Casi todas las recomendaciones que habrás leído se centran en la preparación de emergencias in situ, es decir en tu casa o en el refugio que has elegido para afrontar la situación. Sin embargo, por mucho que almacenes en la despensa de emergencia de tu casa o por muy preparado que tengas tu mochila de emergencias, no te servirá de nada si no consigues llegar al lugar donde lo tienes todo preparado.
Te planteamos la posibilidad de que la emergencia se produzca cuando no estés en tu refugio. Algo que es perfectamente posible. En este tipo de circunstancia, ¿cómo llegarás a tu casa después de producirse una emergencia?
Bueno, no es fácil resumirlo porque desconocemos dónde estarás cuando se produzca la emergencia, la distancia que tendrías que recorrer para llegar a tu casa, los peligros y obstáculos que podrías encontrarte por el camino, etc. No obstante, intentaremos destacar algunos puntos importantes.
Ir caminando a casa puede ser la opción más fácil
Probablemente la primera o única opción que tengas para llegar a casa, según el tipo de emergencia que se haya producido, sea la de caminar. Esto significa que lo más recomendable es que tengas presente este hecho en tus decisiones diarias. Por ejemplo, si planificas para un futuro posible, puede que sea mejor no vivir demasiado lejos de tu trabajo (si tienes que acudir diariamente a tu puesto de trabajo).
Estar en forma físicamente es algo para lo que tendrás que empezar a trabajar a partir de ahora. Ya no tienes excusas para ejercitarte. Si no eres capaz de correr 100 metros, no estarás en condiciones físicas para correr a casa o para caminar, a un paso más o menos rápido, durante unos kilómetros.
Obviamente si no hay suministro eléctrico, los medios que puedas usar para llegar a casa, se verán más limitados. Y, si no hay línea de telefonía, tampoco podrás comunicarte con los tuyos, ni pedir ayuda.
Aunque parezca lo contrario, en realidad, Ir caminando a casa puede ser la opción más fácil, puesto que es más flexible. Contrariamente a ir en coche o en autobús. Puedes evitar los obstáculos e incluso correr o saltar si fuera necesario. Puedes ocultarte en espacios pequeños o en el interior de edificios y escalar, y no te arriesgas a quedar atrapado en el interior de un vehículo o en una vía subterránea.
¿Qué puedes hacer a partir ahora mismo para tu preparación?
Camina todo cuanto puedas.
Conoce tu ciudad o población. Intenta recorrer todas las rutas posibles.
Indica en un mapa las rutas alternativas que tienes para llegar a casa desde, por ejemplo, el supermercado, tu trabajo, el colegio…
Ponte en forma físicamente.
Usar el autobús, un taxi, o un tren durante una emergencia, probablemente no sea una buena idea, ni siquiera es una opción que deberías considerar. Si se produce algún tipo de saqueo, no sabes quién estará a tu lado en ese medio de transporte, o quiénes podrían subirse en la siguiente parada, sin que tengas opción de bajarte.
Algunas recomendaciones si usas el transporte público
Si vas al trabajo en algún medio de transporte, procura disponer de un mapa o plano en el que hayas marcado todos los caminos que tienes para llegar a casa.
Lleva una pequeña radio contigo (que funcione con pilas) para poder seguir las noticias o avisos de emergencias.
En estos trayectos, no estaría de más llevarte una mochila de emergencia contigo. No hace falta que sea la más completa posible, sino más bien liviana. Pero con la capacidad suficiente como para llevar lo que necesites para poder regresar a casa o acudir a tu refugio.
Algunas recomendaciones si usas tu vehículo
Puede que, como muchas personas, utilices el coche para llegar a tu trabajo. Bueno, en ese caso tienes más suerte porque puedes aprovechar para llevar lo que necesitas. Cuando se produzca la emergencia, es posible que no puedas usarlo, pero al menos dispondrás de la mochila de emergencias adecuada a tus necesidades.
Procura tener el vehículo siempre a punto y con el tanque (o la carga) lleno.
Lleva tu mochila de emergencias en el maletero.
En caso de emergencia, intenta avanzar todo lo que puedas con tu vehículo hacia tu refugio. Esa distancia recorrida te ahorrarás de tener que seguir caminando.
Probablemente, llevar una bicicleta en el maletero del coche sea una opción muy acertada para continuar tu trayecto una vez tengas que abandonar tu vehículo.
El uso de una bicicleta
De las opciones que te hemos comentado para llegar a tu casa o refugio cuando se produzca una emergencia, posiblemente la que nos parece más viable es la bicicleta. Son pequeñas, fáciles de usar, ágiles por calles estrechas y todo tipo de vías, e incluso pueden ser utilizadas en zonas rurales.
Recomendaciones generales
Procura evitar exponerte. Es decir, intenta pasar desapercibido/a. Lo ideal sería que pudieras cambiarte de ropa y ponerte algo más cómodo (por supuesto, deberías quitarte la corbata, o cambiarte los tacones por un calzado más práctico, y cosas parecidas).
Si la emergencia se produce de noche, ten cuidado cuando llegues a zonas iluminadas, ya que podrías convertirte en un objetivo.
Procura disponer de un mapa o plano del lugar donde te encuentras para que puedas desplazarte fácilmente.
Lleva algo de dinero en efectivo contigo para darle a cualquier posible ladrón o para sacar alguna bebida o comida de un dispensador automático.
Según el lugar donde vivas o trabajes, si fuera necesario, aprende algo sobre la flora y fauna que te rodea. Especialmente si recorres zonas donde podría haber animales salvajes.
No toques animales muertos. Pueden causar enfermedades.
Una emergencia es un evento traumático y podrías tardar un tiempo en recuperarte. Es habitual sentirse en estado de shock, así que intenta comer bien y descansar con frecuencia.
En cuanto estés en un lugar seguro, si es posible, informa a tus familiares y/o amigos.
Crédito imagen: Mabel Amber en Pixabay