Puedes confirmar si resides en una zona propensa a sufrir huracanes y prepararte para ello, solo en ese caso. Sin embargo, teniendo en cuenta los eventos climáticos extremos que están aconteciendo últimamente en lugares inesperados del mundo, nunca descartes de la posibilidad de que un huracán pueda llegar a afectar tu lugar de residencia. Por lo tanto, nuestra recomendación es que te prepares para un huracán, independientemente del lugar en el que vivas. Por supuesto que, si vives en una zona en la que existen temporadas reconocidas de huracanes, tendrás que prepararte y repasar tu preparación especialmente antes de comenzar cada temporada.
Los huracanes son peligrosos y pueden causar daños importantes debido a una subida de la marea, vientos fuertes e inundaciones. La subida de la marea o marea ciclónica suele ser la causa principal de muertes relacionadas con los huracanes.
Las temporadas oficiales de huracanes en distintos lugares del planeta son las siguientes:
Temporada de Huracanes del Este del Pacífico: del 15 de mayo al 30 de noviembre.
Temporada de Huracanes del Atlántico: del 1 de junio al 30 de noviembre.
Temporada de Huracanes del Centro del Pacífico: del 1 de junio al 30 de noviembre.
¿Cómo puedes protegerte para un huracán? ¿Qué pasos puedes dar para prepararte para afrontar este fenómeno meteorológico extremo?
ANTES DE UN HURACÁN
El primer paso para protegerte ante cualquier tipo de emergencia, es preparar un plan de emergencia.
Planifica hoy mismo un plan de emergencia. Puede que, cuando se produzca, no estéis juntos, por lo que es importante que sepas qué puede suceder en tu zona de residencia, qué hacer al respecto y cómo contactaréis los unos con los otros en caso de estar separados.
Evalúa tus necesidades, antes de que exista riesgo de huracán. No esperes a que se active una alerta por este fenómeno climático. Prevenir es mucho mejor que lamentar.
Verifica si existe la posibilidad de verte afectado/ por marejadas ciclónicas o si tu casa podría estar en riesgo en caso de azotar un huracán. Si tu vivienda es insegura…
Planifica una ruta de evacuación. Precisamente porque la catástrofe o el huracán podría suceder cuando te encuentres en cualquier lugar y momento, lejos de casa, establece una ruta de evacuación a casa, por si la emergencia te sorprende en el trabajo, en el colegio, en el supermercado…
Desarrolla un plan de evacuación. También es posible que suceda al contrario. Es decir, que tu casa no sea segura durante un huracán. Piensa dónde irías en caso de tener que abandonar tu casa durante un huracán. Planifica también cómo llegar a tu refugio y cuánto tiempo tardarías (según el tipo de transporte empleado). No hace falta que te alejes cientos de kilómetros, sino encontrar un lugar más seguro.
Puede que algún familiar o amigo, que no resida en una zona en riesgo, pueda alojarte temporalmente. Coordina con esta persona tu posible alojamiento en tal caso.
Suministros de emergencias. Cuando se activa una alerta por huracán, lo más sensato es permanecer encerrado en un lugar seguro. Si ya tienes elegido el sitio donde te resguardarás ante la llegada del huracán, tendrás que almacenar suministros de emergencias para poder pasar el huracán, pero también para después. Si el huracán causa daños materiales cuantiosos, es posible que el tiempo posterior al evento se prolongue. Por este motivo, es recomendable guardar artículos de supervivencia para poder subsistir durante un largo período de tiempo. En este caso, es posible que te interese nuestro artículo: “Cómo empezar a prepararte para sobrevivir una emergencia”.
Para un huracán, lo recomendable es guardar alimentos, agua y medicamentos, para cada miembro de la familia, para al menos una semana. Asegúrate también de contar con dinero en efectivo, linternas, una radio y pilas de recambio.
Disponer de un kit o almacén de emergencias es vital. Ten presente si existe algún familiar con necesidades especiales (ya sea de alimentación, médicas, etc.).
Mochila de emergencias. Prepara una mochila de emergencias con artículos que puedas necesitar, por si tuvieras que abandonar tu casa o coche precipitadamente en el caso de una emergencia.
Te recomendamos la lectura de nuestro artículo: “Imprescindible en tu vehículo en todo momento”.
Recuerda añadir artículos de primera necesidad también para mascotas y animales, en el caso de que tengas alguna mascota o animal en casa.
Mascotas. Asegúrate de contar con un plan de evacuación para mascotas. La mayoría de los refugios habilitados en caso de emergencia no permiten acudir con mascotas. Consúltalo con tus autoridades locales con antelación para saber si puedes contar con ello, bajo qué medidas, etc.
Imprimir. Imprime tu plan de preparación y evacuación ante un huracán. No querrás vivir un escenario en el que se active una alerta por huracán, sufras un apagón eléctrico y tengas toda esta información en tu ordenador, sin poder acceder a ello.
Documentación importante. Asegúrate de guardar copias de todos los documentos importantes (pólizas de seguro, escrituras de propiedad, documentos de identidad y de seguro médico, informes médicos, etc.). Además de impresos, añade un lápiz de memoria con esta información, y asegurado con una clave de acceso.
