Lo más fácil es pensar que no va a suceder jamás, pero, una de las cosas que nos ha enseñado la pandemia es que las cosas más inverosímiles pueden suceder. Un virus puede atacarnos de forma impredecible, vernos forzados/as a confinarnos en nuestras casas…
La libertad de expresión existe en todos los países democráticos, pero, toda manifestación, por muy pacífica que sea, entraña el riesgo de convertirse en una protesta violenta. Y, de una protesta violenta a una sublevación social y a disturbios civiles, resta muy poco.
No importa quién lo empezó, quién pagó para que así fuera, quién lo instigó o formó parte de ello, lo que importa ahora es cómo sobrevivir y cómo mantener a los tuyos a salvo.
Cuando se produce un desastre natural, un apagón eléctrico masivo… las personas se pueden manifestar públicamente para protestar por algo, pero, en ocasiones, hay algunas personas que no son tan buenas integradas en el grupo, esperando una oportunidad como esta para poder comportarse de forma salvaje.
Cuando se desata el desastre y la violenta se hace con las calles, aparece la policía. Si las cosas se complican demasiado, incluso puede llegar a intervenir el ejército. Se producen actos vandálicos, saqueos, violencia, robos, que causan daños materiales en elementos públicos, en negocios y en casas. Las autoridades responden, en principio de forma ordenada y controlada, hasta que actúan con contundencia, sin miramientos, enfocados en detener la revuelta. Si te encuentras atrapado/a en este lugar, estarás solo/a.
Las cargas emocionales, los problemas económicos, el miedo, la política y la religión, son algunas de las razones que pueden propiciar protestas. Durante la pandemia, la población se ha visto sometida a todo tipo de restricciones, a confinamientos, a un distanciamiento social, a la pérdida de amigos y familiares… Muchas personas han enfermado, otras temen infectarse… El nivel de estrés y frustración no hace más que aumentar.
Solo hace falta una chispa para que salte una sublevación. Para que alguien haga uso de un arma y todo se complique.
Los cuerpos de seguridad se han entrenado para afrontar protestas masivas, manifestaciones y sublevaciones sociales violentas. Los militares también cuentan con unidades especializadas para este tipo de eventos. En medio de este posible caos, la policía no estará disponible para -protegerte, al estar enfocada únicamente en responder los disturbios.
Algunas sublevaciones pueden tardar horas, semanas o incluso meses. Tu protección y la de los tuyos van a depender de cómo te hayas preparado para una situación como esta. De cómo reacciones ante ella. ¿Sabrías qué hacer en este caso?
Lo que puedes hacer para protegerte a ti y a tu familia
Cuando las autoridades y los cuerpos de seguridad están más centrados en disolver los disturbios que en proporcionar protección a los ciudadanos, parece obvio que tendrás que protegerte tú mismo y especialmente a tu familia.
El lugar en el que te encuentres en el momento en el que se desate esta situación tan peligrosa puede resultar esencial para el tipo de actuación a seguir. Es bien sabido que, durante los disturbios, un entorno urbano siempre es más peligroso que un entorno rural.
En base a distintas fuentes sobre disturbios civiles pasados, te proponemos unas medidas a tener en cuenta. Hay muchas más que puedes tomar y cada situación es diferente a otra, pero al menos tienes algo por lo que empezar.
Todos juntos
Si empiezan a formarse manifestaciones o disturbios, lo primero que querrás es que todos estéis juntos en casa o en el lugar que tengas preparado como vuestro refugio seguro.
Lo ideal sería que, cuando se produzca esta situación, estés en casa o en tu refugio y que puedas verla por televisión sin tener que sufrir las consecuencias directas. Sin embargo, la realidad es que, por lo general, cuando se desata el caos, nos encontramos lejos de nuestro hogar. Puede que estés en el trabajo, en el supermercado, en el colegio… Sin embargo, estés donde estés, lo importante es que hayas previsto de antemano cómo llegar a tu lugar seguro.
Planifica una ruta de escape desde el colegio.
Planifica rutas distintas para llegar a casa, según los lugares donde podría sorprenderte esta situación de emergencia.
Ten presente que, en estas circunstancias, no debes acercarte a las personas que se están manifestando, saqueando, o participando en cualquier tipo de revuelta o disturbio. Tampoco debes acercarte a la policía, pues, en un momento así, posiblemente consideren una amenaza a cualquiera que se intente aproximar a ellos.
Quédate en casa.
La pandemia nos ha enseñado a quedarnos en casa, por lo que no parece que sea un gran problema acostumbrarte a ello. Quedarse en casa es una forma excelente de mantenerte alejado/a de cualquier disturbio. Claro que, para poderte resguardar en tu casa, sin salir, tienes que contar con todos los recursos y provisiones necesarios.
Para poder cumplir con esta recomendación, si todavía no lo has hecho, ha llegado el momento de empezar a almacenar los productos y artículos que necesitas. Si ya cuentas con una despensa o almacén para emergencias, repasa tu stock. No sabes cuánto tiempo durarán los disturbios. Por lo tanto, es mejor que la preparación sea para largo plazo.
