Astrónomos descubren un planeta del tamaño de la Tierra.
Al parecer, nuestro vecindario está mucho más poblado de que parecía, ya que los astrónomos acaban de descubrir un nuevo exoplaneta que resulta ser un poquito más grande que la Tierra, y que orbita a una estrella enana roja, a tan solo 66,5 años luz de distancia.
Según afirman, se trata de un candidato excelente para ayudarnos a conocer más sobre la amplia población de planetas rocosos que hay en nuestra galaxia.
La habilidad y conocimiento para detectar exoplanetas ha dado un salto enorme a partir de su primer descubrimiento en el año 1992. Hasta la fecha, ya se han descubierto un total de 4.100 exoplanetas en nuestra galaxia y ahora tenemos una mejor comprensión de los sistemas planetarios y de cómo se forman y evolucionan.
Astrónomos descubren un planeta del tamaño de la Tierra. Las misiones de búsqueda de exoplanetas del Kepler, y ahora de TESS, han aumentado el número de detecciones de exoplanetas más pequeños: los que tienen una masa parecida a la de la Tierra y Venus, y por ello posiblemente sean rocosos en lugar de gaseosos.
Pero, según un equipo internacional liderado por el astrofísico Avi Shporer, del Instituto para la Astrofísica e Investigación Espacial Kavli, del MIT, estos planetas rocosos son difíciles de medir y de atribuir características. Esto es debido a que no es frecuente que podamos encontrarlos alrededor de estrellas que sean lo suficientemente brillantes como para permitirnos conocer los detalles y poderlos monitorear.
El descubrimiento más reciente ha sido GJ 1252 b, un planeta pequeño que orbita una estrella M. El planeta se descubrió por primera vez como un planeta en tránsito usando los datos de TESS. En base a estos datos, y a unos datos adicionales de seguimiento, pudieron rechazar escenarios positivos falsos, mostrando que se trata de un planeta real.
GJ 1252 b tiene aproximadamente 1,2 veces el tamaño de la Tierra, y aproximadamente dos veces la masa de nuestro planeta. Por lo tanto, es un poco más denso que la Tierra. Orbita una enana marrón roja llamada GJ 1252, que tiene aproximadamente el 40% del tamaño y masa del Sol.
Este exoplaneta se desplaza alrededor de su estrella cada 12,4 horas, aunque esta órbita tan estrecha lo hace bastante atractivo por otra razón. Solo se encuentra a 66,5 años luz de distancia, lo que en términos galácticos es a una distancia lo suficientemente cerca para que la estrella brille lo suficiente para realizarle un seguimiento. Además, su enana roja suele estar en calma para ser una estrella de este tipo. Y el hecho de que las órbitas del planeta sean tan frecuentes, hace que existan muchas oportunidades para verlo en movimiento frente a su estrella. A esto se conoce como tránsito, y si el planeta tiene una atmósfera, entonces se verá reflejado por la luz de su estrella durante estos tránsitos, permitiendo a los astrónomos observarlo.
Otra cosa más. GJ 1242 b solo es el último planeta que ha encontrado TESS en estos mundos rocosos. Pi Mensae c y LHS 3844 b, se encuentran a 60 y 49 años luz de distancia, y fueron descubiertos en septiembre de 2018; TOI-270b se encuentra a 73 años luz de distancia; Teegarden b y Teegarden c se encuentran a 12,5 años luz de distancia; y Gliese b, Gliese c y Gliese d se encuentran a 12 años luz de distancia.
Cuantos más planetas rocosos cercanos encontremos, más datos podremos albergar sobre ellos para saber lo comunes que son, y cómo son. Por supuesto, también tiene implicaciones en cuanto a la búsqueda de vida extraterrestre. Y, para empezar, GJ 1252 b podría ser un lugar excelente para comenzar.
Esta investigación científica ha sido remitida a la Sociedad Americana de Astronomía y se encuentra disponible en ArXiv.
Imagen de archivo. Crédito: Yuri_B en Pixabay