Seguro de hogar. Muchas personas carecen de seguro de hogar, bien porque creen que no les puede acontecer nada extremo, bien porque piensan que no sirve para nada… Lo cierto es que algunas pólizas de seguro pueden contar con la cobertura suficiente como para reparar o incluso reemplazar tu casa en caso de ciertos fenómenos naturales que se salgan de lo normal o que sean extremos. Comprueba con la empresa de seguros qué coberturas incluyen y las condiciones. Contrata un seguro ahora, antes de que se produzca un suceso de emergencias ya que, desde la firma y pago de la póliza, podría pasar cierto tiempo antes de hacerse efectivo y no estar cubierto si se produce una emergencia en los siguientes días a la contratación.
Reforzar tu casa. Si has decidido que, en caso de producirse un huracán, lo mejor es quedarte en casa. Asegúrate de que se encuentre en buenas condiciones. Ten presente que la puerta del garaje suele ser la parte más vulnerable de la casa y que podría tener problemas para resistir vientos fuertes. Considera consultar con un especialista para reforzar los puntos más vulnerables y/o preparar un refugio especial para huracanes.
Viento. En caso de fuertes vientos, la mejor forma de disminuir el riesgo de sufrir daños en la estructura por vientos huracanados, es reforzar el edificio, incluyendo ventanas, puertas, paredes y tejados. Retira cualquier elemento suelto que mantengas en el exterior de tu casa (por ejemplo, una bicicleta, macetas…). Corta ramas o árboles que se encuentren demasiado cerca de tu vivienda.
Inundaciones. Puedes hacer algunas cosas ahora mismo para reforzar tu vivienda o negocio frente a inundaciones. Algunas son más baratas que otras.
Mantén limpios los bajantes y sumideros.
Instala una alarma para inundaciones y una bomba de achique de agua con una batería de emergencia.
Guarda sacos de arena por si pudieran ser útiles en un momento dado.
Prepara el sótano o bajo de tu casa, impermeabilizándolo.
En zonas inundables, considera la posibilidad de elevar la estructura.
Ayudar. Puede que tengas vecinos mayores, discapacitados, o con enfermedades crónicas, que no puedan prepararse para un huracán sin la ayuda de otra persona. Contacta con ellos/as y comprueba si puedes ayudar en algo.
Práctica. Puede parecer que no es necesario, pero la verdad es que cuando se practica un plan de emergencias, se adquiere conocimiento y calma. Podrás detectar fallos, aprender de errores, y estar más preparado física y emocionalmente para cuando se produzca realmente la emergencia.
Te recomendamos la lectura de nuestro artículo: “Prepara un plan de emergencias familiar”.
DURANTE UN HURACÁN
Mantente informado. Debes estar atento/a las informaciones emitidas por las autoridades. En el caso de que ordenen una evacuación, sigue las instrucciones al pie de la letra.
Afrontar el clima. Decide si tu casa es segura para afrontar el huracán: los fuertes vientos, las lluvias torrenciales, la subida de la marea, las inundaciones… Si piensas que no es adecuado quedarte, acude a un refugio habilitado para damnificados o refúgiate en una habitación interior.
Si te quedas atrapado/a en el interior de una vivienda que se está viendo inundada, acude a la zona más alta de la misma. No te encierres en un ático sin salida. Podrías quedar atrapado/a sin posibilidad de salir.
No cruces por zonas anegadas. No camines, nades o conduzcas por zonas inundadas. Da la vuelta. Podrías ahogarte. Recuerda que apenas un poco de agua es suficiente para arrastrar un vehículo.
Aléjate de las playas y de los puentes, así como de las zonas inundables.
DESPUÉS DE UN HURACÁN
Estate atento/a a las informaciones de las autoridades locales y sigue sus instrucciones.
No entres en ningún edificio hasta que haya sido inspeccionado por daños eléctricos, en el gas, sistema de alcantarillado, pozos, etc.
Ten cuidado con las labores de limpieza. Lleva ropa y material protector (gafas, guantes, mascarilla, botas…) y procura no hacer las cosas solo/a.
Mientras estés presente, abre todas las ventanas para que se ventile el interior.
No toques nada eléctrico si estás mojado/a o en el agua. Desconecta la electricidad para evitar problemas.
Evita adentrarte en el agua, que podría contener todo tipo de materiales y estar contaminada. También podría haber alcantarillas abiertas o cables eléctricos bajo el agua.
No consumas agua hasta estar seguro/a de que es potable. Si tienes dudas, potabiliza el agua filtrándola.
Deshazte de cualquier lata de comida o medicamento que haya quedado dañado, sufrido cambios importantes de temperatura o haber quedado expuesto en las aguas.
Limpia y desinfecta todo cuanto haya quedado mojado.
No comas alimentos de un jardín inundado.
El barro posterior a las inundaciones puede contener bacterias, químicos y residuos orgánicos.
Utiliza el móvil lo menos posible para ahorrar batería por si fuera necesario en caso de una emergencia.
Documenta los daños causados por el huracán con fotografías. Contacta con la compañía de tu seguro para pedir ayuda.
Imagen de dominio público. Crédito: Imagen de Free-Photos en Pixabay