Miles de reses han muerto esta semana en el estado de Kansas. Todavía se están contabilizando por lo que cifras no son definitivas, pero algunas fuentes de noticias calculan que pueden ser unos 10.000 animales. Un número que supone un mazazo para la industria ganadera y que, además, tiene lugar poco después de que los productores hayan disminuido el número de reses debido a la sequía y a los costes de alimentación.
Según ha explicado la vicepresidenta de comunicaciones de la Asociación Ganadera de Kansas, el pasado fin de semana se produjo un evento meteorológico inusual en el sudoeste de Kansas por el que las temperaturas aumentaron entre 10 y 14 grados de forma repentina, prácticamente de la noche a la mañana, al mismo tiempo que aumentaba la humedad. Para ella, el estrés por calor se convirtió en un problema para el ganado que no supo aclimatarse.
Sin embargo, solo en uno de los ranchos en el sudoeste de Kansas, este pasado fin de semana más de 3.000 reses murieron de forma repentina. Sí, todos estos animales murieron al mismo tiempo y no existe una explicación plausible para esta muerte masiva. Por desgracia, estos eventos se están acumulando en Estados Unidos. No son los únicos.
Si bien es cierto que las temperaturas aumentaron considerablemente este fin de semana y que la falta de viento fresco tampoco alivió el calor, para intentar aportar una respuesta a esta extraña muerte masiva del ganado en Kansas hay que destacar algunos factores como, por ejemplo, la manera en la que se comportaron las reses poco antes de su muerte.
Cuando el ganado tiene demasiado calor, no se juntan en grupos porque esto les da más calor y evita que el viento que pueda soplar, pueda aliviarles. El ganado suele juntarse cuando hace mucho frío para calentarse. Entonces, ¿por qué en las imágenes del ganado muerto se observa que murieron todos juntos y muy cerca de la valla? ¿Acaso querían huir del lugar? ¿Detectaron algo que les hizo desplazarse juntos para marcharse, pero no consiguieron huir a tiempo?
Si bien es cierto que es posible que las altas temperaturas y el cambio drástico de ellas pueda causar algunas muertes, barajamos la posibilidad de que estas muertes masivas hayan sido provocadas por metano.
Independientemente de cuál haya podido ser la causa de estas muertes masivas, sí que nos gustaría destacar el hecho de que, Kansas es el tercer mayor productor de ganado de Estados Unidos, después de Texas y Nebraska. El estado alberga más de 2,4 millones de reses. Estas muertes, sin duda han sido un duro revés para el estado. Pero, por desgracia, la muerte de ganado no es algo inusual, ya que durante los últimos años, ya sea por unos motivos o por otros, ha ido en declive.
La pérdida de ganado en Estados Unidos ha provocado una menor cantidad de suministro de carne de ternera, mientras que la demanda de este tipo de carne se ha mantenido durante este año 2022.
¿Cuáles son los primeros efectos de la pérdida de ganado?
La muerte de ganado de forma tan masiva, desequilibra la balanza entre la producción y los productos que demandan los ciudadanos. La industria se ve muy afectada por la muerte continua de animales. Sin olvidar que muchos ganaderos han optado por disminuir su número de reses debido al alto coste que supone alimentarlos. Por lo tanto, todos los factores unidos finalmente tienen un efecto negativo en el mercado.
Los primeros efectos de la pérdida de ganado, sumado con los demás factores que contribuyen a empeorar la situación, hacen que la producción disminuya. Y, a menor productos, mayor es el precio a pagar por él.
La posible razón que esté causando la muerte masiva de ganado en Kansas
El calor y el estrés por calor en junio no es algo infrecuente. Los días son más largos, las temperaturas suben, la humedad aumenta y las noches son más cálidas. Los ganaderos tienen que aprender a mantener su ganado a salvo de estas temperaturas altas que se producen.
Pero, ¿y si realmente muchas de estas muertes hubiesen tenido lugar por culpa de una fuga de metano? Y no, no nos referimos a ninguna factoría, sino a la liberación de metano por parte de la tierra que tenemos bajo nuestros pies. No es la primera vez que se producen muertes masivas de animales en circunstancias extrañas. Ni será la última.
El metano mata por asfixia, es decir, por falta de oxígeno.
Las placas de la tierra se mueven y desencadenan el deslizamiento o fricción de las capas de rocas unas contra otras, lo que libera el metano que había atrapado. Las aves son muy sensibles al metano. Es por este motivo que los mineros suelen llevarse pájaros, para que les adviertan de la presencia de metano en el aire.
Durante los últimos años se han venido produciendo muertes masivas de aves. En lugares diferentes del planeta, incluso en distintos continentes. Sin embargo, en ocasiones, han tenido lugar casi de forma simultánea.
También se han registrado muertes masivas de peces en invierno. Muchos se pueden atribuir al excesivo frío, pero para otros muchos, no se han aportado explicaciones plausibles. Es obvio que, en el caso de producirse cerca de erupciones volcánicas o de lugares helados, las causas son bastante claras, pero en el mundo se han producido muchos eventos que no han tenido justificación alguna. Es en estas situaciones en las que pensamos que podrían atribuirse a una nube de metano.
Aunque no solo estamos hablando de las misteriosas muertes masivas de peces. También se han conocido casos de muertes masivas de todo tipo de aves y pájaros, corderos, tortugas…
El metano, cuando se encuentra en concentraciones elevadas, es capaz de asfixiar a las personas y a los animales por falta de oxígeno. Los síntomas son los mismo que cuando existe asfixia. No provoca un síncope o la pérdida de conocimiento hasta que no se encuentra en concentraciones elevadas.
En una habitación cerrada, respirar metano puede causar la muerte en tan solo 1 minuto. Al aire libre, probablemente sea más tiempo. ¿Es posible que en el caso de algunas de las muertes masivas de ganado en Kansas intentaran huir hacia las vallas al detectar metano en el aire? Puede que fueran conscientes de lo que estaba sucediendo. Aunque, por desgracia, no pudieron evitarlo.
En las personas, respirar metano, en principio causa mareo, debilidad, náuseas, dolor de cabeza, vómitos, pérdida de coordinación, aumento de respiración y, finalmente, la pérdida de consciencia y la asfixia.
La verdad es que hay muchos peligros que nos acechan. Y, últimamente, los fenómenos naturales extremos están aumentando en frecuencia y en intensidad. Te recomendamos que te prepares para una emergencia de cualquier tipo (tanto económica, como por catástrofe natural). Más vale prevenir.
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