro punto en el que debes fijarte mucho a la hora de comprar este tipo de productos: la fecha de caducidad.
En el caso de las raciones de emergencia de la empresa noruega Compact Rieber, de fabricación exclusivamente en Europa, nos ha sorprendido que la comida es natural, vegetariana y libre de ingredientes modificados genéticamente. Son aptas para cualquier persona a partir de los 6 años de edad. Además, disponen de certificado halal.
Los paquetes contienen 12 unidades de 500 gramos, con 9 barritas empaquetadas individualmente.
Puedes comerlas así, tal cual, sin que tengas que hacer nada más que abrir el paquete y comértela. Eso sí, en este caso hemos detectado que se tiene más sed de lo habitual, así que asegúrate de disponer de agua para poder beber.
Otra opción es añadirle agua hirviendo. Si lo haces, te lo podrás comer como si fuera un puré, más o menos espeso, según la cantidad de agua que añadas. Pero, como hemos dicho, se puede consumir directamente. Tiene un agradable sabor, ligeramente dulce.
Claro que, en este artículo de raciones de emergencia, no podíamos quedarnos solo con una marca. Un solo sabor. Cuando se produce una catástrofe, lo que menos quieres es tener que comer algo que no te agrada o repetir siempre lo mismo. Si dispones de variedad gracias a distintos tipos de raciones de emergencia, aportas un plus a la hora de comer.
En el caso de las raciones de supervivencia de Seven Oceans, son cajas de cartón con 24 paquetes de 500 gramos. Cada 500 gramos corresponden a 10.300 kJ o 2500 kcal. Perfecto para alimentarte lo mejor posible sin apenas esfuerzo por tu parte.
Lo que destacamos de esta marca es la gran facilidad a la hora de consumirlas. No tienes que hacer nada en absoluto. Solo abrir el paquete y comértelo. Así que, ideal para una emergencia en la que no tienes otra cosa que puedas comer, ni tampoco cómo o qué cocinar.
En cuanto al sabor, no está nada mal. Es como comer galletas. Lo normal sería comerte 3 porciones al día: mañana, tarde y cena. Sin superar las 6 porciones al día. Claro que esto depende de las calorías que quemes en tu día a día. Pero, de este modo, una caja puede durar 3 días.
Por cierto, también están envasados al vacío y están protegidos con un cartón impermeable.
No te preocupes por su fecha de caducidad, porque garantizan 5 años, aunque en la práctica es más tiempo.
Estas dos opciones de raciones de emergencia que hemos analizado en profundidad son nuestra apuesta segura para incluir en tu mochila de emergencia y en tu almacén de emergencia. Por su escaso peso, fácil transporte, larga durabilidad y sencillez a la hora de consumir.