Para que puedas repasar tu preparación o iniciarte ahora mismo, te recomendamos la lectura de nuestros artículos: “Lo básico para tu supervivencia”:
1. Comida
2. Agua
3. Refugio
4. Seguridad
Mascotas a salvo
En estos momentos de tensión y bajo cierto grado de “anarquía”, en el que la policía intenta enfocarse únicamente en quienes están causando disturbios y saqueos, incapaces de proteger al ciudadano, lo mejor que puedes hacer, es mantener a tus mascotas a salvo contigo en el interior de la vivienda. Alguien con muy malas intenciones podría cogerlos como rehén para obligarte a salir de casa o simplemente para divertirse.
Marcharse.
Tanto si cuentas con un lugar seguro en una zona que no está afectada por los disturbios, como si los disturbios te han sorprendido lejos de él, debes acudir a tu refugio. Lo idóneo sería llegar antes de que las cosas se compliquen o se extiendan. Quedarte bloqueado en alguna carretera, en estas circunstancias no es una buena idea.
Márchate con precaución y lo más sigilosamente posible. Informa de tu marcha solamente a los más allegados que no te acompañen.
Mantente informado/a.
Durante los tiempos de inestabilidad y disturbios, es importante que te mantengas informado/a acerca de los acontecimientos. Internet, la televisión y la radio, pueden ser fuentes de información necesarias, especialmente si tienes que hacer algún desplazamiento. Máxime si tienes que hacerlo con tu familia.
De todas las noticias que puedas conseguir, enfócate en las más cercanas. De poco te servirá saber lo que está sucediendo a cientos de kilómetros. Tienes que estar lo más actualizado posible a las noticias de tu entorno más cercano.
Pasar desapercibido
Si no tienes más remedio que salir o te encuentras en la calle cuando se produzcan disturbios, procura pasar desapercibido/a. Evita los grupos, las manifestaciones, o las actividades que podrían convertirse en una revuelta peligrosa.
No te pongas ningún tipo de ropa que pueda destacar por encima de los demás o a distancia. No lleves ningún tipo de distintivo que pueda relacionarte con nadie (grupo político, deportivo…).
No expreses tu opinión personal ante extraños, ya que podría lugar a confrontamiento.
Todo buen preparador de emergencias sabe que no debe mostrar ni hacer propaganda alguna sobre su almacén de emergencias. Como tampoco debes dejar a la vista algún elemento que pueda delatar tu condición.
En caso de disturbios, manifestaciones, saqueos…
**Echa las cortinas y persianas de toda la casa.
**Cierra bien las puertas y las ventanas. Si es posible, refuerza las cerraduras.
** Retira cualquier elemento que pueda estar visible desde fuera.
** Es posible que puedas compartir cierta información con tus familiares, pero recuérdales que no deben ir contando a todo el mundo que te has preparado para una emergencia.
** No contestes al timbre y no dejes entrar a nadie.
Nunca te desplaces solo/a
Cuando las calles son inseguras y se están produciendo disturbios, no tardará mucho en que la violencia estalle y empiecen los saqueos. Si tienes que desplazarte, procura evitar hacerlo solo/a. Cualquier persona que se mueva de un lugar a otro en estas circunstancias, se arriesga más que otros y puede convertirse en el objetivo de los saqueadores o de algún participante que esté enfadado.
Si tienes que ir a la farmacia o a comprar alimentos, haz que tu acompañante se quede en el coche, con las puertas y ventanas bien cerradas.
La unión hace la fuerza
Vivir solo/a en estas circunstancias, no parece lo más adecuado. Si convives con otras personas, ya sean familia o amigos, podréis ser más fuertes.
Prepárate para el fuego
Durante los disturbios, suele ser bastante común que se produzcan incendios. Por lo general, se queman contenedores y elementos públicos, pero también se dan casos de quema de vehículos y de propiedades comerciales. En algunos incidentes, se han producido incendios en casas.
** Dispón de extintores de incendios en tu casa.
** Ten a mano alguna escalera que pueda ayudarte a salir de las plantas superiores en caso de que se desate un incendio.
Prepárate para defenderte
Puede que, a pesar de tomar todas las precauciones posibles y de haber pasado todo lo desapercibido que has podido, alguien se haya fijado en tu casa y decidan entrar para robar. En este caso, debes estar preparado/a para defenderte. No pienses que la policía acudiría si llamaras pidiendo ayuda. Probablemente estén superados lidiando con los disturbios.
Si en tu lugar de residencia, está permitido el uso de armas, es el momento de contar con algún arma, por si se diera esta circunstancia extrema en el que tuvieras que usarla para defenderte a ti y a los tuyos. En este caso:
Aprende a usarla.
Guarda munición suficiente.
Mantenla alejada de los niños/as.
La habitación del pánico.
Si en el peor de los casos tu casa se ve asaltada, necesitas contar con una habitación preparada especialmente para resguardarte a ti y a tu familia. Esta habitación debe contar con un acceso seguro y con un sistema de comunicación con el exterior para que puedas llamar y pedir ayuda. Si es el caso en tu lugar de residencia, tendrás que tener un arma guardada en esta habitación.
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Fotografía de dominio público. Crédito: Imagen de Benjamin Bellier en Pixabay