Uno de los países más áridos del mundo, el Chad, ha sufrido una serie de inundaciones excepcionales que han afectado a miles de personas. Las autoridades han tenido que habilitar numerosas tiendas de campaña para albergar a las víctimas y damnificados que han perdido sus casas.
Tras las lluvias torrenciales registradas la semana pasada, el desbordamiento del río Chari, destruía docenas de casas. El nivel de las aguas subió a los cinco metros (16,4 pies), algo que, según las autoridades locales, no tiene precedentes.
Las personas se están desplazando por las calles en lanchas y roban lo que pueden de las casas que han quedado destruidas, en un intento desesperado por subsistir.
Finalmente, las autoridades se han visto forzadas a declarar el estado de emergencia, ya que las inundaciones afectan a un millón de personas y a 636 localidades del país, mientras que también hay 465.000 hectáreas de terrenos inundados y más de 19.000 cabezas de ganado han muerto.
Las inundaciones en esta época del año en el Chad no son inusuales, ya que la época de las lluvias discurre de mayo a octubre en las regiones del sur, sin embargo, estas lluvias son las más intensas en décadas.
Desde que terminó el mes de junio de 2022, más de 340.000 personas en el Chad se han visto afectadas por inundaciones, según un informe de Naciones Unidas. En la zona de Walia, más de 60.000 personas han resultado afectadas, según las autoridades. La mayor parte del distrito ha quedado sumergido, según ha confirmado el alcalde de la localidad.
Las autoridades distribuyeron sacos y arena para intentar hacer muros contra el avance del agua, pero no fue suficiente. Los niveles del agua han sido superiores a los del año pasado.
Desde la Agencia Nacional de Meteorología han pronosticado lluvias inusuales y han advertido acerca de las inundaciones. Pidieron que se reforzaran los diques en N´Djamena, pero, por desgracia, según dicen, no fueron suficientes.
Según los expertos, las lluvias de este año han sido excepcionales. Pero, parece que vamos de excepción en excepción y, mientras tanto, la población lo está sufriendo. Nadie está preparado para lo que está sucediendo, como tampoco para lo que está por llegar…
Fotografía. Crédito: Denis Sassou Gueipeur (AFP