
Te habías preparado para ello y, de repente, un día, sin previo aviso, se produce el desastre que conlleva el colapso de la civilización. Poco después del desastre, cuando la mayoría de la población toma consciencia de que la vida que acostumbraba a disfrutar, ha terminado, se desata el pánico. La gente se mueve en masa y con gran desesperación. Se producen saqueos, robos, violaciones, así como todo tipo de comportamientos violentos.
Después, vendrá el silencio. Un silencio sepulcral, en el que todos intentan sobrevivir como pueden.
Este es el momento más inoportuno para atraer la atención hacia donde te encuentres.
Claro que, te preguntarás, ¿cómo puedo pasar desapercibido/a en una situación como esta?
En un escenario extremo, posiblemente apocalíptico, y que ha provocado el desmoronamiento de la sociedad, si la situación de emergencia te ha sorprendido lejos de tu casa o de tu refugio seguro, para empezar, resulta de vital importancia marcharte lo antes posible. Permanecer en ese lugar, podría ser arriesgado. Sin embargo, en la medida de lo posible, es mejor que evites las rutas más utilizadas. De esta manera evitarás encuentros que puedan resultar peligrosos, especialmente si te desplazas a pie. A veces, las rutas más cortas pueden ser las menos apropiadas. Por lo tanto, si es posible, desplázate campo a través. Pocas personas seguirán esta ruta y, aunque puedas tardar más, podría ser más seguro.
Si te has preparado bien, es muy probable que, aunque este desastre te haya sorprendido en un lugar distinto a tu refugio, cuentes con tu mochila de emergencias (ya sea en tu vehículo o en tu lugar de trabajo). Si puedes circular y no te encuentras con ningún tipo de obstáculo que pueda impedirte avanzar, posiblemente llegues pronto, pero si te ves obligado/a caminar, comprobarás que no se tarda lo mismo en coche que caminando. Seguro que tendrás que hacer uso de los recursos que tienes (agua, comida, y dependiendo de si has sufrido alguna herida, tu kit médico de emergencia).
Mientras te desplazas hacia ese sitio que consideras seguro, si te encuentras en campo abierto y tienes que cocinar o calentar agua en una fogata, podrías delatar tu presencia con el humo.
Hacer un fuego no siempre produce el mismo tipo de humo. Depende de lo que le eches a las llamas o de cómo haces el fuego. Si añades hojas verdes o utilizas madera de árboles jóvenes, se formarán oleadas de humo blanco que podrán verse desde lejos. Puede ser muy útil si estás pidiendo socorro, pero no es precisamente lo que debes hacer si quieres permanecer oculto/a.
Entonces, procura usar hojas secas de árboles viejos. Además de servirte para conseguir unas buenas llamas, será mucho menos llamativo.
Si tienes la suerte de contar con una mochila de emergencias con suministros y alimentos, o de algún modo has conseguido algo que calentar o cocinar, debes tener mucho cuidado la hora de prepararlo. Si cocinas sin ningún tipo de precaución, el aroma que emite la comida probablemente podrá olerse a distancia.
Te invitamos a seguir una técnica para hacer fuego que podría evitarte este problema de generar humo: fuego en un hoyo.
Si estás en el bosque es importante no pernoctar en el mismo lugar en el que hayas cocinado, porque podría atraer a algún animal salvaje. Y, si te encuentras en una zona urbana, el olor hará que se presenten visitas inesperadas de personas hambrientas que probablemente no vengan con las mejores intenciones.
Pasar desapercibido implica hacer el mínimo ruido posible. El sonido se puede producir por cualquier tipo de movimiento y actividades. Por lo tanto, procura moverte en silencio.
Enseña a quien te acompañe algunos signos hechos con las manos para que os podáis comprender sin necesidad de hablar. No te pongas a conversar y mucho menos a discutir.
Si donde resides está permitido y dispones de algún arma, procura usarla solamente en casos extremos. Un tiro atraerá la atención y puede traer problemas.
Cuando se produzca el desastre, lo más posible es que implique también un apagón eléctrico y puede que sea más duradero de lo que se pensaba.
El mundo es muy diferente cuando está a oscuras. No habrá iluminación en las casas, ni en las calles. Sin contaminación lumínica en las ciudades solo podrás ver las estrellas sobre tu cabeza, siempre que no esté nublado, claro está.
En medio de esa oscuridad, cualquier luz artificial no solo atraerá mosquitos, sino que será una llamada para quien esté a tu alrededor y te convertirá en presa fácil. Debes aprender a desplazarte por la noche sin luz, acostumbrando tu vista a la luz de la que se dispone: las estrellas y la luna.
Una opción menos llamativa es hacer uso de una luz roja. Mucho menos llamativa en la distancia.
Si vives en un entorno habitado y tienes la suerte de disponer de recursos de emergencias, debes evitar destacar entre los demás. Cierra puertas y ventanas. Echa las cortinas y las persianas. Aunque mantengas las cosas importantes bien escondidas, evita que los curiosos puedan echar un vistazo al interior de tu casa.
Si tus vecinos están desaliñados y se quejan de pasar hambre; imita sus gestos y conversaciones. No sabes cuánto tiempo durará esta emergencia, así que, si quieres sobrevivir, tus suministros de emergencias deben seguir siendo un secreto.
Tener un perro para muchos forma parte de su entorno seguro en una situación de emergencia. Los perros están siempre alerta y avisan ante cualquier posible ruido extraño o intruso. Pero, en el caso de que sea necesario mantenerse en calma y en silencio, si tu perro percibe tu preocupación y estado de alerta, probablemente ladre a lo primero que le parezca extraño o anómalo. Evita esos ladridos que podrían delatar tu presencia, enseñando a tu perro ahora algunos comandos básicos de comportamiento, como por ejemplo que pare de ladrar si tú se lo indicas.
Como has podido comprobar, en algunas situaciones es mejor pasar desapercibido/a o aparentar que no dispones de recursos de emergencias. Las situaciones pueden ser muy variables, así como tus métodos para “desaparecer”. Seguro que se te ocurren muchas más formas.